PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

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BICENTENNIAL MILITARY ARMY OF CHILE 2010

REPORTAJES ESPECIALES E INFORMACIÓN ADICIONAL

viernes, 10 de julio de 2009

INTELIGENCIA COLOMBIANA COMPRUEBA ESTRATEGIA COMUN CHAVEZ-FARC JUNTO A TRAFICANTES DE ARMAS

LUCIO MARIN ALIAS IVÁN MARQUEZ (A LA IZQUIERDA) EN LA CITA CON HUGO CHAVEZ, EN LA QUE PACTARON SU ESTRATEGIA USANDO TRAFICANTES DE ARMAS PANAMEÑOS, BIELORUSOS Y EL FINANCIAMIENTO PARA LAS FARC.


Las autoridades colombianas analizan un vídeo difundido hoy, en el que aparecen "Alfonso Cano", máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), al igual que otros comandantes, aparentemente reunidos en una zona montañosa entre los departamentos del Tolima y Valle del Cauca, en la cordillera Central andina, en el suroeste del país.
El material analizado estaba en un campamento del frente "Víctor Saavedra", tiene una duración de 20 minutos, y podría haber sido grabado hace menos de un año.
Las autoridades centran su atención en las imágenes de Guillermo León Sáenz, verdadero nombre de alias "Alfonso Cano", quien reemplazó a Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", muerto de un ataque al corazón en marzo de 2008.
Los expertos buscan posibles cambios en la fisonomía de Cano, sobre todo las ocurridas en los últimos 10 años y que ahora serían más evidentes.
En el material fílmico también aparece alias "Pablo Catatumbo", cuyo verdadero nombre es Jorge Torres, de quien se dice estaría en Venezuela, en compañía de "Iván Márquez" (Luciano Marín Arango), "Rodrigo Granda" (Ricardo González) y "Timochenko" (Rodrigo Londoño Echeverri).
Otro de los dirigentes de las Farc que aparece en la cinta es alias "Pastor Alape", cuyo verdadero nombre es Félix Antonio Muñoz Lascarro, quien tras la muerte de "Tirofijo" ingresó como suplente al mando central de los rebeldes.
El 8 de noviembre de 2007, Hugo Chávez recibía en Caracas a Luciano Marín, alias Iván Márquez, dirigente de las FARC, bajo el supuesto motivo de impulsar el acuerdo humanitario con Colombia para canjear a 44 secuestrados por 500 guerrilleros presos. Eso fue la parte pública. Pero hubo otra reunión secreta.
En ella, el presidente venezolano “aprobó sin pestañear la solicitud” de 300 millones de dólares, unos 194 millones de euros, hecha por la guerrilla marxista. Además,
se diseñó un plan para recibir en la región venezolana del Orinoco el armamento enviado a las FARC por dos traficantes australianos y se puso en marcha un mecanismo de coordinación entre la guerrilla y el Ejército venezolano, al más alto nivel.
Así lo cuenta el propio Iván a sus compañeros del Secretariado de las FARC en un correo datado el 12 de noviembre de 2007. El mensaje está en uno de los notebooks incautados a Raúl Reyes, número dos de la guerrilla muerto el 1 de marzo del 2008 en el ataque colombiano contra su campamento en Ecuador. Bogotá pidio a Interpol que certificara la veracidad de los e-mails, cuyas concluciones no dejaron dudas sobre su autenticidad.
Aquella reunión en el Palacio de Miraflores oficializó una relación que se había desarrollado desde el año 2000 con intermediarios
y se había concretado en el suministro puntual de armamento a cambio del entrenamiento prestado por las FARC a miembros del Partido Comunista y otros grupos afines al chavismo en sus campamentos en suelo venezolano.
