La ley que permitirá al estado ejercer control sobre el contenido que se publica en la web, fue elaborada y aprobada en Consejo de Ministros hace dos años y posteriormente archivada. Pero ahora se teme que con la presencia en Venezuela de Ramiro Valdés, el cuestionado vice presidente de Cuba y Ministro de Comunicaciones e Informática del régimen de los hermanos Castro, dicha ley pueda ser aplicada.
Intelligence, Defense and Security
Desde hace dos años existe en Venezuela un texto que regula el internet en el país; sin embargo, este texto aún no ha salido a la luz pública puesto que aún falta su sanción. La nueva Ley Orgánica de Telecomunicaciones, Informática y Servicios Postales permitirá que el Gobierno bloquee los contenidos de Internet que le disgusten. Con la presencia del vicepresidente de Cuba, Ramiro Valdés, sectores de la población venezolana sienten el riesgo de que el estado venezolano controle aún más la libertad de expresión y el contenido que circula por la red. Cumpliendo las aprensiónes de los sectores democraticos regionales sobre la verdadera razon de la presencia del "asesor" cubano y enviado especial de Fidel castro a Venezuela. Implementar la represión a la oposición a Hugo Chávez y el control total de los medios electronicos e impresos. Dada la experiencia de Ramiro Valdés desde que fue el encargado de dicha tarea en Cuba, con formación en Inteligencia y Contra medidas electronicas, formado por la STASI en la otrora Alemania Comunista.
El texto establece la implantación de un punto de acceso único manejado por el Estado. Todos, aboslutamente todos los mensajes, deberán pasar por ese filtro estatal. Ya sea e-mail, mensajes de texto, archivos y acceso a paginas web, Facebbok, Youtube, Space, Blogger. Es decir toda red social en el web que pueda servir de canal a la oposoción democrática venezolana para coordinarse y denunciar las tropelías del dictador venezolano. Así explica el portal del diario El Nacional. Tal medida ya se aplica calcadamente en los regimenes totalitarios de Irán, Cuba, Corea del Norte y ahora, se espera en Venezuela. Los expertos en comunicación temen que ahora se desarchive por la escalada de críticas y amenazas publicas realizadas por Hugo Chávez hacia las redes sociales virtuales. En las últimas semanas, ha sido evidente que a Chavez le está resultando muy incómodo lo que se difunde gracias a las nuevas teconologías. No hace falta lupa para interpretar estas pistas: Además de recibir la asesoría de Ramiro Valdés (supuestamente para minimizar la crisis energética), Hugo Chávez fustigó a Twitter y llamó a sus seguidores a una contraofensiva en la red; el jueves se solidarizó con el presidente de Irán justo cuando ese país bloqueó el acceso a Internet para evitar que el mundo viera las protestas de la oposición; los diputados de la Asamblea Nacional hicieron llamados al Gobierno a intervenir las redes sociales porque las consideran terroristas. Además, con antecedentes como el cierre de más de 35 emisoras y de RCTV Internacional, no es descabellado pensar que la próxima meta serán los medios virtuales. Chávez lanzó un decreto en marzo del año pasado para declarar Internet como servicio suntuario (lujoso) en las instituciones públicas, en total contra medida a la eficiente y moderna administración del Estado.
Panorama actual: Los casi 9 millones de personas que usan Internet en Venezuela (3 de cada 10 habitantes, según la consultora Tendencias Digitales) aún tienen formas para conectarse a la red sin dolores de cabeza. Por ahora. La amenaza está latente y lo peor: escrita en blanco y negro.
A mediados de 2008 apareció incluida en el llamado "paquetazo", un conjunto de leyes que Chavez esperaba aprobar globalmente y no por separado, la nueva Ley Orgánica de Telecomunicaciones, Informática y Servicios Postales para ser decretada por la Habilitante (era la ley No. 27). La idea era que sustituyera la norma vigente. Fue aprobada en el Consejo de Ministros y el Tribunal Supremo de Justicia declaró su constitucionalidad. Pero la ley, llamada también Decreto 6244, se sacó de ese paquete y se apretó la tecla de pausa. La entonces ministra de Telecomunicaciones e Informática, Socorro Hernández, afirmó que era un borrador y que debía darse primero un debate público sobre la materia. En el Parlamento nadie quiso confirmar la llegada de esa ley para su discusión. Luego, en junio de 2009, la Comisión de Medios de la Asamblea dijo que la revisión quedaba en manos del presidente de Conatel, Diosdado Cabello. Lo que sucedió fue que cuando el texto legal se filtró causó mucho revuelo, pues proponía ese piso legal que el Estado fuera el único que controlara Internet a través de un solo punto de interconexión. Esta fue la principal preocupación de un grupo de académicos de varias universidades venezolanas que evaluó exhaustivamente la reforma. En un informe elaborado por estos especialistas y por la Escuela Latinoamericana de Redes, EsLaRed, se concluye que el cambio de una red con accesos de varios proveedores como la que existe hoy al de una sola vía de acceso implica un alto riesgo: "Es muy importante reconocer que no se está hablando de un Punto de Acceso Único (NAP) sino de un NAP manejado por el Estado. Esto motiva una preocupación nacional, pues en el ambiente internacional los NAP suelen ser manejados por el sector privado", dice el análisis. Una de las coordinadoras del informe y docente de la ULA, Sandra Benítez, resalta que ese proyecto legal fue sorpresivo porque para su elaboración nunca se incluyeron sectores académicos o a los operadores de la Red. "La nueva ley que se propuso tiene problemas de fondo porque abre un margen de discrecionalidad. Una ley tan amplia (más de 400 artículos y varias áreas de acción) es una involución porque busca centralizar el control de las comunicaciones". La profesora de la ULA Raiza Urribari, quien también participó en el informe, insiste en que sería contradictorio aprobar una ley que pretenda controlar el uso de Internet. "La Constitución y la Ley de Telecomunicaciones le dan carácter prioritario al Internet, al igual que los acuerdos internacionales como el de Ginebra o el de Túnez, que Venezuela ratificó a partir del año 2000". Isabel Briceño, otra profesora de la ULA y experta en Internet, afirma que la tecnología mundial apunta más bien a tener varias vías de conexión: satélites, fibra óptica, redes múltiples. "Pensar en el NAP ya resulta obsoleto. La tendencia no es centralizar las comunicaciones, sino a ampliar la red de distribución de los mensajes", explica.
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