Una nueva fase inició hoy el Ejército de Chile, apoyando decididamente la reconstrucción de las zonas más afectadas del país, definiéndola como el gran proyecto bicentenario para el año 2010.
Departamento Comunicacional del Ejercito de Chile
Así lo anunció hoy el Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba, en una conferencia de prensa explicando que al término de los estados de excepción constitucional se entiende que el Ejército no puede restarse de las labores de apoyo a Chile y a su gente y continuará asumiendo nuevas responsabilidades en la reconstrucción y el apoyo humanitario, para lo cual ha generado una estructura organizacional, a la que ha denominado Fuerza de Apoyo Humanitario, que trabajará en paralelo con una División Fraternidad del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT). Cerca de ocho mil soldados, entre hombres y mujeres conformarán la Fuerza de Apoyo Humanitario, que se desplegará en las tres regiones más damnificadas del país, que son las del Biobío, del Maule y del Libertador Bernardo O’Higgins. Paralelamente, el CMT contratará hasta 13.000 personas, para conformar unidades de trabajo que se desplegarán en distintas faenas en las localidades que necesiten de ella para dedicarse a la reconstrucción.
Fuerza de Apoyo Humanitario
Esta fuerza se conformará con personal de planta y soldados conscriptos del Ejército y alcanzará a 8.000 efectivos, los que contarán con un amplio respaldo y soporte logístico y técnico, desarrollando trabajos en coordinación con las autoridades de las distintas ciudades y localidades rurales y costeras que sean necesarias. A ellos se les suman sus mandos de oficiales y cuadro permanente, además de la estructura de soporte logístico y administrativo de la institución, lo que hace que, de acuerdo a los turnos y relevos, sean un número cercano a los 10.000 efectivos los que se dedicarán a estas tareas. En cada región existirá un General de Brigada que asumirá el mando de la Jefatura Militar Regional de Apoyo Humanitario y que serán los Generales Carlos Zimmermann K., en la Región del Biobío; Jorge Salas K., en la Región del Maule, y Antonio Yakcich F., en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins. Todos ellos tendrán una dependencia de una autoridad militar central que coordinará estas labores y que será el Comandante de Apoyo a la Fuerza, el General de Brigada Antonio Cordero Kehr. Para conformar esta fuerza, el Ejército ha coordinado la permanencia de alrededor de mil soldados conscriptos que concluían su servicio en mayo del 2010 y que aceptaron voluntariamente permanecer hasta fines del año en curso. Las capacidades de la Fuerza de Apoyo Humanitario permitirán cooperar en los ámbitos generales de atención sanitaria, habilitación de transitabilidad, construcción de viviendas de emergencia, transportes de material y personal, principalmente por medios terrestres y eventualmente complementados con medios aéreos institucionales. Las unidades preparadas para estas tareas no podrán ser empleadas en la seguridad interior y/o mantenimiento del orden público, toda vez que su configuración particular no se ha concebido para desarrollar este tipo de tareas, y tampoco existirá la facultad legal para cumplirlas.
Cada Jefatura de Apoyo Humanitario contará con Centros y Subcentros de apoyo, dependiendo de la cantidad de ciudades y localidades donde se desplegará. Es así como la Jefatura de la VI Región tendrá un Centro en Rancagua y otro en San Fernando; la de la VII Región tendrá centros en Talca y Linares y la de la VIII Región desplegará centros en Concepción, Chillán y Angol. Los Centros de Apoyo Humanitario emplearán las instalaciones de la institución, Regimientos o Institutos Militares, de las diferentes guarniciones que facilitarán su funcionamiento. Dependiente de ellos se desplegarán subcentros más adelantados en diferentes localidades menores, de acuerdo a las necesidades. Los soldados que trabajarán en estos Centros y Subcentros, que son orgánicamente dependientes de las Divisiones de Ejército que cubren la zona centro sur del país, después de su acuartelamiento recibirán simultáneamente con la instrucción militar básica, la capacitación en oficios laborales que faciliten su empleo en el apoyo humanitario que enfrentarán durante el año 2010.
General de Ejército Comandante en Jefe Juan Miguel Fuente - Alba Poblete
División Fraternidad
Simultáneamente, a partir de esta fecha el Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) está en condiciones de generar un aumento en su estructura de gestión y desplegar esta capacidad en apoyo a las zonas afectadas por la catástrofe. Esta labor estará bajo el mando del Comandante de Ingenieros del Ejército, General de Brigada Alessandro Cartoni Pruzzo. Para ello se efectuó una planificación que permitirá la contratación de obreros en un número de 13.000, por un período a definir con las autoridades respectivas. Esta fuerza colaboraría en actividades de normalidad vial y urbana así como también en actividades de reconstrucción en la VIII Región. Esto deberá ser coordinado y sincronizado con la necesidad de mano de obra local y permitirá otorgar una fuente laboral a jefes de familia damnificados, en forma simultánea con la contribución a la labor de reconstrucción, ayudando también a la reactivación económica regional. Esta actividad, la que se realizará luego de haber suscrito los convenios interministeriales respectivos, permitirá ir desarrollando fases sucesivas para contratar personas en las localidades donde se irán instalando las faenas. En su última fase se llegará a la contratación de 13.000 hombres. Por otra parte, se encuentra en estudio por parte de las autoridades desplegar estructuras similares en la VI y VII regiones, lo que permitiría al CMT contratar hasta 20 mil personas bajo esta modalidad.
Las principales tareas serán las de demolición de viviendas con decreto autorizado, armado de viviendas básicas, reparación y construcción de veredas y soleras en la vía pública, construcción y reparación de áreas verdes y reparación de infraestructura escolar, entre otras, coordinadas con los municipios respectivos.
Todo este trabajo del Ejército en la reconstrucción, que será el gran proyecto bicentenario del año 2010, conlleva una readecuación de la organización y del presupuesto institucional. En este sentido se suspenderán algunas actividades internacionales, se postergará la realización de cursos de requisitos, capacitación y perfeccionamiento, en beneficio de contar con este personal para la labor de la reconstrucción y ayuda humanitaria. Al mismo tiempo se readecuarán las estructuras presupuestarias de campañas y maniobras militares a fin de ejecutar un presupuesto de austeridad en este año de la reconstrucción.
Todas estas medidas que incidirán en alguna forma del accionar habitual del Ejército, serán desarrolladas con el máximo celo profesional y esmero por parte de sus integrantes, puesto que la finalidad primordial es la reconstrucción nacional, el apoyo humanitario a sus compatriotas damnificados y contribuir al desarrollo y progreso de Chile.
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