En línea con Chile, el gobierno de Rafael Correa ha dicho que los acuerdos de 1952 y 1954 fijan límites marítimos. Perú, sin embargo, ha sostenido que el límite marítimo con Chile debe ser una línea equidistante y no el actual paralelo.
Phillip Duran
Es uno de los escenarios más esperados por Chile. Hace cerca de 10 días, la Corte Internacional de Justicia envió una notificación a Ecuador, informándole que aparece mencionado en el litigio limítrofe que tramita entre Chile y Perú desde 2006.
El mensaje, explican fuentes diplomáticas, surgió a raíz del argumento expresado por La Moneda en su contramemoria, en el sentido de que los acuerdos que fijan los límites marítimos entre Santiago y Lima, suscritos en 1952 y 1954, tienen a Quito como uno de sus firmantes. De acuerdo con el estatuto de la Corte, "cuando se trate de la interpretación de una convención en la cual sean partes otros Estados además de las partes en litigio, el secretario notificará inmediatamente a todos los Estados interesados". Con esta notificación realizada por La Haya, Ecuador debe decidir si entrega una opinión sobre la materia. Pero, si ejerce ese derecho, agrega el estatuto del tribunal internacional, "la interpretación contenida en el fallo será igualmente obligatoria para él". Es decir, si la Corte decide acoger la postura peruana de que el límite marítimo con Chile debe ser una línea equidistante y no el actual paralelo, también debería zanjar si este criterio se aplica en el caso de la frontera en el mar de Ecuador y Perú, modificando el actual mapa. El hecho de que Quito entregue una opinión en el marco del litigio es visto como positivo en Santiago. Esto, pues Ecuador ha expresado en oportunidades anteriores -a través de comunicados oficiales- que los acuerdos de 1952 y 1954 establecen los límites marítimos, completamente en línea con la postura chilena. De hecho, la cancillería chilena ha sondeado en meses anteriores la disponibilidad del gobierno de Correa para definir una postura ante la Corte de La Haya, considerando que podría desbalancear el escenario a favor de Chile.
En mayo del año pasado, Quito pidió a La Haya tener acceso a la memoria presentada por Perú con los principales argumentos de su demanda contra Chile. Y ese mismo mes, tras una cita en Quito con el entonces canciller chileno Mariano Fernández, su par ecuatoriano Fander Falconí expresó que los acuerdos de 1952 y 1954 son "tratados de límites". Sin embargo, la posición peruana es que dichos pactos permiten establecer la frontera en el mar entre Ecuador y Perú pues hacen alusión a que el paralelo se fijará como límite en el caso de que existan islas cercanas a la frontera. Situación que ocurre sólo entre Quito y Lima, y no entre Perú y Chile. En ese contexto, tanto La Moneda como Palacio Pizarro han buscado tender puentes con Ecuador. Mientras la estrategia peruana ha sido encabezada por el propio Presidente Alan García, quien ha impulsado reuniones de gabinetes binacionales, Chile reforzó el año pasado su embajada en la capital ecuatoriana y la semana pasada, en medio de la cumbre de América Latina y la Unión Europea en Madrid, el Presidente Sebastián Piñera se reunió con Correa.
En mayo del año pasado, Quito pidió a La Haya tener acceso a la memoria presentada por Perú con los principales argumentos de su demanda contra Chile. Y ese mismo mes, tras una cita en Quito con el entonces canciller chileno Mariano Fernández, su par ecuatoriano Fander Falconí expresó que los acuerdos de 1952 y 1954 son "tratados de límites". Sin embargo, la posición peruana es que dichos pactos permiten establecer la frontera en el mar entre Ecuador y Perú pues hacen alusión a que el paralelo se fijará como límite en el caso de que existan islas cercanas a la frontera. Situación que ocurre sólo entre Quito y Lima, y no entre Perú y Chile. En ese contexto, tanto La Moneda como Palacio Pizarro han buscado tender puentes con Ecuador. Mientras la estrategia peruana ha sido encabezada por el propio Presidente Alan García, quien ha impulsado reuniones de gabinetes binacionales, Chile reforzó el año pasado su embajada en la capital ecuatoriana y la semana pasada, en medio de la cumbre de América Latina y la Unión Europea en Madrid, el Presidente Sebastián Piñera se reunió con Correa.