En dos días de operaciones en Concepción, Chile, los dos H-60 Blackhawk FAB han transportado a más de 20 toneladas de alimentos, mantas y agua. Los helos de Brasil y Chile crearon un verdadero puente aéreo entre Concepción y comunidades aledañas afectadas por el terremoto y los tsunamis.
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Las operaciones se desarrollan tan rápido como es posible. En Concepción, los helicópteros permanecen sobre el terreno lo suficiente solo para repostar combustible y cargar las donaciones. Ya en los pueblos las aeronaves aterrizan en campos de fútbol o en los claros e incluso apagar los motores. El objetivo es hacer el mayor número posible de vuelos hasta el anochecer.
Durante todo el día los aviones llegan a la ciudad de Chile desde otros países con más carga que se distribuye.
Durante el vuelo se puede ver la escena de la destrucción causada por el terremoto en Chile hace una semana. Destrucción de puentes, barcos hundidos y las calles vacías son algunas de las imágenes de un país que aún se recupera de la tragedia.
Para el capitán Fernando Castro, uno de los pilotos de la FAB en Chile, para participar en esta misión humanitaria es una fuente de orgullo. "Estamos como cualquier brasileño de bien y con sentido de orgullo, de ser capaz de ayudar al pueblo chileno, nuestros hermanos, y feliz de ayudar, de contribuir a la recuperación del país", dijo.
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