Dos hombres muy cercanos a Chávez encabezaban hasta esa fecha los contactos: el general Hugo Carvajal, jefe de la Inteligencia Militar, y el capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín. Los interlocutores de la guerrilla en Venezuela eran Iván Márquez y Rodrigo Granda, alias Ricardo.
Así, en un correo del 4 de enero de 2007, Iván explica que el general Carvajal y el general Alcalá les van a hacer llegar “la próxima semana bazucas (lanzagranadas) de gran potencia, de los cuales 10 serán para Timo (Timochenko, otro comandante guerrillero en la zona fronteriza) y 10 para acá”. El general Alcalá, además, iba a hacerse cargo del puerto de Maracaibo, “una gran ventaja” para el “desembarque de carga”. Todo apunta a que se trata de Cliver Alcalá, destacado en el Estado del Zulia, cuya capital es Maracaibo.
El envío se materializa días más tarde: “Los aparatos que hemos recibido con Timo son cohetes antitanque de 85 mm., 2 tubos y 21 cargas. El amigo dice que tienen más de 1.000 cargas, y que próximamente nos harán llegar otras más”, escribe Iván el 20 de enero. El general Carvajal se ha comprometido “a traer un ofertante de armas de Panamá”, mientras que el general Alcalá les hace saber que “los jefes de las Brigadas fronterizas tienen toda la disposición” para colaborar con ellos.
Asediadas por la aviación colombiana, las FARC buscan misiles antiaéreos. En marzo de 2007, Timochenko escribe que sus amigos de la inteligencia venezolana les ofrecen
“piezas para construirlos y garantizan el viaje para enviar a uno propio al Medio Oriente a realizar un curso en el manejo de cohetes”.
Los correos intercambiados entre los miembros del Secretariado de las FARC constituyen una preciosa bitácora de las relaciones con Venezuela
, no exentas de roces. Sin embargo, la decisión de Álvaro Uribe de permitir la mediación de Hugo Chávez en la negociación de un acuerdo humanitario con la guerrilla, en agosto de 2007, tuvo un efecto que el presidente colombiano no había calculado: el fortalecimiento de la alianza con la guerrilla. “Las FARC siempre habían buscado un encuentro directo con Chávez”, dice un analista de la inteligencia colombiana.
“Hasta la reunión en Miraflores, que puso en marcha una estrategia conjunta”.
Chávez considera su papel de mediador como “un asunto de proyección geopolítica de trascendencia”, en palabras de su ministro del Interior. En juego su papel como líder continental. La guerrilla lo sabe y se aprovecha: usa el canje como un paraguas para lograr de Chávez no sólo proyección internacional y su exclusión de la lista de organizaciones terroristas de la UE, sino fondos y armas para el “Plan Estratégico”, que no es otra cosa que la hoja de ruta para la toma del poder.
“Las FARC utilizan a Chávez”, dicen fuentes colombianas. En febrero de 2008, en el curso de una reunión secreta en Barinas, Chávez (que aparece ya en los correos con el seudónimo de Ángel) asegura que tiene listos los primeros 50 millones de dólares. “Nos ofreció la posibilidad de un negocio en el que nosotros recibimos una cuota de petróleo para comercializar en el exterior, lo cual nos dejaría una jugosa utilidad”, escriben Iván y Ricardo. El gerente de PDVSA (la petrolera estatal venezolana) está presente. Chávez se muestra exultante. Les organiza una cita con autoridades de Bielorrusia para conseguir armamento en el mercado negro. Y ofrece pagar con fondos de PDVSA los abogados de Simón Trinidad, comandante de las FARC juzgado en EE UU por secuestro y narcotráfico. Veinte días más tarde, el Ejército colombiano ataco el campamento de Raúl Reyes.

