El General Freddy Padilla De León -Comandante General Conjunto de las fuerzas armadas de Colombia y desde el pasado 23 de Mayo también Ministro de Defensa- nuevamente se refirió a las conversaciones que llevan adelante las autoridades de su país y Estados Unidos, con el fin de llegar a un acuerdo para que aviones militares de Estados Unidos puedan operar desde bases aéreas colombianas. El objetivo es proveer a Washington de una base alternativa a las instalaciones a que tiene acceso en base aérea ecuatoriana de Manta, que debe abandonar en Noviembre próximo, cuando expira el acuerdo de arriendo actual.
El alto oficial colombiano volvió a referirse al tema el pasado Martes 19 de Mayo, un día después de que el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Sr. William Brownfield, afirmara que Washington está negociando con el gobierno colombiano para obtener acceso a bases aéreas del país sudamericano. La oferta de utilizar bases aéreas en Colombia fue planteada por primera vez el 5 de Marzo pasado por el entonces ministro de Defensa de Colombia, Sr. Juan Manuel Santos, en una reunión sostenida en Bogotá con el Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor Conjunta de los estados Unidos, Almirante Michael Mullen.
El General Padilla indicó que el acuerdo que se busca será distinto al que existió entre Estados Unidos y Ecuador, y bajo el cual Manta se constituyó en el principal centro de las operaciones de los Estados Unidos en apoyo a la lucha contra el narcotráfico en América del Sur. Explicó que se busca “una participación que sea efectiva, contundente, pero en los parámetros del siglo XXI”, por lo que las conversaciones se desarrollan de “forma muy seria” y “muy respetuosa” de la soberanía de Colombia, con el fin de “colaborar” en el esfuerzo contra el narcotráfico.
En esa misma línea, el embajador Brownfield había subrayado el día anterior que se trata de “luchar contra el narcotráfico y el terrorismo”, asegurando que el control de las bases aéreas seguirá “bajo bandera colombiana y mando colombiano”. En su intervención, el General Padilla adelanto que, pese a que no se había arribado aún a un acuerdo definido y definitivo, ya se había autorizado provisoriamente que las aeronaves estadounidenses hagan escalas logísticas en las bases aéreas colombianas.
Colombia es el país de América del Sur que mantiene las relaciones más estrechas con Estados Unidos en lo que a colaboración militar y política exterior se refiere. Desde 2000 Washington ha contribuido con más de USD 5.500 millones en equipamiento y recursos financieros al ‘Plan Colombia’, a fin de dotar a las fuerzas armadas y de seguridad de ese país con los medio necesarios para luchar contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales. Entre estas últimas destacan las guerrillas izquierdistas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El alto oficial colombiano volvió a referirse al tema el pasado Martes 19 de Mayo, un día después de que el embajador de Estados Unidos en Bogotá, Sr. William Brownfield, afirmara que Washington está negociando con el gobierno colombiano para obtener acceso a bases aéreas del país sudamericano. La oferta de utilizar bases aéreas en Colombia fue planteada por primera vez el 5 de Marzo pasado por el entonces ministro de Defensa de Colombia, Sr. Juan Manuel Santos, en una reunión sostenida en Bogotá con el Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor Conjunta de los estados Unidos, Almirante Michael Mullen.
El General Padilla indicó que el acuerdo que se busca será distinto al que existió entre Estados Unidos y Ecuador, y bajo el cual Manta se constituyó en el principal centro de las operaciones de los Estados Unidos en apoyo a la lucha contra el narcotráfico en América del Sur. Explicó que se busca “una participación que sea efectiva, contundente, pero en los parámetros del siglo XXI”, por lo que las conversaciones se desarrollan de “forma muy seria” y “muy respetuosa” de la soberanía de Colombia, con el fin de “colaborar” en el esfuerzo contra el narcotráfico.
En esa misma línea, el embajador Brownfield había subrayado el día anterior que se trata de “luchar contra el narcotráfico y el terrorismo”, asegurando que el control de las bases aéreas seguirá “bajo bandera colombiana y mando colombiano”. En su intervención, el General Padilla adelanto que, pese a que no se había arribado aún a un acuerdo definido y definitivo, ya se había autorizado provisoriamente que las aeronaves estadounidenses hagan escalas logísticas en las bases aéreas colombianas.
Colombia es el país de América del Sur que mantiene las relaciones más estrechas con Estados Unidos en lo que a colaboración militar y política exterior se refiere. Desde 2000 Washington ha contribuido con más de USD 5.500 millones en equipamiento y recursos financieros al ‘Plan Colombia’, a fin de dotar a las fuerzas armadas y de seguridad de ese país con los medio necesarios para luchar contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales. Entre estas últimas destacan las guerrillas izquierdistas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).