EE.UU. volvió hoy a suspender a Bolivia y a Venezuela en la lucha antidrogas, al considerar que su cooperación fue de nuevo insuficiente en 2009, mientras destacó los progresos "significativos" de Colombia y anunció más ayudas para México.
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El departamento de Estado envió hoy al Congreso su informe anual sobre la lucha global contra el narcotráfico y el lavado de dinero, que sirve para determinar, en septiembre próximo, posibles sanciones para los países que, a juicio de Washington no hacen lo suficiente en esta materia, y que el año pasado incluía a Bolivia y Venezuela.
Washington consideró que Caracas "no coopera de manera constante con EE.UU. y otros países para reducir el tráfico de cocaína que pasa por su territorio", al tiempo que opinó que la colaboración con La Paz siguió siendo un "desafío".
Recordó que en Colombia grupos ilegales armados, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), están vinculadas a organizaciones narcotraficantes que distribuyen su mercancía a través de Venezuela.
Estos grupos han establecido en Venezuela sus medios y recursos "para facilitar las actividades de tráfico, para descansar, y para evadir las fuerzas de seguridad colombianas", señaló.
EE.UU. aseguró que hay "fuertes evidencias" de que "algunos elementos" de las fuerzas de seguridad de Venezuela "prestan ayuda directa" a estos grupos terroristas.
Desde que Venezuela suspendió en 2005 la cooperación antidrogas con EE.UU., la colaboración entre ambos países en esta materia se ha limitado al intercambio de información, la coordinación de deportaciones y la interceptación marítima.
De acuerdo con los datos facilitados por Venezuela, el pasado año se confiscaron 60,2 toneladas de drogas ilegales en ese país, frente a las 40 toneladas del año anterior, aunque esta cifra está muy lejos de las 152 toneladas confiscadas en 2005, señaló Estados Unidos.
EE.UU. reconoció que Venezuela ha hecho un esfuerzo para luchar contra el lavado de dinero y que ha instalado sistemas de radares, pero criticó que la estrategia nacional contra las drogas, que iba a arrancar en 2008 fue retrasada y aún no ha sido publicada.
Un ambiente "permisivo y corrupto" ha convertido a Venezuela "en una de las rutas preferidas para el tráfico de drogas ilícitas de América del Sur", sentenció, además, el informe.
Estados Unidos recordó que la falta de cooperación de Venezuela es un reflejo de las "gélidas" relaciones bilaterales entre ambos países.
También en el caso de Bolivia, EE.UU. está dispuesto a profundizar su cooperación, dado que el año pasado tomó menos medidas para impedir la producción y el tráfico de drogas, según el informe.
De hecho, el potencial de producción de cocaína ha aumentado un 50 por ciento desde 2005 en ese país y el Gobierno del presidente Evo Morales permite una mayor producción de coca.
Además, EE.UU. se mostró "preocupado por la eficacia de las políticas y acciones antinarcóticos" del Ejecutivo de Morales, debido al aumento de los niveles de producción de la droga, la presencia de narcotraficantes mexicanos y colombianos, así como de posibles conflictos entre los cultivadores y el Gobierno.
Pero no todo fueron críticas por parte de Estados Unidos.
En el caso de Colombia, alabó los progresos "significativos" en la lucha antidrogas que registró el año pasado y señaló que debe hacer más frente al surgimiento de nuevos carteles y "nacionalizar" varios programas antinarcóticos.
Según el informe, Colombia continuó en 2009 una agresiva campaña de interdicción y erradicación de drogas, además de mantener un fuerte récord de extradición de personas acusadas de narcotráfico en Estados Unidos.
Asimismo, en el apartado de México, EE.UU. indicó que enviará más ayuda en los próximos años a este país para contribuir a la desmilitarización del combate al narcotráfico y se comprometió a combatir el consumo de drogas en este país.
La ayuda de EE.UU., agregó, servirá para preparar a la policía civil a asumir las tareas de seguridad y desmantelamiento de los carteles de la droga que ahora desempeñan los militares.
El Gobierno de Washington dijo que cuando los militares regresen a sus "tareas tradicionales", habrá un aumento en las actividades para la erradicación de cultivos de marihuana y opio.