El Ministerio de Defensa de Argentina entrego el 10 de este mesa las compañías de Inteligencia del Ejército material técnico para su equipamiento y funcionamiento.
En la ceremonia, que se realizo a las 10.30 en la explanada del Edificio Libertador, y que fue encabezada por la ministra de Defensa, Nilda Garré, asistio el jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente general Luis Alberto Pozzi; el director General de Inteligencia, general de brigada, César Milani; y el director Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM) del Ministerio de Defensa, Carlos Aguilar.
Entre las unidades que recibieron estos equipamientos se encuentran el Destacamento 601, los batallones de Inteligencia 121, 141 y 181; y las Compañías de Inteligencia de la I a la X.
El equipamiento que se entrego a las compañías de Inteligencia forma parte de la doctrina de “inteligencia de combate” o “inteligencia verde oliva”. Es decir: material que se utiliza en la preparación clásica de todo ejército para averiguar la disposición, número e intenciones de un adversario en el campo de batalla.
La aplicación de esta doctrina es coherente con la derogación de la teoría de la Seguridad Nacional que ha sido reemplazada por la Defensiva Estratégica para el conjunto de las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, la acción de las unidades de inteligencia del Ejército (batallones y compañías distribuidas en todo el país) está dirigida a participar de las operaciones militares en un hipotético enfrentamiento de las fuerzas de Defensa contra un eventual ataque militar estatal externo, según lo dispuesto por la nueva doctrina.
La entrega de estos materiales, que son en parte fabricado por el propio sector de Inteligencia, dependiente de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército( bajo la órbita del Estado Mayor General del Ejército), se integra con una doctrina en la que está claramente fuera de sus presupuestos toda acción de inteligencia interna o de investigación bajo la presunción de delitos comunes o de cualquier otra índole.
La Inteligencia del Ejército, como la de la Armada y la de la Fuerza Aérea están supervisadas por la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM), organismo que depende directamente del ministro de Defensa (disposición que rige en la Ley de Defensa vigente desde 1988), y cuyo cargo es ocupado por un funcionario político designado directamente por la ministra.
También se inauguro mañana un Centro de Comando y Control de todas las operaciones dependientes de la Dirección de Inteligencia del Ejército para controlar las mismas en tiempo real.
Para finalizar, se destaca que en los últimos días concluyó la realización de siete cursillos de entrenamiento relacionados con el empleo de medios y el desarrollo de técnicas y destrezas en el que participaron tres batallones de inteligencia, diez compañías de inteligencia y cinco secciones, lo que incluyó un total de 32 instructores y 165 educandos
En la ceremonia, que se realizo a las 10.30 en la explanada del Edificio Libertador, y que fue encabezada por la ministra de Defensa, Nilda Garré, asistio el jefe del Estado Mayor General del Ejército, teniente general Luis Alberto Pozzi; el director General de Inteligencia, general de brigada, César Milani; y el director Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM) del Ministerio de Defensa, Carlos Aguilar.
Entre las unidades que recibieron estos equipamientos se encuentran el Destacamento 601, los batallones de Inteligencia 121, 141 y 181; y las Compañías de Inteligencia de la I a la X.
El equipamiento que se entrego a las compañías de Inteligencia forma parte de la doctrina de “inteligencia de combate” o “inteligencia verde oliva”. Es decir: material que se utiliza en la preparación clásica de todo ejército para averiguar la disposición, número e intenciones de un adversario en el campo de batalla.
La aplicación de esta doctrina es coherente con la derogación de la teoría de la Seguridad Nacional que ha sido reemplazada por la Defensiva Estratégica para el conjunto de las Fuerzas Armadas. Por lo tanto, la acción de las unidades de inteligencia del Ejército (batallones y compañías distribuidas en todo el país) está dirigida a participar de las operaciones militares en un hipotético enfrentamiento de las fuerzas de Defensa contra un eventual ataque militar estatal externo, según lo dispuesto por la nueva doctrina.
La entrega de estos materiales, que son en parte fabricado por el propio sector de Inteligencia, dependiente de la Dirección Nacional de Inteligencia del Ejército( bajo la órbita del Estado Mayor General del Ejército), se integra con una doctrina en la que está claramente fuera de sus presupuestos toda acción de inteligencia interna o de investigación bajo la presunción de delitos comunes o de cualquier otra índole.
La Inteligencia del Ejército, como la de la Armada y la de la Fuerza Aérea están supervisadas por la Dirección Nacional de Inteligencia Estratégica Militar (DINIEM), organismo que depende directamente del ministro de Defensa (disposición que rige en la Ley de Defensa vigente desde 1988), y cuyo cargo es ocupado por un funcionario político designado directamente por la ministra.
También se inauguro mañana un Centro de Comando y Control de todas las operaciones dependientes de la Dirección de Inteligencia del Ejército para controlar las mismas en tiempo real.
Para finalizar, se destaca que en los últimos días concluyó la realización de siete cursillos de entrenamiento relacionados con el empleo de medios y el desarrollo de técnicas y destrezas en el que participaron tres batallones de inteligencia, diez compañías de inteligencia y cinco secciones, lo que incluyó un total de 32 instructores y 165 educandos
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