Heridos del Ejército de Perú en el campo de batalla del VRAE, ejército que no cuenta con el apoyo logistico adecuado para enfrentar la lucha con el grupo narco-terrorista de "Sendero Luminoso".
La región militar del Vrae solicita formación de una compañía especial. Patrullas actúan con limitaciones por reducido presupuesto hasta para las comunicaciones por teléfono satelital.
La región militar del Vrae solicita formación de una compañía especial. Patrullas actúan con limitaciones por reducido presupuesto hasta para las comunicaciones por teléfono satelital.
Las tropas de la Región Militar del VRAE (RMV) afrontan un grave problema de carencia de información de inteligencia no solo para golpear con eficacia a la organización terrorista que dirige Víctor Quispe Palomino, “Camarada José”, sino también para prevenir ataques furtivos y emboscadas del enemigo.
Reportes de la Inspectoría del RMV a los que se publican hoy en la prensa peruana, explican que la ausencia de inteligencia en el teatro de operaciones del VRAE no permitió alertar sobre el desplazamiento de las columnas senderistas que participaron en los devastadores ataques de Sanabamba y Sinaycocha que infligieron a las fuerzas del orden 17 fallecidos y una docena de heridos. Otro aspecto que destacan los informes, elevados a la Inspectoría General del Ejército (IGE), es que no se cuenta con personal especializado en inteligencia que domine el quechua, lo que implica una enorme desventaja porque tanto el camarada “José” como los dirigentes y buena parte de los combatientes terroristas son quechuahablantes. Una gran desventaja “Hay carencia de personal quechuahablante para infiltrar las zonas objetivas donde se conoce que existe presencia de elementos subversivos”, destaca el informe: “Es necesario gestionar ante la Dirección de Inteligencia del Ejército (Dinte) la selección de personal de inteligencia que domine el quechua”. La presencia de personal quechuahablante se justifica, además, porque gran parte de la tropa desplazada hacia la zona de combate del VRAE proviene de las regiones selváticas de Loreto y Ucayali, cuya fisonomía es notoria respecto a la población mayoritariamente andina en el campo de acción, explican los reportes. Ante las urgentes necesidades en la materia, la RMV propone la conformación de una Compañía Especial de Inteligencia en el VRAE para organizar redes de infiltrados, informantes y colaboradores dentro de la organización y de la población que apoya a los narco-terroristas. De lo contrario, difícilmente se conseguirá una pronta victoria sobre el enemigo. La RMV informa que existen planes de inteligencia pero estos se aplican limitadamente porque los fondos son reducidos. “No se cuenta con un presupuesto minimo y real para la implementación de una red de colaboradores e informantes (...), con la finalidad de identificar a líderes, rutas, desplazamientos y actividades de los subversivos”, precisa uno de los reportes: “(En consecuencia), se requiere la activación de una Compañía de Inteligencia para ejecutar operaciones en forma agresiva y permanente en lo referente a la ubicación de columnas subversivas, dirigentes, bases de apoyo, zonas de descanso, caletas y otros”. Tampoco existe disponibilidad de un número adecuado de equipos para interceptaciones de comunicaciones radiofónicas, que es el principal medio empleado por el enemigo. Por otra parte, no solo existe un reducido número de teléfonos satelitales para los batallones contrasubversivos sino también los que están en uso tienen un máximo de 143 minutos de consumo mensual. Es decir, 4,7 minutos cada 24 horas, señalan los informes de la RMV. “Es necesario que se asigne mayor cantidad de minutos para asegurar un mejor enlace entre las patrullas durante las operaciones contraterroristas”, resaltan los informes. Mientras no se superen estas deficiencias, el enemigo seguirá golpeando a las fuerzas del orden.
En una guerra no convencional como la que se libra contra Sendero Luminoso en el VRAE, especialmente cuando el terreno lo domina el enemigo, es fundamental la inteligencia. Precisamente, la Comisión del Senado de EEUU que investigó por qué los organismos de seguridad no advirtieron del ataque terrorista del 11 de setiembre detectó que estos ni siquiera contaban con agentes que hablaran árabe. La CIA no pudo infiltrar a Al Qaeda y mucho menos el entorno de Osama Bin Laden porque no fue capaz de entrenar personal para que se mimetizara con el enemigo.
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