EL FACTOR DE DESEQUILIBRIO EN HONDURAS

*Joaquín Villalobos

Supuestamente hay ilegalidades y arbitrariedades en el derrocamiento del presidente Zelaya, pero Honduras no es Bélgica y ha cambiado, pero no tanto. No se trata de estar a favor o en contra de un golpe por simpatías ideológicas, un golpe de Estado es negativo por sí mismo, pero es necesario entender la realidad para evitar agravar un problema en vez de resolverlo. Fue irresponsable que la comunidad internacional no actuara antes de un golpe que se veía venir claramente. Previo a éste las noticias hacían comparaciones entre el número de efectivos de la policía y del ejército y suponían que la policía apoyaría al presidente. La cultura democrática en Latinoamérica está todavía lejos de estar arraigada. En Venezuela, después de 40 años de democracia, apareció Chávez, y en los últimos 17 años han caído gobiernos en cinco países del continente. Hay todavía grandes debilidades sociales, procesos de inclusión incompletos y el aprendizaje democrático de los ciudadanos y de los políticos ocurre sólo de forma gradual y casi siempre con retrocesos. Basta ver el caso de Putin como “hombre fuerte” de la “democracia” rusa, pero a nadie se le ocurriría aislar a Rusia por sus debilidades democráticas.
Este golpe no es igual que los del pasado: primero, ahora los militares no fueron el actor central sino el instrumento de un conflicto entre los tres poderes del Estado, no hay que confundir la forma con el contenido; segundo, no está planteada una interrupción democrática, en Honduras seguirán habiendo elecciones libres; tercero, hay una correlación de fuerzas interna en la que es obvio que el presidente es el eslabón más débil, es decir que Zelaya es fuerte afuera y los golpistas adentro. Esto último hace que la acción internacional se esté convirtiendo en imposición sobre una mayoría.Los anuncios de gobernantes de ir a Honduras a restablecer a Zelaya en el gobierno, se vuelven así provocaciones que incentivan la lucha callejera de ambos bandos y ese no es el papel de la comunidad internacional. Aislar a Honduras polariza más a hondureños y centroamericanos. Las derechas económicas y políticas de la región se han alineado con el nuevo gobierno y esto se puede extender a todo el continente, porque no sólo se trata de definir posición frente al golpe, sino también frente a Chávez. El factor causal es la polarización, el golpe fue la consecuencia. Las reacciones de retirar embajadores, cerrar fronteras y otras similares, por atacar la consecuencia agravan la causa.
Con imágenes de tanques y soldados reviviendo memorias y pasiones, es costoso decir que lo que en realidad ocurrió en Honduras es que le pusieron un alto a la intromisión de Chávez. La ilegalidad con la que actuaron los políticos y los militares hondureños responden a la realidad de una transición democrática incompleta en ese país, pero no hay que equivocarse, Honduras es la víctima, Chávez el victimario y Zelaya un pobre ingenuo que fue utilizado para crear este conflicto. Cuando los militares colombianos cruzaron la frontera con Ecuador fue un escenario similar, Colombia era la víctima, el campamento más estratégico de las FARC estaba en territorio ecuatoriano, pero el pecado formal fue meterse a otro país. Recientemente Perú tuvo más de 20 muertos en un conflicto indígena, la mayoría policías, en este hecho también había intromisión chavista y a esto se pueden agregar la maleta con dinero en Argentina, el apoyo a Ollanta Humala en Perú, a las FARC colombianas y al FMLN de El Salvador. Sin el dinero de Chávez, Daniel Ortega no hubiera podido realizar un fraude electoral en Nicaragua. En los años 60s, 70s y 80s, Cuba tuvo una política de apoyar insurgencias que peleaban contra dictaduras, esto fue parte de su defensa estratégica frente a los ataques de EEUU. Sin embargo, Chávez desestabiliza democracias sin que nadie este atacando a Venezuela, no hay bloqueo, no hay contra, no hay atentados y EEUU sigue siendo su principal comprador de petróleo.
Los rostros de Ortega, Chávez y Correa en la reunión de Managua no fueron de tristeza por un presidente derrocado, sino de alegría porque habían ganado un conflicto que les permite gobernar hacia afuera en vez de resolver problemas adentro de sus países. Los llamados a la rebelión y las consignas que propusieron Ortega y Chávez para la lucha de los hondureños hablan por sí mismas, quieren muertos en Honduras. El problema es que guste o no el aislamiento internacional abona al riesgo de violencia. Lo que se necesita es una política de mediación que ayude a la reconciliación entre los hondureños y no acciones supuestamente diplomáticas que contribuyan a la confrontación. Es necesario persuadir, no imponer y lo más importante hay que ver todo el problema y no sólo este golpe. Quizás lo de Honduras se resuelva negociando, pero sólo es cuestión de tiempo para que Chávez provoque otro conflicto en otro lugar y quizás otro gobierno se decida a pararlo rompiendo normas como ya lo hizo Colombia y ahora Honduras. No puede la comunidad internacional exigirle a Honduras restituir a Zelaya, sin hacer nada con el fraude que hizo Ortega en Nicaragua y sin hacer nada para ponerle alto al intervencionismo de Chávez.
*Joaquín Villalobos (San Salvador, 1951) es un político salvadoreño, fundador y máximo dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)) una de las cinco organizaciones que conformaron en 1980, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, durante la Guerra Civil de El Salvador. Signatario de los acuerdos de paz de El Salvador en 1992. Ha sido asesor y consultor en materia de pacificación y seguridad pública en México, Colombia, El Salvador, Sri Lanka, Filipinas, Bosnia y otros países. Actualmente se encuentra escribiendo la tesis doctoral en Ciencias Políticas en la Universidad de Oxford UK.

