El alejamiento del Jefe de la División de Inteligencia de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Carlos Fernández -considerado tercero en la jerarquía- marcó el inicio de una segunda etapa de reestructuración en el organismo que encabeza el abogado Gonzalo Yuseff.
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Así, para esta semana se espera la llegada de nuevos profesionales para tareas de análisis y una reingeniería en la División de Contrainteligencia.
De Fernández dependía el Departamento Antiterrorista, y su salida -que se suma al despido de 13 analistas el 30 de abril- coincide con las críticas por los escasos avances en el caso del paquistaní Mohammad Saif Khan, detenido por el hallazgo de restos de tetryl en la embajada de Estados Unidos. En La Moneda afirman que los cambios buscan reforzar el trabajo en las áreas de seguridad interna, terrorismo internacional y contraespionaje.
Precisamente, como parte de este proceso se incorporaron nuevos analistas a la Unidad de Terrorismo Internacional para reforzar -entre otras cosas- la investigación por el caso Khan.
Fernández había sido ratificado en su cargo a principios de mayo, poco antes de que se detuviera al joven paquistaní, pero el lunes 24 se le exigió la renuncia. También fueron desvinculados analistas de contrainteligencia, tres de ellos ex funcionarios de la Marina que renunciaron a la Inteligencia Naval en 2005 para incorporarse a la ANI.
Fuentes ligadas a la institución afirman que uno de los candidatos para suceder a Fernández es el subdirector interino, el abogado Patricio Torres, y que su cargo sería ocupado por el investigador del Instituto Libertad y magíster en Relaciones Internacionales, Tomás Duval
De Fernández dependía el Departamento Antiterrorista, y su salida -que se suma al despido de 13 analistas el 30 de abril- coincide con las críticas por los escasos avances en el caso del paquistaní Mohammad Saif Khan, detenido por el hallazgo de restos de tetryl en la embajada de Estados Unidos. En La Moneda afirman que los cambios buscan reforzar el trabajo en las áreas de seguridad interna, terrorismo internacional y contraespionaje.
Precisamente, como parte de este proceso se incorporaron nuevos analistas a la Unidad de Terrorismo Internacional para reforzar -entre otras cosas- la investigación por el caso Khan.
Fernández había sido ratificado en su cargo a principios de mayo, poco antes de que se detuviera al joven paquistaní, pero el lunes 24 se le exigió la renuncia. También fueron desvinculados analistas de contrainteligencia, tres de ellos ex funcionarios de la Marina que renunciaron a la Inteligencia Naval en 2005 para incorporarse a la ANI.
Fuentes ligadas a la institución afirman que uno de los candidatos para suceder a Fernández es el subdirector interino, el abogado Patricio Torres, y que su cargo sería ocupado por el investigador del Instituto Libertad y magíster en Relaciones Internacionales, Tomás Duval
La Jamaat Al Tabligh está ligada a la mezquita en Iquique donde estuvo el joven paquistaní en abril
Grupo musulmán con presencia en Chile es investigado por posibles conexiones terroristas
Desde el Ministerio Público reconocen que los datos son manejados por la inteligencia policial y que podrían ser usados para entender el contexto del caso de Saif Khan.
La "Sociedad Para la Propagación" o Jamaat Al Tabligh, en árabe, es un movimiento musulmán que llegó a Chile en 1992 y que está en la mira de varios organismos de inteligencia en el mundo, incluyendo el nacional, por sus supuestos nexos con grupos radicales extremistas con tendencia a la yihad o "guerra santa". El grupo lleva años en la agenda de los organismos de seguridad, pero cobró actualidad con la detención del paquistaní Saif Khan (28) el 10 de mayo, cuando entró con restos de explosivos a la embajada de EE.UU. en Santiago. Khan (como lo conocen sus cercanos) asistió entre el 2 y 5 de abril a un encuentro en la mezquita Bilal de Iquique. El grupo que controla ese templo está reconocidamente ligado a la Tabligh. Por eso, la reunión en Iquique fue monitoreada por la inteligencia chilena. No menos de 200 personas llegaron convocadas a una actividad de adoctrinamiento y discusión organizada por el Centro Islámico de la mezquita Bilal. El anfitrión fue un paquistaní nacionalizado venezolano, quien habría participado directamente en la organización del vuelo charter que trajo a Chile a representantes islámicos de Pakistán, Venezuela, Bolivia, Perú, Canadá, Argentina, Brasil y Sudáfrica. La policía sospecha que la reunión habría tenido como verdadero objetivo reclutar a elementos chilenos radicalizados para vincularlos a las corrientes extremistas del islam. En sus inicios, la Tabligh era considerada sólo como un grupo religioso extremo y nadie la asociaba al terrorismo. Incluso fue catalogada como "apolítica" y "pacifista", hasta que diversos hechos la pusieron en la mira. Uno de ellos fue la detención en Pakistán del sirio nacionalizado español Mustafá Setmarian, considerado el padre de la llamada "estrategia de la resistencia islámica global". Setmarian controlaba una escuela de yihadistas en Afganistán, y según el diario ABC de España, pertenece a la Tabligh. Su caso no es aislado. El estadounidense John Walter Lindh fue condenado a 20 años de prisión tras ser descubierto en un campo de entrenamiento de Al Qaeda. De acuerdo con distintos medios, fue reclutado por Jamaat Al Tabligh.
