Varios miles de ciudadanos peruanos se reunieron el sábado en el parque Quinta Normal de Santiago de Chile para celebrar, anticipadamente, el aniversario número 189 de la independencia de su país, que se cumplirá este miércoles 28. El embajador peruano Carlos José Pareja saludó personalmente a la comunidad residente en Chile, en el marco de un show artístico que se realizó en la tarde de ayer. Al mediodía se había celebrado una eucaristía con el mismo fin.
Los varios miles de peruanos reunidos en el parque dieron rienda suelta a sus emociones, evocando su tierra lejana, la separación de sus familiares y también festejando el aniversario, olvidando por algunas horas la difícil situación que una gran cantidad de ellos vive como extranjeros o ilegales en Chile.
Muros carcomidos por la humedad y los años, pisos de madera podrida, ropa tendida en cordeles y solo cartones para aislar el frío son los elementos que componen las pequeñas y hacinadas viviendas de los peruanos residentes en la Región Metropolitana de Santiago de Chile.
Bernardita Álvarez y Jaime Pinochet
Duras condiciones de vida deben enfrentar los emigrantes peruanos en Chile al solo poder insertarse en la economía informal o trabajos mal remunerados
Así lo informo el periódico chileno "El Mercurio" publicado en un reportaje especial el día domingo recién pasado. Tras realizar un recorrido por los principales barrios donde habitan, en las comunas de Santiago, Recoleta, Independencia y Estación Central. Cités y casonas antiguas con una pieza por familia es la intimidad común en ellos.
Situación que empeoró tras el terremoto del 27F. La infraestructura de estas construcciones salvó parcialmente del sismo y, a cinco meses, los daños persisten.
Según un informe del Departamento de Extranjería, hay 130.859 peruanos en Chile. En 2009, se entregaron 27.580 visas de residencia temporal y 28.203 de permanencia definitiva. Sin embargo, unas 2.500 personas estarían en una condición de ilegal sin poder optar a contratos de trabajo o atención medica dado su condición de ilegal, según el Consulado General de Perú en Chile.
Por las piezas en que viven pagan arriendos de entre $50 mil (US$96 dolares) y $95 mil mensuales (US$182 dolares). Aprovechan los techos altos de las casonas antiguas para construir segundo pisos artesanales con el objetivo de admitir más inquilinos.
Humedad y aliños fuertes son los olores que distinguen sus habitaciones. Principalmente, el aroma a comida, pues en la misma pieza hay cocinas, además de refrigerador, microondas, equipo de música y juguera. El masivo uso de estos artículos presenta un riesgo inminente de incendio. El cual provoca frecuentemente sobrecarga en los sistemas eléctricos de las antiguas viviendas arrendadas por piezas, con los consiguientes incendios en donde pierden sus pocos enceres personales y hasta sus vidas, dado lo ligero del material de construcción.
"En Chile la gente no les arrienda a peruanos. Frente a eso hay algunos peruanos como nosotros que han arrendado casas grandes, han hecho subdivisiones con mamparas que son hasta de telas que dividen y después las subarriendan y cobran en forma excesiva", explica Raúl Paiba, el secretario del Comité de Refugiados Peruanos.
Los inmigrantes peruanos, legales e ilegales, esperan oprtunidades de trabajo en el centro de la ciudad de Santiago que muchas veces, nunca llegan. Solo de vez en cuando la policía chilena realiza redadas deteniendo ilegales.
Opción de trabajo
El reloj marca las 11 de la mañana y el frío bajo cero aún no se retira. Las frágiles paredes no lograron frenar su entrada durante la madrugada. El cartón pegado en las murallas y camas es la única protección para evitar enfermedades virales y broncopulmonares.
Manuel Humberto Arce Terrones y su mujer María Isabel Tolentino viven en la calle Juárez Corta, en Recoleta. Ella llegó hace diez años por trabajo de Perú, donde dejó a sus cuatro hijos. "Fui ayudante de cocina, pero me enfermé de la pierna y por eso ya no trabajo", lamenta. "Ahora no me va tan bien como antes, no se si estamos mejor que en el Perú. Acá nos alcanza justo para vivir y a veces mandar dinero a los hijos", comenta Manuel Arce.
