El grupo de espías estadounidenses al servicio de Rusia, arrestados el lunes en Nueva York, pudo haber sido descubierto gracias a la colaboración de un desertor ruso de alto rango que durante cinco años movió los hilos del espionaje de su país en Estados Unidos.
Coronel del SVR Sergei Tretyakov
Al menos es lo que se constata cuando se cruza las fechas en que el FBI comenzó a seguir a algunos de los miembros del grupo, incluso en países de Latinoamérica como Perú, y la etapa en que el diplomático ruso Sergey Tretyakov comenzó a trabajar como doble agente para el FBI y, finalmente, desertó en octubre del año 2000.
"Las operaciones de contrainteligencia no nacen del aire. Alguien tiene que aportar un indicio que alerte a los investigadores", dijo un informe del centro de análisis de inteligencia Stratfor, divulgado el viernes. Según el centro de análisis ese "indicio" pudiera haber sido aportado por Tretyakov.
Es más, el antiguo diplomático también estaría detrás del arresto de Robert Hanssen, un ex oficial de alto rango del FBI atrapado tras 22 años de espiar para Moscú.
En la ONU
Tretyakov llegó a Nueva York en 1995 como el "primer secretario de la embajada de la Federación Rusa ante Naciones Unidas", la tapadera creada para el segundo oficial de más alto rango en Estados Unidos del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR), el sucesor de la KGB soviética.
Según su libro de memorias 'Comrade J', editado el año 2007 en Estados Unidos, Tretyakov dijo que su trabajo en Naciones Unidas era básicamente controlar a los demás espías rusos, leer sus informes y enviarlos a Moscú y, además, seguir las actividades de diplomáticos y periodistas de otros países e intentar reclutarlos.
Pero en ningún momento se refiere a los agentes 'ilegales', encubiertos y fuertemente protegidos por el anonimato dentro de la sociedad estadounidense, cuando los agentes del FBI sostienen que, por lo menos 7 de los presuntos espías, eran 'atendidos' por la oficina del SVR dentro de la embajada rusa en Naciones Unidas.
A la luz de los arrestos del lunes pasado, la omisión de la presencia y operaciones de los 'ilegales' en un libro publicado siete años después de su deserción no parece ser casual. La única mención a un agente 'ilegal' hecha por Tretyakov es un tal 'V', que vivía en Manhattan, pero era atendido directamente por otro agente del SVR llegado de Moscú.
Sin embargo, en el libro Tretyakov no deja de alardear de que su paso por Nueva York constituyó "uno de los momentos de mayor éxito del espionaje ruso en Estados Unidos en tiempos recientes".
Coincidencia de fechas
Tretyakov hizo un primer intento de deserción en 1997, pero el FBI lo convenció de trabajar durante algún tiempo como doble agente, hasta que desertó totalmente en octubre del año 2000.
Durante ese tiempo, el ex oficial ruso entregó a Estados Unidos 5.000 cables secretos sobre las actividades de espionaje de Rusia y unos 100 informes de inteligencia.
El pliego acusatorio entregado por las autoridades estadounidenses a un juez federal en Nueva York, para justificar el arresto de los presuntos espías, no indica cómo ni cuándo las autoridades comenzaron a sospechar que algunos de los detenidos estaban espiando para Moscú.
Pero el análisis de Stratfor señala que el comienzo de las investigaciones coincide con la época en que Tretyakov "estaba pasando información al FBI".
"Los momentos en que Tretyakov estaba cooperando con el gobierno estadounidense y el instante en que comenzó la investigación que llevó al arresto de los 11 sospechosos [uno logró escapar en Chipre] sugiere que la cooperación de Tretyakov pudo ser la fuente original" que puso el gobierno de Estados Unidos al tanto de las actividades del grupo, dijo el análisis. "Las pruebas son circunstanciales, pero el momento y el local coinciden", agregó.
Desde entonces y durante 10 años, el Grupo Especial de Vigilancia del FBI, siguió de cerca la red de agentes 'ilegales' rusos en ciudades como Nueva York, Boston y Washington, colocó cámaras de vídeo y micrófonos en sus casas, locales de trabajo y de encuentros con los oficiales a su cargo.
Según Stratfor es uno de los mayores casos de espionaje en toda la historia de Estados Unidos.
Hanssen
Pero no sería la única vez en que Tretyakov parece estar detrás de la captura de agentes rusos operando en Estados Unidos.
El 17 de noviembre del año 2000, escasas dos semanas después que el ex agente ruso se pasó al oeste, el FBI formó un grupo de trabajo para investigar una información alarmante. Según publicó posteriormente el diario USA Today, los agentes recibieron de "una fuente rusa" un legajo de documentos originales de la KGB en los cuales se indicaba que había un agente infiltrado en su seno.
Los documentos no mencionaban el nombre del posible infiltrado. Pero precisaban que cuando se molestaba con sus subordinados acostumbraba a pronunciar una palabrota en particular que, en su tiempo, fue popularizada por el general George S. Patton. Los agentes tardaron menos de un mes en dar con él.
Desde el 12 de diciembre en que lo identificaron, el FBI se dedicó a seguirlo y recopilar pruebas de su colaboración con los rusos, hasta que lo detuvo en frente de su casa el 18 de febrero del 2001.
Las autoridades estadounidenses nunca han querido confirmar si el ex agente ruso entregó los documentos del KGB que permitieron identificar a Hanssen. Pero, de nuevo, las fechas 'coinciden'.
Ya en febrero del 2001, el diario USA Today, lo había dado a entender. "Aunque las autoridades declinaron decir quien entregó los documentos rusos que ayudaron a dar con Hanssen, el intercambio ocurrió en momento cercano a la deserción del alto diplomático ruso Sergey Tretyakov y su familia de la misión en Naciones Unidas". (...) [Pero], "un alto funcionario del Gobierno estadounidense no desechó la posibilidad de que Tretyakov estuvo envuelto", escribió el rotativo.
Lo cierto es que si Tretyakov entregó Hanssen a sus nuevos amigos, la cosa sonó como un regalo de despedida del SVR.