EN GUATEMALA SE INVESTIGA A MIEMBROS DEL EJERCITO POR CONTRABANDO DE ARMAS

Intelligence, Defense and Security

Dos investigaciones independientes, una por el Tribunal Militar  y otra por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), han dejado al descubierto una red criminal que podría incluir elementos del Ejército de Guatemala en el trafico de armas para los narcotraficantes.  La prensa local reporta que se investiga a más de ocho militares que custodiaban el arsenal, y entre los mencionados se encuentran los mayores Carlos Toledo, quien fue el que solicitó la auditoría formal cuando se enteró del faltante en las armas; Jairo Sierra Sierra, encargado de la bodega de la Brigada Militar Mariscal Zavala, de donde desparecieron las armas; y el capitán Pablo De León Franco.  Las responsabilidades del hurto de las armas podrían recaer en la cadena de mando. La Cicig, por su cuenta, lleva nueve meses investigando el caso, comenzando desde que se dio un intento de robo de droga en unas bodegas en Amatitlán, y luego se agregó el hallazgo de fusiles de guerra del ejercito de Guatemala, según sus números de serie, en poder de elementos de los zetas, perteneciente al cartel mexicano del Golfo. Según los reportes, entre julio de 2007 y enero de 2008 desaparecieron 554 fusiles Galil calibre 5.56 mm, recibidos por el Ejercito de Guatemala en el 2004. Se reporta un segundo hurto en los últimos meses de 2009, cuando 95 armas de fuego se extraviaron del Instituto Adolfo V. Hall de Chiquimula, a unos 250 km al este de la capital.  De ese centro desaparecieron 40 fusiles M1, M-16 y carabinas, además de 45 otras armas automáticas.