PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010

PARADA MILITAR BICENTENARIO EJERCITO DE CHILE 2010
BICENTENNIAL MILITARY ARMY OF CHILE 2010

REPORTAJES ESPECIALES E INFORMACIÓN ADICIONAL

domingo, 21 de febrero de 2010

LA RECONCILIACIÓN ENTRE COLOMBIA Y ECUADOR SON UNA BOFETADA PARA CHÁVEZ

A Chávez el cuadro interno y externo se le agrava día por día. Es lo que suele llamarse “un rápido proceso de descomposición”.
Leer Tambien: Teoría del Péndulo
Se va haciendo insuficiente el reporte semanal sobre el estado del enfermo que hacemos semanalmente en ZETA. El enfermo empeora día a día, por lo cual deberemos expedir, aquí en El Nuevo País, por esta vía, avances informativos entre viernes y viernes. El cuadro internacional se agrava. La Unión Europea discutirá el informe sobre las razones que existen para borrar a Chávez de la lista de gobernantes democráticos. La sola discusión será erosiva, porque se trata de ventilar trapos sucios. Unos más hediondos que otros, pero todos sucios. Estos eventos que nunca son accidentales. Si a Chávez le quedara en Europa algún amigo eficiente –la España quebrada ya no puede llamarse tal-, esa discusión hubiera sido bloqueada. Darle curso es señal de que hay el propósito de contribuir al debilitamiento del chavismo. Mientras tanto, la Casa Blanca trabaja en una nueva posición, mucho más dura, ante la amenaza iraní. Irán arrastrará a Venezuela. Los medios estadounidenses destacan la relación entre uno y otro país. El molino de Washington muele lento, pero muele fino.
En nuestro patio latinoamericano, el rechazo a Chávez es una bendición para los candidatos de derecha y obliga a cambiar la posición de quienes había venido apareciendo como amigos del barinés. Una declaración diferenciándose de Chávez engorda la cosecha electoral de cualquier candidato. En Chile, Sebastián Piñera ha triunfado prometiendo dureza frente al presidente venezolano. Lula manda a su canciller, Celso Amorín, a presentar los respetos al elegido derechista chileno. En Colombia, Santos refuerza su posición declarando: “Chávez y yo somos como aceite y vinagre”. El uruguayo Mujica hace lo mismo y lo subraya en una reunión de empresarios. Los resultados centroamericanos indican la tendencia continental. Liberación Nacional, el adequismo tico, ha galopado con la señora Chinchilla, experta en seguridad que presenta una plataforma de centro derecha. Los dos adversarios que completan el marcador son claramente derechistas. En Honduras se consolida Lobo y se difumina Zelaya. Mal augurio para Ortega, cuya intención reeleccionista en Nicaragua es rechazada por la mayoría, según las encuestas.
Lo más interesante es el giro de Correa. Ya les habíamos dicho en estas crónicas que el ecuatoriano estaba mirando a la derecha. Pues aprovechó la reunión de presidentes en Quito para, sin pararle a cortesías, dedicar toda su atención a Uribe. Sus expresiones de reconciliación con el colombiano que espectacularmente bombardeó las bases guerrilleras y penetró en territorio ecuatoriano para rematar a los guerrilleros y hacerse con el valioso material de inteligencia –las computadoras de la guerrilla-, son una bofetada a Chávez justo cuando éste trata de usar su enfrentamiento con Uribe en una causa nacional venezolana. Es una preciosa posición estratégica la que Chávez pierde con esta defección, porque Ecuador le servía para jurungar tanto a Uribe como a Alan García.
El movimiento de Correa tiene una sola explicación: como experto geopolítico no apuesta a la supervivencia de Chávez. En cuanto a Chávez mismo, su desesperación revela que ni siquiera él apostaría.

No hay comentarios: