La crisis energética se ha convertido en uno de los principales problemas que afecta a los venezolanos en los últimos tiempos. Un problema que data desde el 2008 cuando se registraron los primeros apagones y continua en este 2010 con la amenaza del colapso del sistema eléctrico nacional
La crisis energética se ha convertido en uno de los principales problemas que afecta a los venezolanos en los últimos tiempos. Un problema que data desde el 2008 cuando se registraron los primeros apagones y continua en este 2010 con la amenaza del colapso del sistema eléctrico nacional
El ahorro y buen uso de la energía eléctrica se ha convertido en una premisa fundamental en toda Venezuela, a razón de una crisis eléctrica que ha puesto en vilo a la población, además de poner de manifiesto puntos altisonantes como la necesidad de mantenimiento e inversión en los sistemas energéticos, los cambios climáticos que han afectado la producción de electricidad, y lo conveniente de buscar sistemas de energía alternativos. Para el ciudadano común, la crisis del sector eléctrico comenzó a inicios del año en curso cuando del Gobierno Nacional dio a conocer los problemas que vive el sistema y adelantó un plan de racionamiento que a luego, a escasamente un día de implementado, fue derogado por el Presidente de la República, quien alegó que fue un plan “pésimamente ejecutado”, sin embargo, la merma en lo que energía eléctrica vio, contradictoriamente, sus primeras luces en el primer semestre del 2008
La desinversión en el sistema eléctrico nacional es una de las principales causas del déficit energético, según expertos.
Se fue la luz y se hizo el caos
Se acercaba el final de la tarde del 28 de abril de 2009, cuando medio país (exactamente 15 estados) se vieron afectados, en menor o mayor cuantía de tiempo, por una interrupción abrupta del servicio eléctrico.
En principio la incertidumbre reinaba, y luego el caos se robó el protagonismo: personas encerradas en ascensores; mientras otras eran desalojadas por los túneles del Metro de Caracas; el tránsito se transformó en una lucha de animales mecánicos, ante la ausencia de semáforos, y se agudizó a medida que finalizaba la tarde.
Situación que se repitió, por varias horas, según los informes oficiales en Carabobo, Zulia, Miranda, Distrito Capital, Vargas, Nueva Esparta, Aragua, Yaracuy, Lara, Mérida, Portuguesa y Apure, y por pocos minutos en Anzoátegui, Sucre y Monagas.
Las explicaciones del momento no lograron su objetivo, pues dos informaciones distintas surgieron del seno de representantes gubernamentales. Según el General Hipólito Izquierdo, Presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), un incendio forestal aledaño a la línea de alta tensión que distribuye energía eléctrica a gran parte del territorio nacional fue la causa de ese primer apagón. Mientras que el ministro de Relaciones Interiores y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, atribuyó el suceso a una falla de generación en el Gurí, lo que derivó en un recalentamiento en una de las líneas de alta tensión de 800 kilovatios.
Episodios de sombrío caos se sucedieron posteriormente en tres oportunidades más: en septiembre, octubre y diciembre, los cuales prendieron las alarmas de la opinión pública sobre las deficiencias en el servicio eléctrico, pero hasta ese momento se desconocía lo que verdaderamente se avecinaba.
En el año 2009, la situación lejos de cambiar, empeoró pues si bien los apagones no se registraron con la misma intensidad, ni con la misma cantidad de entidades del año anterior, aumentaron en frecuencia, hasta el punto de que no se tiene un registro claro de las fechas y horas de los cortes, sin embargo, se conoció de la situación por las constantes denuncias de ciudadanos que perdieron electrodomésticos a causa de las interrupciones en el servicio.
La culpa es de los ricos
“Hay que ahorrar, ahorrar energía y les aseguro que no habrá más un apagón eléctrico en Venezuela” señaló el presidente Chávez a inicios de noviembre de 2009, luego de haber creado un ministerio encargado específicamente del ámbito eléctrico, y de reiterar en distintas oportunidades la necesidad de hacer un uso responsable de la electricidad.
Luego argumentado que parte del problema era causado por las grandes empresas y centros comerciales que despilfarraban energía, Chávez pidió que se regulara el consumo en estos inmuebles.
El Presidente catalogó severamente el desperdicio de electricidad como “un crimen” y argumentó, en reiteradas oportunidades, que los centros comerciales consumían demasiada energía y ya no dependerían de un suministro barato. Ellos “van a tener que comprar su planta y si no, les corto la luz”, manifestó.
Chávez, también dijo que la situación se debe en parte al consumo excesivo de los ricos que tienen piscinas, lavan sus automóviles compulsivamente y tienen un televisor en cada habitación.
“Los que más derrochan son los ricos”, afirmó en una oportunidad.
Un niño problemático
El fenómeno natural El Niño ha originando fuertes sequías en toda América Latina, no sólo en Venezuela, en los últimos tiempos lo que ha ameritado la aplicación de medidas de ahorro de los servicios de agua y electricidad en la región.
En el caso de Venezuela, El Niño ha provocado una gran sequía y por ende la disminución del nivel de agua en los principales embalses del país, especialmente en la represa del Guri, en el estado Bolívar, que actualmente se encuentra en estado de alarma por su bajo nivel de agua.
Según las fuentes oficiales, esta se ha configurado como la principal causa de la merma del sector eléctrico nacional, a razón de que en nuestro país la electricidad proviene principalmente del sistema hidroeléctrico.
Sin embargo, expertos en la materia; como el ingeniero eléctrico José Manuel Aller, aseguran que si bien la naturaleza ha tenido cierta influencia, la principal responsabilidad recae en el Gobierno que no ha planificado a razón de posibles contingencias.
“El problema no es que haya sequía, sino que el sistema térmico, de producción, de distribución y transmisión de energía está en el piso”, sentenció Aller.
Según Aller, el Gobierno Nacional ha desinvertido y gerenciado negligentemente el sector eléctrico, ante lo cual, en vista del nivel de emergencia, se ve en la necesidad de implementar los cortes en el servicio a modo de paliativo, que en nada se configurarán en una solución.
Ante este panorama general de la situación del sector eléctrico nacional, se vuelve necesario implementar medidas direccionadas a solventar los problemas, y por ello en una próxima entrega nos remitiremos a exponer las posibles soluciones a la crisis energética venezolana.
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