Las tensas relaciones entre Venezuela y Colombia han entrado en otra escalada con la detención de presuntos "espías" colombianos en territorio venezolano y una situación que analistas califican de "explosiva" en la extensa frontera común.
La falta de entendimiento entre los Gobiernos de ambos países ha llevado a una "mayor inseguridad" en la zona fronteriza ya que "no hay un trabajo conjunto de cooperación", dijo en declaraciones a Efe el politólogo Carlos Romero, para quien esta es la más grave consecuencia en la maltrecha relación.
"Es tierra de nadie", consideró el analista, según el cual la actual situación permite el tránsito de "irregulares" de todos los bandos, y aumenta la inseguridad y la violencia en una región ya complicada.
En opinión de Romero, el presidente venezolano, Hugo Chávez, está "determinado a no cooperar con Colombia" pero tampoco existe una voluntad por parte de su colega colombiano, Álvaro Uribe, para abrir vías de solución.
"Nadie quiere comenzar a dialogar (...) cada quien está calculando sus intereses", manifestó el experto, antes de advertir que se está "jugando con fuego".
En este contexto, Romero consideró que no tiene tanta importancia la captura de dos presuntos agentes del DAS colombiano, confirmada anoche por Chávez en declaraciones a la estatal Venezolana de Televisión (VTV).
El mandatario venezolano dijo que los dos supuestos funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia (DAS, inteligencia colombiana) fueron detenidos "haciendo espionaje" y que serán "juzgados" en tribunales nacionales.
Chávez aseguró que el "incremento" de la presencia de presuntos espías colombianos en Venezuela se debe a una supuesta conspiración contra su Gobierno, auspiciada por la "CIA y el Gobierno de Estados Unidos".
El gobernante no dio precisiones sobre las detenciones de los supuestos agentes, ni sobre su identidad, como tampoco ha habido más detalles al respecto hoy en Caracas, mientras la central colombiana de inteligencia aseguraba desconocer que hayan sido detenidos en Venezuela.
El anuncio de esa "captura" por el Gobierno venezolano se produjo dos días después de la noticia de la matanza de ocho ciudadanos colombianos, así como un peruano y un venezolano, en la zona de la frontera, del lado de Venezuela.
Esas 10 personas habían sido secuestradas, junto a otras dos, el domingo 11 de octubre mientras jugaban fútbol por individuos armados hasta ahora no identificados.
Uno de los secuestrados sobrevivió y se encuentra en una clínica venezolana bajo fuertes medidas de seguridad, mientras que la Policía investiga si un cuerpo hallado hoy en una zona de Táchira corresponde al otro nacional de Colombia hasta ahora considerado como desaparecido.
Para Carlos Romero, esas víctimas, todos ellos hombres jóvenes, han sido "carne de cañón, instrumento de grupos interesados" en fomentar mayores tensiones entre Caracas y Bogotá.
El analista recordó asimismo que el Gobierno venezolano se negó a permitir que Colombia enviara un avión para repatriar los restos mortales de las víctimas, que finalmente fueron llevados por las autoridades venezolanas por vía terrestre a su país.
"La situación es explosiva en toda la frontera, en la Guajira (norte), en la zona andina y en los llanos (sur)", comentó.
A su juicio, hay problemas en Venezuela, pero también en Colombia, donde "aumenta la violencia, se rearman los paramilitares" y donde hay una "situación política complicada" en torno a la cuestión de la eventual búsqueda de un nuevo mandato de Uribe.
Para el analista, la sociedad, en cada uno de los países, debería "reclamar" a sus gobernantes una vía de diálogo.
Romero también se mostró sorprendido de que la oposición venezolana tampoco le esté reclamando a Chávez por "haber llegado a este extremo" en la relación con el país vecino, "en su peor momento" desde hace 15 años.
En una intervención este miércoles, el presidente venezolano no volvió a referirse a los supuestos funcionarios colombianos detenidos.
No obstante, sí invitó a su colega de Estados Unidos, Barack Obama, a que "se sume a la lucha por la paz de Colombia, en vez de estar mandando siete bases militares" como "una buena forma de ganarse" el Premio Nobel de la Paz que le fue concedido.
Y reiteró Chávez que el nuevo acuerdo militar de Bogotá y Washington, que prevé el uso de siete bases militares colombianas por parte de efectivos estadounidenses, "es una amenaza contra nosotros (Venezuela) y (supuestamente) contra los pueblos de Suramérica"