¿QUE ES EN REALIDAD EL ALBA-TCP, DE HUGO CHAVEZ?


*Carlos Malamud

El 24 de junio del 2009 se realizo una Cumbre extraordinaria de los presidentes de los países latinoamericanos del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América), en el venezolano estado de Carabobo, a 130 kilómetros de Caracas. La fecha coincidio con un nuevo aniversario de la batalla del mismo nombre, decisiva en el proceso de emancipación de la Gran Colombia. En esta Cumbre se materializo la incorporación de tres nuevos miembros: Ecuador, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.
El número de integrantes del ALBA aumenta a nueve, los tres mencionados
más Venezuela y Cuba, los fundadores, y las incorporaciones posteriores de Bolivia, Nicaragua, Honduras y Dominica.
El 14 de diciembre de 2004, en La Habana, Hugo Chávez y Fidel Castro decidieron impulsar el ALBA, cuyas siglas entonces significaban Alternativa Bolivariana para las Américas, en clara oposición al proyecto estadounidense del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). De ahí que la línea del ALBA contradijera claramente cualquier orientación y formato librecambista, postura que se mantiene hasta hoy como la principal seña de identidad del ALBA.
Para profundizar el enfoque contrario al libre cambio, en otra reunión celebrada en Cuba el 29 de abril de 2006, Chávez, Castro y Evo Morales firmaron el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), un confuso documento que buscaba impulsar los intercambios de bienes y servicios entre los países del ALBA a partir de mecanismos no mercantiles. Al menos teóricamente el ALBA quiere constituirse en un esquema de integración que no recurra a mecanismos típicamente capitalistas, aunque los pasos dados hasta ahora son bastante contradictorios y se han obtenido escasos resultados concretos. Pese a ello, y a los logros integracionistas más bien modestos, por no decir prácticamente nulos, el canciller ecuatoriano, Fander Falconí, manifestó que el ingreso de su país en el ALBA impulsará la integración regional.
Para el ministro, el ALBA se está constituyendo en un esquema de integración "que busca potenciar las ventajas comparativas de sus países miembros y, de esa manera, compensar las asimetrías existentes en la región". Como no podía ser de otro modo, la retórica grandilocuente y con objetivos imposibles de concretar termina imponiéndose. Así, uno de los proyectos estrella de Ecuador para su nueva etapa de miembro pleno del ALBA es el Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE). Según las autoridades ecuatorianas se trataría de un sistema de pagos que busca agilizar las transacciones comerciales entre los países miembros al permitir el pago de saldos entre exportaciones e importaciones.
Más allá de las buenas intenciones, este tipo de proyectos no tiene en cuenta ni la dimensión de las economías implicadas en el ALBA, ni el volumen de los intercambios entre unos y otros. Salvando la relación con Venezuela, impulsada de forma bastante artificial en los últimos tiempos, y en mucho menor medida con Cuba, las exportaciones e importaciones entre el resto de los países son prácticamente insignificantes. Venezuela es de lejos la mayor economía del ALBA con un PIB de US$ 379.000 millones. Gracias al petróleo es la cuarta economía de América Latina tras Brasil, México y Argentina, si bien por sus problemas económicos, reflejados en una inflación cada vez menos controlable y la falta de seguridad jurídica, no es capaz de atraer la inversión