En un avión con matricula V1496 de Venezuela, arribo hoy a Chile a las 11.10 hrs. hora local, el depuesto ex presidente hondureño Manuel Zelaya. El cual fue recibido con honores de jefe de estado. Zelaya después de unos minutos de expectación, bajo del avión que lo trajo desde Brasil en una gira sudamericana que proseguirá con una parada en Lima, Perú, donde será recibido por el presidente Alan García.
Zelaya fue recibido con honores en el Palacio de la Moneda por la presidenta chilena Michele Bachelet. La que fuera de protocolo, salio a la afueras del palacio presidencial para conducirlo hasta partidarios del Partido Comunista que portaban carteles y banderas de dicho partido. Partidarios que habían protagonizado violentos desmanes con la policía minutos previos. Zelaya se acerco a la muchedumbre portando un colorido megáfono color rojo, dando declaraciones a los pocos partidarios presentes con frases alusivas al derrocado presidente chileno Salvador Allende en 1973. Haciendo referencia a "La Junta Militar fascista y oligarca que tortura y asesina a mi pueblo". Luego la presidenta chilena ofreció a Zelaya un recorrido por el palacio presidencial a Zelaya para luego sostener una reunión almuerzo con los jefes de partidos de izquierda y centro izquierda.
Hechos protocolares y pintorescos rayando en lo circense mas o bizarras visitas menos, lo importante para la comunidad chilena mayoritaria es la desazón que ha producido ver a un cuestionado Zelaya con el fantasma a cuestas de su padrino político e ideológico Hugo Chávez, y su revolución marxista bolivariana, siendo recibido por su presidenta con honores en el Palacio de la Moneda.
Michele Bachelet al igual que los demás presidentes latinoamericanos han hecho uso y abuso de un conocido doble estándar respecto a temas como la defensa de la democracia, la no ingerencia en asuntos de estado, y la defensa de la libertad de expresión y los DD.HH. En donde las rasgaduras de sus vestiduras políticas por el golpe de estado en Honduras, no han estado a la par frente a las gravísimas violaciones de los DD.HH más básicos en Cuba. Al apoyo económico, militar y logístico de Venezuela a las FARC y al increíble entramado narcotráfico-grupos guerrilleros de Ecuador y Venezuela.
Zelaya fue recibido con honores en el Palacio de la Moneda por la presidenta chilena Michele Bachelet. La que fuera de protocolo, salio a la afueras del palacio presidencial para conducirlo hasta partidarios del Partido Comunista que portaban carteles y banderas de dicho partido. Partidarios que habían protagonizado violentos desmanes con la policía minutos previos. Zelaya se acerco a la muchedumbre portando un colorido megáfono color rojo, dando declaraciones a los pocos partidarios presentes con frases alusivas al derrocado presidente chileno Salvador Allende en 1973. Haciendo referencia a "La Junta Militar fascista y oligarca que tortura y asesina a mi pueblo". Luego la presidenta chilena ofreció a Zelaya un recorrido por el palacio presidencial a Zelaya para luego sostener una reunión almuerzo con los jefes de partidos de izquierda y centro izquierda.
Hechos protocolares y pintorescos rayando en lo circense mas o bizarras visitas menos, lo importante para la comunidad chilena mayoritaria es la desazón que ha producido ver a un cuestionado Zelaya con el fantasma a cuestas de su padrino político e ideológico Hugo Chávez, y su revolución marxista bolivariana, siendo recibido por su presidenta con honores en el Palacio de la Moneda.
Michele Bachelet al igual que los demás presidentes latinoamericanos han hecho uso y abuso de un conocido doble estándar respecto a temas como la defensa de la democracia, la no ingerencia en asuntos de estado, y la defensa de la libertad de expresión y los DD.HH. En donde las rasgaduras de sus vestiduras políticas por el golpe de estado en Honduras, no han estado a la par frente a las gravísimas violaciones de los DD.HH más básicos en Cuba. Al apoyo económico, militar y logístico de Venezuela a las FARC y al increíble entramado narcotráfico-grupos guerrilleros de Ecuador y Venezuela.
La presidenta chilena se suma a la completa ceguera política que ha caracterizado a quienes se han rendido a Hugo Chávez, ya sea por interés económico como Ecuador, Argentina y Bolivia o como en el caso chileno, por una absurda retórica romántica política, casi naif y sesentera tan inserta en el actuar de la presidenta Bachelet. Gobernar para alcanzar las utopías. ¿Sabrá Bachelet que Fidel Castro agoniza en su mullida cama con sabanas de seda, en medio de una Cuba paupérrima y sumida en la miseria?¿ sabrá acaso que su adorada Alemania Comunista en donde fue cobijada con privilegios que ni los mismos sufridos alemanes podían tener, ya no existe?
Afortunadamente nuevos aires, que de seguro estarán muy lejos de los reprochables palmoteos a la espalda chavista, están corriendo en Chile. La coalición actual gobernante de centroizquierda, Concertación, según todos los sondeos, se da por derrotada en primera o segunda vuelta frente al candidato de derecha Sebastián Piñera para las próximas elecciones presidenciales en octubre de este año. Para esa época, Zelaya será solo un bochornoso y prescindible recuerdo en la historia diplomática chilena y sudamericana.