El nuevo director de la ANI, Gonzalo Yuseff, comenzó a reestructurar la institución. Esta semana tendrá su primera reunión oficial en La Moneda para definir los nuevos énfasis en el trabajo secreto del organismo. Habrá mayor profundidad en la seguridad pública y en los grupos violentistas.
*Carlos Saldivia
La próxima semana, el nuevo director de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), Gonzalo Yuseff Quirós, tendrá su primera cita clave. Designado hace un mes, el denominado Señor 10 (por el piso donde se halla su oficina) cruzará las seis cuadras que separan su despacho en Tenderini 115 de La Moneda. Debutará en su primera reunión formal de trabajo sobre temas reservados con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Ministro del Interior Rodrigo Hinzpeter saluda al abogado Gonzalo Yussuf (a la derecha), nuevo director de la ANI
En esta cita se sellará el nuevo énfasis que el Presidente Sebastián Piñera pretende darle a la institución, cuyas directrices apuntan a reforzar la seguridad interna. Los puntos de mayor relevancia en la agenda serán la ola de atentados con bombas que han detonado en Santiago desde 2006 y el auge de grupos violentistas vinculados a la causa mapuche.
El ministro Hinzpeter (43) y el director Yuseff (39) se conocen perfecto, cultivan una fuerte afinidad y confianza. Ambos son abogados, se conocen desde hace más de 20 años, desde la época universitaria, y militaron juntos en RN hasta 2004, cuando Yuseff renunció para entrar al Ministerio Público. La cita no aspira a convertir a la ANI en algo radicalmente distinto de lo que es hoy, debido a que la Ley de Inteligencia, que regula sus funciones, no ha variado. Sin embargo, se pueden modificar ciertos focos y énfasis en su rol como ente asesor de La Moneda.
El factor de los explosivos
En el círculo de los hombres más cercanos al Presidente evalúan que, hasta ahora, la ANI no ha tenido un trabajo de inteligencia eficiente en materias de seguridad interna, y es precisamente eso lo que la nueva administración de Palacio busca desarrollar de forma prioritaria. "El caso más emblemático es que el año pasado la ANI no pudo colaborar eficazmente en la investigación por la ola de atentados con bombas que lleva la Fiscalía Nacional", señala una fuente de gobierno. A mediados del año pasado, el fiscal Xavier Armendáriz envió a la ANI dos oficios pidiendo información sobre los autores de los ataques, pero el servicio respondió que no había antecedentes concretos, lo que motivó críticas al rol de la institución. Los nuevos inquilinos de La Moneda pretenden mejorar los resultados en este campo, junto con desarrollar una mayor coordinación con las policías.
Para el Gobierno, los temas de las bombas y de la seguridad ciudadana son claves. De hecho, a sólo 10 días de haber asumido Rodrigo Hinzpeter en la cartera del Interior, se reunió con el propio Armendáriz y su equipo de fiscales adjuntos para informarse en detalle de los avances y escollos que existen sobre este caso. Tras este reservado encuentro, la conclusión fue que el trabajo de inteligencia había sido insuficiente o ineficaz.
Fuentes de La Moneda precisan que no se persigue que la ANI comience a dedicarse a indagar a delincuentes comunes, sino que profundice de forma clara ciertas áreas de seguridad interna. "Obviamente, la ANI seguirá monitoreando los temas clásicos, las amenazas externas y las tareas de contrainteligencia que pueden presentar riesgos para Chile, pero tiene que haber una mirada en la seguridad interna del Estado más intensa; a eso se apuntan los cambios", señalan en el gobierno. Yuseff explicó que por ley no puede comentar el diagnóstico que observó en la institución a su llegada, ni tampoco si su concepción del trabajo de inteligencia se acerca más a lo estratégico o a lo operativo. Aunque sí aceptó indicar que bajo su gestión el mayor énfasis estará orientado a producir inteligencia para asesorar al Presidente, "al ministro del Interior y a los niveles superiores de conducción del Estado, con el objetivo de preservar el orden constitucional y la soberanía nacional". Según personeros oficialistas, Yuseff quiere también profesionalizar al servicio secreto. Para ello, persigue incorporar un mayor porcentaje de abogados e investigadores con experiencia en distintas áreas de seguridad. De hecho, el nuevo director ya comenzó a mover las primeras piezas de esta reingeniería. La semana pasada desembarcaron en la Agencia tres hombres de su exclusiva confianza, que lo asistirán en las modificaciones. Primero lo hizo el subdirector, el abogado Patricio Torres, también ex fiscal, y luego el ingeniero comercial Franco Antonucci y el ingeniero civil Marcelo Chahín Inostroza. En sus primeros días al mando de la ANI, los nuevos directivos se han abocado además a inspeccionar el presupuesto de la institución y a evaluar y a entrevistar al personal de mayor graduación y conocer en detalle el trabajo de las seis divisiones del organismo. Yuseff mostró un particular interés por la División de Inteligencia, donde están las unidades más funcionales a sus planes: la Unidad de Organizaciones Criminales y la de Terrorismo. Incluso, solicitó a su antecesor, Gustavo Villalobos, que se las mostrara personalmente
"Nunca quise ser jefe"
Un mozo lo recuerda perfecto. La primera semana de abril, desde Tenderini 115 se solicitó una reserva para 90 personas, a las 21.00 horas, en el céntrico restaurante "Los Buenos Muchachos", a nombre de la ANI.
El motivo de la festividad se debía a la despedida de Gustavo Villalobos de su puesto. Llegaron 81 personas. En su breve pero emotivo discurso final dijo: "Gracias, en realidad nunca quise ser jefe, espero les vaya bien". Luego de ello, comenzó la cumbia con la orquesta en vivo