Estados Unidos ha sido el principal blanco de los ataques del presidente venezolano, Hugo Chávez, y sus pares de la Alianza Bolivariana para las Américas(ALBA), reunidos este domingo en la capital cubana.
Ya en el discurso de inauguración de la cumbre, a primera hora de este domingo, el mandatario anfitrión, general Raúl Castro, dijo que "se agudiza el enfrentamiento" del bloque con el "imperio" norteamericano.
"Se agudiza el enfrentamiento entre dos fuerzas históricas. De un lado, un modelo político y económico dependiente, elitista y explotador, heredero del colonialismo y el neocolonialismo, subordinado a los intereses del imperio", afirmó el general Castro.
"Del lado opuesto -añadió-, el avance de las fuerzas políticas revolucionarias y progresistas, que representan a las clases tradicionalmente desposeídas y discriminadas".
En la tarde, en un descanso de las reuniones a puerta cerrada, Chávez afirmó que recientes advertencias de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, sobre las relaciones de Venezuela y Bolivia con Irán son una "abierta amenaza" contra la Alianza.
"Son los signos evidentes de una ofensiva imperial que trata de frenar el avance de las fuerzas progresistas y recuperar su patio trasero", aseguró a periodistas el mandatario venezolano.
Chávez explicó que hizo referencia a las declaraciones de Clinton en su intervención en la Cumbre, pues son uno de los "signos de la ofensiva imperial", que incluye el golpe militar en Honduras y el acuerdo para que tropas de Estados Unidos utilicen bases militares en Colombia, entre otras "amenazas".
"Son una amenaza sobre todo contra Venezuela y Bolivia, pero es contra todo el ALBA, contra la Alianza Bolivariana. Ella dice: deberán medir consecuencias; o sea, una abierta amenaza", agregó.
"Ante eso, nosotros así lo hemos acordado y hoy lo hemos ratificado, debemos fortalecer el ALBA y acelerar desde todos los puntos de vista, económico, político, social. En eso estamos ahora mismo", explicó Chávez, y resaltó que su respuesta a Clinton es similar a la que ya dio el presidente de Bolivia, Evo Morales.
"Lo mismo que dijo Evo. La indigestión que la tengan ellos, nosotros no podemos estar tomando pastillas, que la tomen ellos mismos", declaró el mandatario venezolano, fundador de la Alianza en 2004 junto con el entonces presidente cubano, Fidel Castro.
Según Raúl Castro, hasta ahora "solo han hablado dos o tres presidentes", pero la reunión ha sido "magnífica".
"Después publicaremos todo lo que se pueda publicar -dijo-. Sencillamente, no hay prensa para poder discutir más ampliamente".
"Esas reuniones donde se tienen que hablar algunas cosas serias, con toda la prensa adentro, ustedes comprenderán que no puede ser", apuntó el anfitrión de la quinta cumbre de la ALBA en 2009.
Además de Castro y Chávez, asisten a la reunión Morales y el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
Los otros dos países latinoamericanos de la Alianza, Ecuador y Honduras, están representados por sus cancilleres, Fander Falconí y Patricia Rodas, respectivamente.
Rodas asiste a la reunión ya que el bloque sigue reconociendo a los funcionarios del Gobierno del derrocado presidente Manuel Zelaya, cuyo incierto futuro es otro de los puntos de discusión de la cumbre.
Raúl Castro culpó al Gobierno "usurpador y golpista" de Honduras que encabeza Roberto Micheletti de haber impedido la "presencia física" de Zelaya en la cumbre, y criticó a quienes "terminaron aceptando" la maniobra golpista y la "farsa electoral" en ese país, en referencia a las pasadas elecciones de noviembre.
Las tres naciones del Caribe que completan la Alianza -San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbuda- enviaron funcionarios de menor rango.
No asistió el ex presidente Fidel Castro, sobre cuya reaparición en esta cumbre -tras casi cuatro años de convalecencia- había expectativas alentadas por Chávez y Morales en las últimas semanas.
"Les traslado el saludo de Fidel, quien está siguiendo atentamente esta reunión", afirmó dijo el anfitrión.