RUSIA PROMOCIONA NUEVO SSK LANZA MISILES

José Higuera

La Oficina Central de Diseño e Ingeniería Naval RUBIN de San Petersburgo ha reiniciado la promoción de su serie de submarinos AMUR 1650, destacando la opción de incluir una sección de casco con celdas verticales, para alojar y lanzar misiles de crucero supersónicos como el BRAHMOS indio. Estos nuevos sumergibles de propulsión diesel-eléctrica (SSK) son la versión de exportación de los submarinos del tipo LADA en construcción para la marina rusa. El desarrollo de estos navíos se ha extendido a lo largo de los últimos años, debido al trabajo extra que ha demandado resolver algunas dificultades surgidas con su diseño, pero todo indica que eso ya estaría siendo superado.

India es vista como el cliente del exterior más seguro para los sumergibles del tipo AMUR, aunque Venezuela e Indonesia también ha expresado un interés sostenido en adquirir unidades del mismo. El BRAHMOS, con un alcance de 300 km, es un misil de crucero supersónico –el más veloz del mundo hoy- que ha sido desarrollado conjuntamente por la Organización de Investigación y Desarrollo para la Defensa (DRDO) de la India y la oficina de proyectos NPO MASHINOSTROYENIYA de Rusia. El sistema está en realidad basado en el misil de crucero P-800 ONIKS de esta última, también conocido como YAKHONT, del cual emplea el diseño aerodinámico y el sistema de propulsión, más un sistema de guiado y carga bélica de concepción y producción india.

La integración física del BRAHMOS, o de su medio-hermano P-800 ONIKS/YAKHONT, requiere de la adición de una sección de casco adicional para alojar los lanzadores verticales inmediatamente después de la vela del submarino. En el aspecto táctico-operativo, los misiles de crucero serían lanzados desde profundidades de entre 40 y 50 metros bajo el mar. En el caso del BRAHMOS, que lleva una toma de aire frontal, el misil dispone de una cubierta para impedir la entrada de agua durante su breve trayectoria bajo la superficie. Un dispositivo libera dicha cubierta apenas el misil alcanza la superficie, antes de que este inicie su vuelo a velocidad supersónica de Mach 2.8 hacia el blanco programado.