"...Durante su presencia en la Cumbre del Clima de Copenhage, Hugo Chávez no sólo arremetió contra el capitalismo y los países desarrollados por su manera de gestionar el cambio climático, sino también acusó frontalmente a Holanda de querer invadir a su país junto con Estados Unidos.
Durante su presencia en la Cumbre del Clima de Copenhage, Hugo Chávez no sólo arremetió contra el capitalismo y los países desarrollados por su manera de gestionar el cambio climático, sino también acusó frontalmente a Holanda de querer invadir a su país junto con Estados Unidos. No es la primera vez, ni probablemente la última, en que el líder bolivariano alerta a la opinión pública internacional de lo que él denomina serios y probados intentos de agresión en su contra y, por elevación, contra el movimiento revolucionario e internacional que promueve.
Estas declaraciones las hizo durante una reunión organizada por el ALBA, donde compareció con Evo Morales, para algunos grupos locales, pomposamente llamados "movimientos sociales". En esa ocasión habló de la desesperación de Estados Unidos frente a la Revolución Bolivariana y por eso quiere que desaparezca. El temor surge del carácter socialista y sureño de la revolución de "los pueblos latinoamericanos, sudamericanos y del Caribe", aunque lo que más temen es que "la revolución del sur se convierta en la revolución del norte", lo que espanta a Washington, porque, como profetizó Chávez "la revolución del norte viene, la veo, la siento y la presiento".
Parece que Chávez está empeñado en salir del creciente aislamiento en que se encuentra en América Latina, y más tras el golpe de estado en Honduras y la primera vuelta de las elecciones chilenas. Con ese objetivo, a fines de noviembre de 2009, decidió crear la V Internacional Socialista, que debería comenzar a funcionar en abril de 2010 con partidos de izquierda y movimientos antiimperialistas de todo el mundo.
En la reunión Copenhage dio algunas pistas de sus intenciones: "Hagamos la gran revolución mundial contra el imperialismo, contra el capitalismo, contra la muerte, porque la vida es la revolución del siglo XXI, el socialismo, con una carga de los pueblos del mundo, con una revolución ecológica, climática, energética, llena de una revolución filosófica, humana y moral".
En este contexto denunció que Holanda está preparando con Estados Unidos "una agresión militar contra Venezuela" y que "el imperio norteamericano está armando hasta los dientes, llenando de aviones de guerra, de espías de la CIA, de asesinos de los cuerpos de inteligencia" las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire, sitiuadas en el mar territorial venezolano y que tienen una amplia autonomía administrativa. El objetivo de la conjura es derrocarle y "frenar la revolución socialista que se expande en toda América Latina".
El plan formaría parte de una operación de mayor envergadura para rodear y "bloquear" a Venezuela con bases militares norteamericanas, comenzando por las siete colombianas y terminando en Panamá. Chávez lamentó que el nuevo gobierno panameño "haya anunciado que permitirá nuevamente la instalación de bases militares estadounidenses en su territorio". Juan Carlos Varela, ministro de Exteriores panameño aclaró que el establecimiento de Fuerzas de Tareas Conjuntas (FTC) en su territorio para combatir el narcotráfico, incluidas 11 estaciones aeronavales, es una "decisión soberana" y no incluye a personal extranjero.
Para dar mayor dramatismo a sus palabras, Chávez puso su dedo acusador sobre el Reino de los Países Bajos en vez de Holanda, pero como integra la Unión Europea (UE), a ésta también le tocó lo suyo: "ya quisiera ver qué dice la Unión Europea sobre esto". Cuando Chávez hace tan grave acusación no se le escapa la reanudación de negociaciones entre la UE y Mercosur, del cual puede ser miembro pleno si logra sortear el último escollo, la aprobación del Parlamento paraguayo, después del voto favorable del Senado brasileño. También debía tener presente la convocatoria de la Cumbre América Latina Caribe y Unión Europea (ALCUE), en mayo próximo en Madrid, durante la Presidencia española de la UE.
Las autoridades holandesas desmintieron tajantemente el hecho y llamaron al embajador venezolano a dar las explicaciones oportunas. Sin embargo, la cuestión no acaba aquí y el principal interrogante que surge es por qué y con qué objetivos Chávez lanzó tal acusación. En realidad, no es la primera vez que ocurre algo así. En 2005, el líder bolivariano acusó a la OTAN de ensayar un ataque contra Venezuela y sacó a relucir informes de inteligencia que habían descubierto el "Plan Balboa". Éste no era más que un ejercicio de un curso de Estado Mayor de 2001 realizado en la española ESFAS (Escuela Superior de las Fuerzas Armadas), con fines exclusivamente docentes y de preparación de los oficiales asistentes al curso y que de secreto no tenía absolutamente nada.
En 2006 y 2007 Chávez acusó a la OTAN y a Holanda de realizar maniobras conjuntas en el Caribe, otra vez con Venezuela en el punto de mira, pero simultáneamente debió desmentir que quisiera invadir las posesiones holandesas, en una operación con algunas semejanzas con la alocada invasión argentina a las islas Malvinas. A esto hay que agregar los constantes avisos de una inminente invasión o ataque de Estados Unidos contra su territorio.
La acusación contra Holanda no es nueva ni original. Chávez ha acusado a algunos políticos holandeses, como hizo en 2006 con Henk Kamp, ministro de Defensa, al que llamó "peón de Washington" por advertir de sus intenciones contra Curazao. Se ha mencionado, incluso, la posibilidad de que Chávez haya salido en defensa del presidente nicaragüense Daniel Ortega, que fue duramente criticado por el eurodiputado holandés Hans van Baalen, a quien Ortega llamó "pirata sinvergüenza" y "sargento holandés", por haber nombrado como vicepresidente de la Internacional Liberal a Roberto Micheletti, lo que tampoco fue del agrado de Hugo Chávez.
Sea por causa de su creciente aislamiento internacional, sólo roto por sus contactos con Mahmoud Ahmadineyad, Aleksandr Lukashenko, Vladimir Putin y los líderes del ALBA (junto al matrimonio Kirchner), o por las dificultades económicas internas (inflación incontrolada, tipo de cambio, abastecimiento de agua y electricidad), lo cierto es que estas salidas de Hugo Chávez se están convirtiendo en algo frecuente. No se trata de alarmarse al respecto pero sí de saber con quien se está hablando. No es necesario que la UE haga ninguna declaración tajante, pero sí que Catherine Ashton, la nueva Alta Representante de Relaciones Exteriores, tome buena nota de tamañas e infundadas acusaciones.