Nueva advertencia del presidente de EE.UU., en menos de 24 horas, para que ese país desista de sus planes nucleares. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su discurso al término de la Cumbre del G-20, celebrada en el Centro de Convenciones David L. Lawrence, en la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó este viernes que “no descarta” la opción militar en Irán, pero prefiere continuar primeramente, en la vía diplomática para persuadir a ese país de que renuncie a sus actividades de enriquecimiento de uranio.
En una rueda de prensa tras la clausura de la cumbre del G20 celebrada en los últimos dos días en Pittsburgh, Obama afirmó: “no descarto ninguna opción en lo que se refiere a la seguridad nacional”, pero “la vía diplomática sigue siendo el camino preferido”. La conferencia de prensa se celebraba después de que esta mañana Obama, junto al primer ministro británico, Gordon Brown, y el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, denunciaran la existencia de una segunda planta secreta para el enriquecimiento de uranio en las cercanías de Quom, a 160 kilómetros de Teherán.
Los tres líderes exigieron a Irán que acepte las inspecciones internacionales de esas instalaciones cuando el próximo primero de octubre sus representantes se reúnan en Ginebra con los negociadores internacionales para tratar sobre su programa nuclear.
El jefe de la Casa Blanca sostuvo que la comunidad internacional está “más unida que nunca” en este sentido. Obama aludió a las declaraciones rusas y chinas que instan a Teherán a colaborar con las inspecciones internacionales y declaró que esperan que “Irán se dé cuenta” y opte por cumplir sus obligaciones.
El presidente de EE.UU. subrayó que los datos sobre la planta -cuya existencia ya reconoció Irán en una carta al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) - fueron obtenidos por los servicios secretos británico, francés y estadounidense. “La respuesta que hemos visto este viernes”, indicó, en alusión a los comunicados ruso y chino, “pone de manifiesto lo sólidos que son” esos datos. Irán, insistió el presidente Obama, tiene ante sí “la opción de unirse a la comunidad internacional o continuar su aislamiento"
En una rueda de prensa tras la clausura de la cumbre del G20 celebrada en los últimos dos días en Pittsburgh, Obama afirmó: “no descarto ninguna opción en lo que se refiere a la seguridad nacional”, pero “la vía diplomática sigue siendo el camino preferido”. La conferencia de prensa se celebraba después de que esta mañana Obama, junto al primer ministro británico, Gordon Brown, y el mandatario francés, Nicolas Sarkozy, denunciaran la existencia de una segunda planta secreta para el enriquecimiento de uranio en las cercanías de Quom, a 160 kilómetros de Teherán.
Los tres líderes exigieron a Irán que acepte las inspecciones internacionales de esas instalaciones cuando el próximo primero de octubre sus representantes se reúnan en Ginebra con los negociadores internacionales para tratar sobre su programa nuclear.
El jefe de la Casa Blanca sostuvo que la comunidad internacional está “más unida que nunca” en este sentido. Obama aludió a las declaraciones rusas y chinas que instan a Teherán a colaborar con las inspecciones internacionales y declaró que esperan que “Irán se dé cuenta” y opte por cumplir sus obligaciones.
El presidente de EE.UU. subrayó que los datos sobre la planta -cuya existencia ya reconoció Irán en una carta al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) - fueron obtenidos por los servicios secretos británico, francés y estadounidense. “La respuesta que hemos visto este viernes”, indicó, en alusión a los comunicados ruso y chino, “pone de manifiesto lo sólidos que son” esos datos. Irán, insistió el presidente Obama, tiene ante sí “la opción de unirse a la comunidad internacional o continuar su aislamiento"
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