extranjera directa, aunque ésta se busca en inversiones de empresas estatales, principalmente chinas, rusas o iraníes, aunque también brasileñas. Bastante atrás está Ecuador, cuyo PIB anual no llega a los US$ 65.000 millones, menos del 15% del de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en su conjunto. Se trata de la octava economía regional. Le siguen a más distancia Cuba (45.000 millones), Honduras (22.000 millones) y Bolivia (18.000 millones). Por su parte, el PIB sumado de Nicaragua, Dominica y San Vicente y las Granadinas no llega a u$a 10.000 millones. Como señalaba El Comercio, de Ecuador, todos los países del ALBA, salvo Venezuela, superan por poco el PIB de Perú (130.000 millones), pero distan mucho de alcanzar los 203.000 millones del PIB de Colombia.
Los principales atractivos para los países que se quieren integrar al ALBA son los fondos de la cooperación venezolana y Petrocaribe, de gran poder de convocatoria entre los países más pobres de América Central y el Caribe. Aquí es donde encontramos, precisamente, las principales fortalezas y debilidades del ALBA. Por un lado tenemos a un grupo de países capaz de actuar de forma bastante disciplinada en los foros internacionales, especialmente en la medida en que
la línea viene dictada por el gobierno de Hugo Chávez. Por el otro, la unidad se mantiene a golpe del talonario de cheques, y la cohesión de las filas se prieta en tanto los recursos económicos sigan llegando desde Caracas. Éste es el aliciente que explica la presencia prácticamente unánime de mandatarios en las Cumbres del presidente Chávez.
La integración al ALBA no le sale gratis a los países miembros. Las necesidades estratégicas de Hugo Chávez son las que priman por encima de otras consideraciones. Por eso Irán se vinculó en 2007 como miembro observador del ALBA. El peaje que han tenido que pagar Nicaragua, Bolivia y Ecuador es el reforzamiento de sus relaciones con Irán, algo totalmente ajeno al bagaje histórico, cultural y comercial de esos países. De momento Hugo Chávez ya ha salido en defensa de la "revolución islámica". (N. no olvidar el arribo de Hezbola y su embajada en Caracas, Venezuela) Es de suponer que en muy poco tiempo, el resto de los países miembros, imbuidos de doctrina bolivariana, terminen haciendo algo semejante.

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*Carlos Malamud es Catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Eduación a Distancia (UNED), de España, e Investigador Principal para América Latina y la Comunidad Iberoamericana del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford y en la Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires y ha estado en posesión de la Cátedra Corona de la Universidad de los Andes, de Bogotá. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que ha sido su subdirector.
Comenzó su carrera académica trabajando en historia económica del período colonial para luego especializarse en historia política latinoamericana de los siglos XIX y XX. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina.
Ha escrito numerosos libros y artículos de historia latinoamericana, destacando su reciente Historia de América, Alianza Editorial, Madrid, 2005. Colabora frecuentemente en prensa escrita, radio y TV. Sus artículos se publican en El País, ABC y El Correo (Bilbao). Colabora regularmente en la Cadena Ser (Hoy por hoy), el Canal 24 Horas de TVE y Radio Exterior de España. Es responsable de la sección de América Latina de la Revista de Libros.