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CE 000917. Bajo ese apodo actuaba quien transcribía las conversaciones telefónicas interceptadas. Cuando la policía lo sorprendio ofreciendo grabaciones espias, negoció contarlo todo a cambio de protección y de salir del país hacia EEUU.
Los soplos lo único que tienen en común es que nunca son lo que parecen.
“No, no puede ser Matta”, reaccionaron incrédulas las fuentes de Business Track (BTR) cuando se les informo, al poco tiempo de que la policía antidrogas desbaratara la empresa el 8 de enero de este año, que el ahora, ex agente de inteligencia naval de la marina de guerra del Perú Ismael Matta Uribe era el Colaborador Eficaz 000917, el hombre que los delató. “Matta no podría haber dicho nada porque no sabe nada”, argumentaron en un intento por reducir la importancia del ex marino. Ya en la cárcel, Jesús Tirado Seguín, quien había reclutado a Matta para BTR, reconocería que su amigo del alma, su compadre y compañero de la Dirección de Inteligencia de la Marina (Dintemar) había dado el soplo a la policía.
Ahora que los de BTR han comprobado por su cuenta que Ismael Matta acordó con las autoridades judiciales su salida del país hacia Estados Unidos con toda su familia a cambio de informar hasta el mínimo detalle sobre las actividades ilícitas de la empresa del capitán de navío Elías Ponce Feijóo y del capitán de fragata Carlos Tomasio De Lambarri, es posible relatar cómo cayó la organización de espías integrada por oficiales y agentes en servicio activo de la Dintemar.
Marinero en tierra
A fines de diciembre del 2008, la policía capturó un dato excepcional en su red de informantes: un agente de la inteligencia naval estaba ofreciendo en venta transcripciones de conversaciones telefónicas interceptadas, de las mismas características que los “petroaudios” (escandalo que involucra al propio presidente de Peru, Alan García a una rede de sobornos) que reveló Fernando Rospigliosi en el programa “Cuarto Poder” el domingo 5 de octubre. Luego de identificarlo y comprobar que, efectivamente, ofertaba la información obtenida ilegalmente, lo siguieron en varias ocasiones. Trabajaba en la empresa Business Track y se llama Ismael Medardo Matta Uribe.
Matta relató que lo había captado su entrañable compañero de Dintemar, el agente Jesús Tirado. BTR había conseguido un suculento contrato con Cementos Lima para asegurar su sistema de seguridad contra el supuesto espionaje de su competidora mexicana Cemex y necesitaba gente con experiencia. Una vez dentro de BTR, Matta se enteraría de que Ponce y Tomasio habían instalado un sistema de intrusión a las líneas de teléfonos y a los correos electrónicos de funcionarios de la compañía mexicana.
Cuando Tirado habló a sus jefes de que contrataría a Matta, estos aprobaron el reclutamiento porque lo conocían, ya que laboró en Dintemar desde 1972 hasta 1980, y en 1986, 1987 y 1991.
Hasta la vista, amigos
Según Matta, le asignaron dos funciones: ejecutar el proyecto de seguridad para Cementos Lima y participar en la transcripción de las conversaciones telefónicas, entre las que se encontraban las de los representantes de Cemex en Lima.
El 22 de julio de 2008, Matta le escribió a un proveedor de seguridad: “Necesito mayor información sobre implantación de controles para reducir el riesgo”, lo que demostraba que estaba cumpliendo con la parte formal del trabajo para la cementera peruana. Al mismo tiempo, sin embargo, como lo ha declarado ante las autoridades judiciales, Jesús Tirado le entregaba los audios del espionaje para que los transcribiera, organizara y analizara. Pero estaba descontento con la paga.
Ex agente de inteligencia al fin de cuentas, al tener acceso a las grabaciones de los espías de BTR, Matta reparó en que la información tenía un alto valor comercial en el mercado negro. Entonces, comenzó a sacar copia de cada conversación o e-mail que Tirado le suministraba como parte del trabajo clandestino y que guardaba en una laptop. A continuación, debido al éxito e impacto de la difusión de los “petroaudios”, empezó a ofrecer el material al mejor postor, hasta que fue detectado. Asustado por las consecuencias legales de su intervención en la trama de BTR, entregó a las autoridades a sus cómplices. BTR fue víctima de su propio juego sucio.
Claves
TESTIMONIO. Ismael Matta Uribe relató a las autoridades judiciales que el propio Elías Ponce Feijóo entregaba a Jesús Tirado Seguín las listas con los números telefónicos que necesitaban espiar. A su vez, Tirado comunicaba a los agentes Jesús Ojeda Angles y Martín Fernández Vírhuez sobre las personas que habían sido seleccionadas como blancos del espionaje.
CONFIRMACIÓN. El ex agente Ismael Matta confirmó que los “petroaudios” habían sido grabados y transcritos por BTR y filtrados a algunos medios de comunicación.
Ahora vive en los Estados Unidos
En declaraciones a la justicia, Elías Ponce reconoció el papel de Ismael Matta. Como “en el último año, se contrató a personal estable a raíz del trabajo que nos solicitó la empresa Cementos Lima porque el trabajo era muy amplio”, dijo Ponce, pero intentó de subestimar la importancia de Matta: “Era un trabajador eventual”.
Sin embargo, Ismael Matta entregó a las autoridades judiciales abundante material que sacó de BTR que comprobaba que no era un agente cualquiera y que tenía acceso privilegiado a la información que obtenía Business Track mediante su red de espionaje.
Matta, quien vivía en una pobre y tipica urbanización limeña de ex miembros de la Marina en el distrito de Santa Rosa, salió del país con dirección a Estados Unidos con su esposa e hijos, el 4 de abril, tres meses después de la captura de los integrantes de BTR. Sus vecinos saben que él intervino en el caso.
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