El impacto político y mediático de la operación de rescate de los 33 mineros en Chile, ha resultado ser un demoledor y aplastante triunfo en términos de imagen y apoyo político, tanto en Chile como a nivel global, para el gobierno chileno encabezado por su presidente Sebastian Piñera, su gabinete ministerial y el extenso equipo de profesionales, incluidas las FFAA, de orden y seguridad.
Ignacio García - Intelligence, Defense and Security
En la cobertura mediática que alcanzo una audiencia de 1200.000.000 de televidentes, se proyecta la imagen-país ligada a los resultados que se pueden obtener cuando la rectitud, pragmaticidad, organización y eficiencia concurren en pos de un objetivo común. Chile logro posicionarse literalmente en la retina de todo el mundo como país con niveles de pro-actividad y organización no vistos en la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y ahora, con estos niveles, asociados al gobierno de Piñera y por ósmosis a Chile.
En términos políticos locales, las consecuencias negativas para lo que queda de la oposición al gobierno aglutinada en la coalición Concertacion que ya venia desorientada, sin programa y falta de cohesión, como también para el sector más duro de la izquierda chilena, Partido Comunista, MIR, y grupos menores, dichas consecuencias son simplemente contundentes y demoledoras. Estas colectividades permanecieron impávidas y sin argumentos ante el triunfo del trabajo del gobierno. La administración Piñera se instalo en los hechos en una cómoda posición de promoción, defensa y rescate de valores asociados a conceptos sociologicamente altruistas y comúnmente aceptados como es la vida, familia, esperanza, solidaridad, unión cívica y fundamentalmente la cercanía empática desde el poder, hacia el chileno común en un estilo inclusivo gobernando efectivamente para el bien de todos los chilenos, no de un sector en particular. En contraposición de las primeras impresiones electorales donde Piñera, antes de las elecciones presidenciales, era percibido como un empresario distante y frío, muy diferente de la actual que proyecto la operación de rescate encabezada por el propio gobernante, que lo catapultan mediaticamente como un gobernante "cercano" que imprime su sello personal exitoso en todo lo que emprende. "El gran recurso que tenemos en Chile, no son los recursos naturales, son los chilenos" apunto Piñera durante las labores de rescate.
Así, el presidente chileno logra cerrar en términos políticos y de imagen, el circulo perfecto uniendo al gobierno y la ciudadanía en torno a su gestión y a su peso político que ahora proyecta a nivel mundial, en una mancomunión que aglutina a la ciudadanía tras su indiscutible liderazgo.
En estos momentos nadie en Chile se atrevería a decir que en el gobierno no hay quien tome las riendas y las decisiones. Ese tiempo afortunadamente ya paso.
En estos momentos nadie en Chile se atrevería a decir que en el gobierno no hay quien tome las riendas y las decisiones. Ese tiempo afortunadamente ya paso.
Para el caso del rescate de los mineros, en la Moneda no se formo una sola comisión por orden presidencial para recién estudiar un posible rescate. El presidente Piñera no envía un "delegado presidencial" a la zona de catástrofe, como lo hizo Michell Bachellet reaccionando tardíamente en el caso del pueblo de Chaiten arrasado por el Volcán del mismo nombre.
La decisión la toma el propio presidente y decide encabezar él mismo el proyecto.
La decisión la toma el propio presidente y decide encabezar él mismo el proyecto.
Piñera logra tal capital político y solvencia moral, que podría fácilmente proyectarse a un alto cargo en Naciones Unidas o la OEA una vez terminado su mandato, quedando hoy al mismo nivel de estatura política y moral de los mas influyentes lideres mundiales.
Por otro lado la opinión pública chilena pudo ver en los medios locales y redes sociales una absoluta ausencia de la presencia solidaria y participativa conectándose con un fenómeno social transversalmente caratulado como una lucha por la vida que cada ciudadano hizo suya, la lucha particular de cada uno de los 33 mineros, por parte de los antiguos actores políticos de la Concertacion y altos funcionarios de los sucesivos gobiernos de esa colación, la izquierda y sus componentes. Quienes permanecieron ajenos, distantes, criticos y evidentemente desarmados de todo argumento lógico, coherente y racional que validara sus infantiles objeciones, presenciando a la distancia cual testigos mudos, la conformación de un centro político en la Moneda identificado con los mas altos valores que mueven a la democracia participativa. El real y genuino interés por el ser humano sin revoluciones violentas ni dogmas ideológicos totalitarios.
Esa increíble falta de presencia solidaria de la izquierda y la Concertación en un evento de la magnitud e impacto mundial que ha tenido el rescate resulta crucial en el negativo lugar en que quedan relegados ahora estos dos sectores políticos. Evidenciándose que la izquierda chilena toda, porta en si misma el absoluto divorcio entre su discurso y la acción.
Esa increíble falta de presencia solidaria de la izquierda y la Concertación en un evento de la magnitud e impacto mundial que ha tenido el rescate resulta crucial en el negativo lugar en que quedan relegados ahora estos dos sectores políticos. Evidenciándose que la izquierda chilena toda, porta en si misma el absoluto divorcio entre su discurso y la acción.
