En Irán las ejecuciones se realizan en forma pública, cinco manifestantes contra el gobierno de La Revolución Islamica fueron condenados a la horca bajo el delito de "terrorismo"
A las personas, quienes previamente fueron detenidas por protestar su inconformidad ante la reelección de Ahmadineyad, se les condenó en base a delitos relacionados con terrorismo
Un tribunal revolucionario de Teherán condenó a muerte a cinco personas detenidas por participar en la protestas contra la reelección el pasado junio del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, informó este martes la televisión estatal.
Los condenados, a los que la fuente no identifica y cuya sentencia no es apelable, fueron culpados de diversos delitos, pero todos relacionados con el terrorismo, agregó.
"Alrededor de 81 personas han recibido ya penas de cárcel que oscilan entre los seis meses y 15 años, mientras que a tres de ellos se les ha suspendido el ingreso en prisión y tres han sido absueltos", explicó la televisión, que cita un comunicado divulgado por el Poder Judicial.
Cientos de miles de personas se echaron a las calles de Irán tras los comicios del pasado 12 de junio para protestar contra la controvertida victoria electoral de Ahmadineyad, que la oposición considera fraudulenta.
En la violenta represión de las movilizaciones murieron una treintena de personas -según cifras oficiales- y 72 de acuerdo con el cómputo de los opositores reformistas.
Además, cerca de 4.000 fueron detenidos, de los que más de un centenar siguen aún en prisión y hacen frente a una serie de juicios que la oposición califica de "mascarada".
Este martes, el tribunal revolucionario de Teherán ha retomado los procesos con una nueva vista para la ciudadana francesa Clotilde Reiss, acusada igualmente de espionaje y conspiración para derrocar el régimen.
Reiss, que ya compareció ante el juez el pasado 18 de agosto, se presentó en la sala en compañía de su abogado y del embajador de Francia, y tras declarar regresó a la residencia gala en la capital donde vive a la espera de veredicto.
La joven, que daba clases de francés en la universidad de Isfahan, fue detenida el pasado 1 junio en el aeropuerto internacional de Teherán y puesta en libertad bajo fianza en agosto tras pagar unos 200.000 euros.
Por otra parte, el fiscal general del Teherán, Abbas Yafari Dolatabadi, quiso dejar claro este martes que será el Poder Judicial iraní el que tome la decisión final sobre el destino de los tres excursionistas estadounidenses acusados de espionaje.
El responsable judicial, a quien citó la agencia de noticias local Fars, no aclaró, sin embargo, cuándo se conocerá el fallo definitivo de un caso que algunos medios han vinculado con la tensa situación política entre Irán y Estados Unidos.
"Será la autoridad judicial la que anuncie la decisión final sobre los tres ciudadanos estadounidenses", que han sido acusados de espionaje, insistió Dolatabadi.
Los tres arrestados, Shane Bauer, Sarah Shourd y Josh Fattal, fueron capturados el pasado mes de julio cuando hacían senderismo cerca de la frontera entre Irak e Irán, en plena provincia del Kurdistán.
Desde entonces, Washington ha demandado su liberación al alegar que simplemente eran excursionistas que se perdieron y entraron en territorio iraní por error.
El pasado 10 de noviembre, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, precisó que su único delito obvio es "haber entrado de forma ilegal en el país".
"En los procesos judiciales se estudian normalmente todas las acusaciones y en el caso de los tres ciudadanos norteamericanos la entrada ilegal por la frontera occidental es el único delito obvio", afirmó.
Poco antes, el propio Dolatabadi había anunciado a la prensa que habían sido acusados de espionaje.
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