La "Sociedad Para la Propagación" o Jamaat Al Tabligh, en árabe, es un movimiento musulmán que llegó a Chile en 1992 y que está en la mira de varios organismos de inteligencia en el mundo, incluyendo el nacional, por sus supuestos nexos con grupos radicales extremistas con tendencia a la yihad o "guerra santa". El grupo lleva años en la agenda de los organismos de seguridad, pero cobró actualidad con la detención del paquistaní Saif Khan (28) el 10 de mayo, cuando entró con restos de explosivos a la embajada de EE.UU. en Santiago. Khan (como lo conocen sus cercanos) asistió entre el 2 y 5 de abril a un encuentro en la mezquita Bilal de Iquique. El grupo que controla ese templo está reconocidamente ligado a la Tabligh. Por eso, la reunión en Iquique fue monitoreada por la inteligencia chilena. No menos de 200 personas llegaron convocadas a una actividad de adoctrinamiento y discusión organizada por el Centro Islámico de la mezquita Bilal. El anfitrión fue un paquistaní nacionalizado venezolano, quien habría participado directamente en la organización del vuelo charter que trajo a Chile a representantes islámicos de Pakistán, Venezuela, Bolivia, Perú, Canadá, Argentina, Brasil y Sudáfrica. La policía sospecha que la reunión habría tenido como verdadero objetivo reclutar a elementos chilenos radicalizados para vincularlos a las corrientes extremistas del islam. En sus inicios, la Tabligh era considerada sólo como un grupo religioso extremo y nadie la asociaba al terrorismo. Incluso fue catalogada como "apolítica" y "pacifista", hasta que diversos hechos la pusieron en la mira. Uno de ellos fue la detención en Pakistán del sirio nacionalizado español Mustafá Setmarian, considerado el padre de la llamada "estrategia de la resistencia islámica global". Setmarian controlaba una escuela de yihadistas en Afganistán, y según el diario ABC de España, pertenece a la Tabligh. Su caso no es aislado. El estadounidense John Walter Lindh fue condenado a 20 años de prisión tras ser descubierto en un campo de entrenamiento de Al Qaeda. De acuerdo con distintos medios, fue reclutado por Jamaat Al Tabligh.
Según fuentes del Ministerio Público, estas conexiones han sido investigadas por la inteligencia policial, diligencias que se intensificaron luego del arresto de Khan.
Experto reconoce nexos con Al QaedaHoracio Calderón es argentino y experto en terrorismo global. Ha dado charlas en diferentes países y es consultado frecuentemente por la prensa trasandina. Afirma que el Tabligh es un movimiento con tres millones de predicadores. Explica que la agrupación busca captar seguidores que luego son enviados a las madrazas (escuelas coránicas) a Pakistán, donde son potenciales recursos para los campos de entrenamiento de Al Qaeda. Pero aclara que no es un grupo terrorista, sino extremista, y que por ahora no se le ha encontrado un nexo de alto nivel con Al Qaeda. Sí se han descubierto ciertas conexiones y casos que los unen. "Jamaat Al Tabligh es un movimiento mundial de gran magnitud, sin una estructura de comando férrea; un verdadero universo dentro del cual giran y rotan cuadros afines a diferentes organizaciones y grupos, con puntos comunes y no comunes a destacar", indica. "Entre los puntos comunes se encuentra la práctica férrea de la religión y del odio a todo lo que represente a Occidente, mientras que en los no comunes se diferencian porque hay quienes se inclinan por emigrar a movimientos y a grupos terroristas, y otros que prefieren concentrarse en la predicación", agrega. Sobre la conexión con Al Qaeda, Calderón sostiene que "existen casos, pasados y recientes, en que está fehacientemente probado que Jamaat Al Tabligh ha actuado como vector de transmisión de cuadros duros hacia la red Al Qaeda y a organizaciones terroristas afiliadas. Asimismo, que ha sido infiltrado por cuadros de esta red".