La popularidad de Hugo Chávez, está llegando a mínimos históricos. Así se desprende de una serie de sondeos realizados en las últimas semanas. El gobernante y la oposición esperan ganar tiempo para llegar en el mejor pie posible a las elecciones parlamentarias de septiembre próximo.
Golpeado por la crisis energética, la escasez de alimentos y los problemas económicos, sumados al desgaste en el poder y los errores de su gestión, la popularidad de Hugo Chávez está llegando a mínimos históricos, sin que por eso la oposición haya sido capaz de capitalizar estas horas bajas del gobernante. Así se desprende de una serie de encuestas realizadas en las últimas semanas en Venezuela. Según un sondeo de la firma Keller y Asociados, el nivel de credibilidad de Chávez descendió hasta el 30%, respecto del 50% que tenía en 2007. "La caída de Chávez es espectacular. La gente se está hartando de que los problemas son cada vez más agudos, y se da cuenta de que Chávez miente y que sus cuentos ya no son suficientes para explicar el desastre del país", aseguró Alfredo Keller, que dirige esa firma, citado por la prensa norteamericana. En la misma línea, un sondeo de la encuestadora Consultores 21, Hugo Chávez tiene ahora un 60% de rechazo, en contraste con el 43% que contaba en 2007. "En un contexto de polarización dura, todo lo que pierde es difícilmente recuperable", destacó Saúl Cabrera, presidente de esa oficina, quien consideró que se trata de una caída continua que ya lleva dos años. Tanto la encuesta de Keller Asociados como Consultores 21 fueron realizadas a pedido y hasta ayer no habían sido dado a conocer sus detalles. En tanto, una encuesta del caraqueño Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad) confirmó el mal panorama para Chávez. El 60% de los consultados descalificó la respuesta del Presidente para enfrentar los problemas del país. Incluso, un 54% expresó tenerle poca o ninguna confianza a Chávez. El sondeo dice que el 60% responsabiliza al gobierno de la crisis eléctrica por la "falta de planificación, mantenimiento e inversión", mientras que un 67% calificó de desacertadas las medidas para enfrentar la crisis. El sondeo preguntó en qué posición se sentían con respecto del gobierno: 35% se consideró chavista y 50% se calificó como opositor.
Lo cierto es que la caída en la imagen de Chávez puede ser una oportunidad para la oposición en las elecciones parlamentarias de septiembre, pero no es imposible que el gobernante se recupere de aquí a esta fecha. "Este escenario anticipa dificultades crecientes para Chávez controlar la mayoría simple de la nueva Asamblea Nacional", apuntó Keller. Cabrera precisó que la oposición puede favorecerse, pero no necesariamente obtendrá más cargos en el Congreso, debido a la complejidad de los nuevos circuitos electorales. Precisamente, al comentar la compleja situación energética y económica por la que atraviesa Venezuela y que ha golpeado la popularidad de Chávez, declaró esta semana que "los escuálidos (opositores) están ligando (deseando) a que no llueva (para que no se llenen los embalses con tal de que se normalice el servicio eléctrico). Pero va a llover más, compadre, tú vas a ver, porque Dios es bolivariano, Dios no puede ser escuálido".
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