Basta un ejemplo. La batalla política y comunicacional apoyada desde el exterior por ONG´s con dudoso financiamiento, como lo fue la reciente huelga de los mapuches, se asocio en Chile por el inconsciente del ciudadano común a la intransigencia, a la izquierda subversiva latinoamericana, a la destrucción, al "bolivarianismo" ligado a la muerte y sus FARC. La ofensiva política de la izquierda que instrumentalizo la huelga de hambre mapuche no logro concertar ni el apoyo interno en Chile ni fuera del país, tampoco tuvo ni someramente la cobertura de los medios y atención de actores políticos a nivel mundial.
¿La Razón?. El denominador común en todos los despachos de las cadenas internacionales y declaraciones de gobernantes extranjeros en cuanto al rescate de los mineros, fueron los valores morales, la lucha por la vida y cohesión nacional implicados en la operación gubernamental en Chile y los de su presidente. La idea centro del accionar y discurso del gobernante en la operación, fue identificarse él y su gobierno con la lucha por la vida de otros, no la supresión de ella para lograr objetivos ideológicos y políticos.
¿La Razón?. El denominador común en todos los despachos de las cadenas internacionales y declaraciones de gobernantes extranjeros en cuanto al rescate de los mineros, fueron los valores morales, la lucha por la vida y cohesión nacional implicados en la operación gubernamental en Chile y los de su presidente. La idea centro del accionar y discurso del gobernante en la operación, fue identificarse él y su gobierno con la lucha por la vida de otros, no la supresión de ella para lograr objetivos ideológicos y políticos.
Siempre la opinión y juicio político a lo largo de la historia terminara inclinándose a favor de la vida, nunca a favor de cualquier agente político que propugne la muerte, ya sea ideología, Estado o movimiento étnico-político.
Fue la auto flagelacion en busca de la propia muerte inserta en la lucha contra un gobierno más que contra un Estado la de los 34 comuneros mapuches, versus la cohesión social que logro aglutinar el presidente tras de sí en apoyo a la vida, a la esperanza y solidaridad lo que marca la innegable diferencia de los dos sucesos.
Piñera actúa así como motor político generador de resultados concretos que indivisiblemente enlazan su figura a la verdadera epopeya minera que resulta en la vuelta a la vida de los rescatados. Son ambas imágenes las que resultan proyectadas y percibidas por la condición inherente al ser humano y determinantes en la especie. El derecho de la Vida a permanecer latente y plena. Es ahí donde esta el embrión de la proyección política de su actual gestión y triunfo político sobre la oposición. La identificación de la imagen de Piñera y la nueva derecha política chilena con valores altruistas.
Cada testimonio de cada uno de los 33 mineros rescatados dando sinceras, voluntarias y espontaneas gracias a Piñera, a su gobierno, ministro de minería y equipos de rescatistas, fundiéndose con ellos en abrazos llenos de emoción y cercanía, como también el breve discurso público del más mediático de los mineros, Mario Sepulveda, quien agradeció al Presidente defendiéndolo de cualquier ataque a su persona y cargo, por su calidad de ex empresario, y destacando sus virtudes personales como gobernante dicho por un humilde minero, debe haber sido un torrente de limón y vinagre en la herida aun sangrante y purulenta que saca lo peor de cada militante y partido de izquierda, como se constato en todas las redes sociales.
Esa misma izquierda y sus componentes que propugnan los anti valores junto a la supresión de los DDHH irrenunciables a toda la especia humana, contra la sociedad cristiana occidental.
Para las generaciones chilenas en actual formación social y educacional, testigos del cambio de centro político en Chile, un gobierno de centro derecha en el poder, el devastador 27F, incluso algo tan banal para algunos como la participación de Chile en el Mundial de Football, la celebración de un Bicentenario y el rescate a los mineros por parte del gobierno de Piñera, constituye no solo su primera gran experiencia en eventos históricos, si no que fundamentalmente los marca y aporta en su formación cívica, la concepción de una noción-país que van adquiriendo con un sello de orgullo, nacionalismo bien entendido y percepción de un gobierno de derecha, como lo es la del presidente en ejercicio, que les ofrece en lo concreto la construcción de una sociedad libre y democrática, de oportunidades reales en lo económico, con indices en la materia como no se habían visto hace 20 años de gobiernos de centro-izquierda. La que marcará su primera impresión de la derecha política chilena con resultados de proyección electoral positiva de mediano y largo plazo .
La participación de las capas jóvenes de izquierda en las contiendas electorales, es menor en proporción a la participación de dicho segmento correspondiente a la centro derecha. Hoy en Chile hay más jóvenes que votan por una alternativa distinta a la Concertación y la izquierda que a comienzos de su periodo de gobierno. El accionar exitoso de la gestión Piñera en lo que va de su primer año de gobierno desequilibrara aún mas dicho fenómeno de mantenerse a este nivel de posicionamiento.
En resumen, se están sentando bases solidas para una proyección política de la centro derecha de largo plazo al mando de la nación, Chile se instala firmemente en la diplomacia regional y mundial liderado por un presidente con un enorme capital moral y político, firme y consecuente con un discurso social de solidaridad, inclusión, transformación y perfeccionamiento de los ejes de gobernabilidad. Mientras la oposición política a su gobierno resulta aun más ralentizada. Por su parte, la izquierda permanece esperanzada en conseguir apoyo externo de todo tipo en el núcleo chavista y la Concertación, intenta definir y buscar algún mecanismo que le permita llegar a un norte que sigue necesitando.
"So Mr. President, follow the same road"