Ambos viven de los postres peruanos que venden en la feria, y con eso pagan un arriendo de $75 mil. (US$144 dolares) . En su única pieza tienen todos sus bienes apiñados entre su cama y estantes de madera.
La calle Toesca es otra arteria que alberga a peruanos. A la altura del 2500 reside la familia de Rocío. Asegura que ha intentado de todo para elevar la temperatura de su hogar, pues teme que su hija Camila, de cuatro años, termine internada en un hospital. Llegó hace siete años y reconoce que ha sido duro. "Mi pareja se enfermó de los huesos y tuve que dedicarme al comercio ambulante en el centro: no ha sido fácil porque tengo que estar escapando de Carabineros", relata.
La colonia peruana en Chile se ha consolidado en los últimos años como la más numerosa de todas.
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Bomberos advierte sobre peligros latentes
"Las viviendas sobre pobladas con familias principalmente peruanas son un riesgo inminente de incendio, pues tienen múltiples focos de riesgo".
El encargado de Prevención de Riesgos de la Junta Nacional de Bomberos de Chile, Sergio Albornoz, comenta con esas palabras el peligro a que están expuestas las comunidades extranjeras en el país, en especial la peruana.
Según Albornoz, estas personas se refugian en casonas antiguas con el objetivo de modificarlas, y así adecuarlas para albergar a más de 30 personas, cuando están diseñadas, construidas y dimensionado el circuito eléctrico para un consumo normal de unas 6 personas como máximo.
"Uno de los problemas es la mezcla de acumulación de ropas con el uso de gas licuado en el mismo dormitorio. También alteran los medidores eléctricos para que funcionen a mucho más de su capacidad, inhabilitando el automático que los protegería de un corto circuito y posterior incendio", detalla el especialista.
A su juicio, "estas situaciones nadie las fiscaliza. ¿Acaso deberán morir 20 o 30 ilegales en un incendio para que se empiece a indagar el tema?". Bomberos de Santiago registra 15 incendios desde 2007 en este tipo de inmuebles.
También inquietan a Bomberos las construcciones artesanales en las viviendas antiguas, una trampa mortal para sus voluntarios. "Cuando nuestros funcionarios están apagando las llamas, estos pisos ceden y terminan aplastados", concluye Albornoz.
Municipio de Santiago hace catastro para ayuda social
Aunque los ciudadanos peruanos reclaman estar en la indefensión, las autoridades chilenas afirman que sí se les entrega ayuda. Guillermo Soto, director de desarrollo comunitario de la Municipalidad de Santiago -la comuna que alberga a más peruanos-, asegura que a propósito del terremoto el municipio está creando un área para canalizar las demandas de esa comunidad. "Hace tres meses que se está desarrollando, y en estos momentos estamos en el período de diagnóstico con visitas en terreno y coordinación con el consulado y una corporación jesuita", afirmó.
Hasta el momento tienen registradas a 450 familias peruanas en sus fichas sociales, principalmente las que viven en el Barrio Yungay y las calles Esperanza, Cueto y Libertad, además de Abate Molina y Bascuñán. Además, hay 900 niños peruanos dentro del sistema escolar. "Pero entendemos que esta cifra podría aumentar por la gente indocumentada", dice Soto.
Según el catastro oficial del Consulado General de Perú, hubo 1.200 damnificados (sin hogar) peruanos por el terremoto. Mayoritariamente en las comunas de Santiago Centro, Estación Central, Recoleta e Independencia. En Concepción, en tanto, hubo 150 damnificados.
A causa de esto mismo, se registraron dos personas fallecidas y cerca de 100 heridos. Para los que quisiesen ser repatriados, las autoridades peruanas dispusieron cinco vuelos de la Fuerza Aérea del Perú y un bus. En total regresaron a su país 288 personas.