Nuevo reporte de inteligencia reafirma la tesis de su influencia en Perú. El Jaime Antezana, experto en narcotráfico, niega guerra entre traficantes mexicanos y colombianos y atribuye ajustes de cuentas a firmas peruanas que se están “mexicanizando”.
Beatriz Jiménez.
La incautación de la Marina mexicana de dos cargamentos de cocaína de 4 y 9 toneladas con destino a EEUU, el último de ellos el pasado 12 de febrero, revela que el tráfico marítimo de drogas por carteles mexicanos en Perú “se mantiene vivo y operativo”. Esta es la conclusión a la que llega el grupo de inteligencia estratégica estadounidense Stratfor en una nota informativa publicada ayer en su página web. El informe confirma que los traficantes mexicanos, especialmente el cartel de Sinaloa, compran la cocaína en Perú y la transportan vía marítima hasta EEUU. La misma agencia alertó en diciembre de cómo los carteles mexicanos habían mudado sus centros de operaciones en los últimos 18 meses a Perú, y otros países centroamericanos, para desde ahí abastecer a otros mercados. Sin embargo, estos dos nuevos cargamentos incautados en buques que partieron de los estados de Oxaca y Sinaloa demuestran para Stratfor que los traficantes siguen manteniendo su infraestructura y voluntad de mantener la ruta del Pacífico. Según el grupo de inteligencia, los carteles mexicanos detentan el monopolio del tráfico entre Latinoamérica y EEUU.
Caso peruano
En el Perú operan al menos cuatro carteles mexicanos. El más poderoso es el cartel de Sinaloa, que extiende además sus tentáculos, según Stratfor, a países como Paraguay y Argentina, ya que está expandiendo su mercado a los consumidores latinoamericanos y europeos. Otros carteles venidos a menos pero también operativos son el cartel del Golfo, que operaría en unión con “los Zetas” y el cartel de Arellano Félix, de Tijuana.
Estas organizaciones delictivas operan en el Perú desde el 2000 según informes de Dinandro. Entraron al mercado peruano tras la caída de los carteles colombianos en 1995. Actualmente son los principales compradores del clorhidrato de cocaína peruana, que es embarcada en los puertos del norte y sur del país con destino a EEUU. Según la Dinandro, desde el 2006 el Perú ha vendido el 80% de su producción de cocaína a las organizaciones mexicanas. Sin embargo, la cocaína peruana solo representa el 32% del volumen total de la droga que estas manejan. La presencia continuada de estas mafias ha intensificado las formas de violencia asociadas al narcotráfico como ajustes de cuentas, enfrentamientos entre bandas y penetración en las instituciones publicas del Estado peruano, como la policía y ámbito financiero y bancario privado. Fruto de esta escalada de violencia 12 personas han muerto y 40 han resultado heridas en los últimos 18 meses.
No hay guerra
La tesis manejada por la agencia Stratfor del monopolio mexicano contradice la de la policía peruana, que defiende una guerra en el Perú por el control del mercado entre el cartel de Sinaloa y el cartel colombiano Del Norte del Valle. Esta hipótesis se basa en los asesinatos de narcotraficantes mexicanos y peruanos en territorio peruano. El experto en narcotráfico Jaime Antezana explica el fenómeno en la “mexicanización” de la forma de operar de las firmas nacionales. “En el Perú no hay una guerra de carteles, sino un enfrentamiento entre bandas de narcotraficantes que involucra a colombianos y mexicanos”, explica. Antezana señala que la presencia de colombianos es fuerte, pero que no responde a una presencia de mafias. “Ellos están trabajando para firmas nacionales peruanas que entregan cargamentos de cocaína a los mexicanos en los puertos”.
Migraciones en alerta máxima contra narcos
Desde hace un año Migraciones del Perú implementa un plan de alerta máxima coordinadamente con requisitorias y la Dinandro. Una de sus funciones es evitar la penetración de sicarios y narcotraficantes. Según informa el director general de Migraciones, Juan Álvarez Manrique, en el aeropuerto Jorge Chávez existe conexión directa con la Interpol y con requisitorias. Además, existen 20 autentificadores de documentos adquiridos el pasado año con motivo de la AL-CUE y APEC. Migraciones también informó que han intensificado el control migratorio en los puertos. En aquellos en los que no existe garita de migraciones, las compañías navieras se encargan de esa labor, según informó el director de Migraciones. Otro de los puntos débiles son las fronteras amazónicas. “Nosotros tenemos 13 puestos de control fronterizos, la competencia en el resto de la frontera la tiene la PNP”, declaró. “Vamos a intensificar las acciones. Debemos ser coactivos, dotarnos de tecnología y actualizarnos sobre cómo se mueve el crimen organizado”.
Respecto a la corrupción, explicó que se están intensificando las inspecciones, controles y sanciones.
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