Durante las dos semanas del ejercicio, más de 150 personas se encargaron de mantener la seguridad en las diversas tripulaciones participantes y proteger el material operativo de éstas.
A pocas horas del término del Ejercicio Aéreo Salitre II, el balance de las dos semanas de entrenamiento combinado entre las tripulaciones de Brasil, Argentina, Estados Unidos, Francia y Chile, ha sido positivo gracias a una intensa labor logística de diversas áreas que operan conjuntamente.
Pero como anfitriones, una de las responsabilidades principales para el éxito de este operativo multinacional, es proteger las aeronaves y equipo operativo de las Fuerzas Aéreas participantes, y a su vez velar por la seguridad de todo el grupo humano, tanto nacional como extranjero, a cargo del personal de Protección a la Fuerza.
Por la magnitud del simulacro, más de 150 personas se preocuparon de esta compleja misión, dividiéndose en un grupo de seguridad militar encargado de cuidar los accesos a las diversas instalaciones de la Base Aérea “Cerro Moreno”, y en otro equipo preocupado de escoltar a los buses que transitan diariamente desde los hoteles hasta la V Brigada.
“Es una gran responsabilidad y desafío organizar todos los procedimientos y tareas del personal bajo mi mando. Salitre II tiene una mística especial, ya que desarrollamos un espíritu de sacrificio y compenetración entre el personal que nos da la facultad de mantener a todas las delegaciones conformes y en completa normalidad”, expresó el Coronel de Aviación (DA) Sergio Riquelme.
El Cabo1°, Francisco Zamorano, quien vino desde Santiago a apoyar en el aérea seguridad, y que también participó en el ejercicio Salitre I en Iquique, manifestó que “la organización que nosotros les brindamos a las otras tripulaciones es excelente. En estos dos ejercicios, al compartir con camaradas extranjeros me he dado cuenta que somos un país en igualdad de condiciones con otras potencias aéreas, y eso es muy enriquecedor”.
Cabe destacar que la protección a la fuerza no se aplicó en un cien por ciento durante el ejercicio, ya que la ficción de este operativo multinacional no requería una seguridad extrema. Sin embargo, ante una eventual crisis o conflicto el personal estaba en alerta y capacitado para así mantener neutralidad a través de Comandos terrestres.
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