El narco-guerrillero, mano derecha de 'Afonso Cano', era uno de los objetivos de la operación contra el campamento en el que murieron más de 30 subversivos. Las Farc en represalia han asesinado a 12 civiles acusadas de ser informantes.
Ha pasado un mes y medio desde que las Fuerzas Militares atacaron con aviones artillados y potentes bombas un campamento de las Farc en Marquetalia (Planadas), Tolima. Después de la arremetida, los comandantes militares y el mismo Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, anunciaron que este había sido un golpe contundente a las Farc, donde posiblemente habían muerto entre 30 y 40 guerrilleros, entre ellos, el comandante del Comando Conjunto Central y mano derecha de Alfonso Cano, Arquímedes Muñoz, alias Jerónimo Galeano. El guerrillero tomó importancia y se convirtió en la mano derecha de Cano cuando este fue nombrado máximo jefe de las Farc y se trasladó al sur del Tolima.
Las bombas lanzadas desde los aviones causaron el derrumbe de una peña que sepultó el campamento guerrillero bajo unas 30 toneladas de tierra. Las probabilidades de que alguien hubiera sobrevivido, estimó el Ejército, eran casi nulas. Sin embargo, se salvó, con uno que otro rasguño, Iván Antonio Usuga Graciano, alias ‘Omar’ o ‘El Paisa’, del frente 66, quien logró refugiarse del en una trinchera.
'El Paisa' le dijo a los soldados que después llegaron a la zona, que a las 7 y 30 de la noche vio dentro del cambuche a varios cabecillas, entre ellos a Jerónimo, por lo que se dio casi por hecho que allí había muerto.
El Ejército comenzó a hacer la remoción de tierra en el lugar del derrumbe, y logró sustraer 13 cuerpos que habían quedado enterrados. Poco a poco los fueron identificando: entre los muertos estaban William Bernate, alias William, cabecilla del frente 66; Paola Vasto, alias La Borracha, secretaria de Jerónimo y otros, pero ninguno de los cuerpos correspondió al de Jerónimo Galeano.
Uno de los cuerpos fue hallado decapitado. Según dicen los campesinos, se trataba de uno de los hijos de Jerónimo, pero no el de Fredy Muñoz alias ‘Sebastián’ como se había anunciado. Mientras continuaba la remoción y se verificaban identidades, en Gaitania, corregimiento de Planadas, fortin de Galeano y sus hombres por muchos años, corría el rumor de que el cabecilla estaba vivo. La noticia llegó hasta la Brigada Móvil 8, en la población.
“Eso es posible. Hasta que no podamos ver el cuerpo debemos darlo por vivo” dijo un oficial que omitió su nombre porque no está autorizado por los altos mandos para hablar del tema.
Aunque el comandante de la Quinta División, general Jairo Erazo no confirma que Jerónimó esté vivo ni muerto, señala: “No se ha encontrado el cuerpo. Estoy esperando que alguien me diga dónde está el cadáver de ese bandido para ir a buscarlo”. Otro indicio de que el hombre fuerte de Cano sigue activo es que tras la circulación de la noticia de su supuesta muerte, Jerónimo se comunicó días después con parientes, para informarles que estaba bien, dijeron fuentes allegadas a familiares del subversivo.
El guerrillero les contó que sí estuvo en el lugar, dentro del mismo campamento destruido por las bombas pero que salió con su guardia de seguridad a las 8 de la noche, dos horas antes de la llegada de las fuerzas militares.
Dicen quienes lo conocen, que por su experiencia de 30 años en las filas de la subversión, Jerónimo Galeano tiene por costumbre cambiarse de lugar en las noches, incluso en el día, para salvaguardarse, y esa noche lo hizo con ‘Sebastián’ de quien nunca se separaba.
'El Paisa', único sobreviviente, no conocía este hábito de Jerónimo, puesto que no permanecía con él, sino que acababa de llegar, para cumplir alguna misión, según él mismo manifestó.
Sobre la situación de Jerónimo dan cuenta también un informante del Ejército y campesinos de la zona que lo vieron y han hablado con él.
Desertor: ficha clave en golpe
Sobre la forma cómo fue ubicado el campamento, se han manejado varias hipótesis. Una de ellas es que uno de los guerrilleros que gozaba de más confianza de Jerónimo habría sido la persona que se encargó de entregar las coordenadas.
“A él se le había delegado una tarea especial fuera de la zona, cosa que al parecer aprovechó para evadirse y dar a conocer la ubicación del campamento guerrillero”, dice un informante del Ejército.
Las represalias de las Farc
El bombardeo, la posterior muerte de Fredy Muñoz Valderrama, alias Sebastián, quien fue dado de baja en un enfrentamiento con el Ejército en la vereda Jerusalén, de Planadas, el 5 de noviembre y donde fue capturado el sociólogo Andrés Felipe Morales, y la muerte de alias Yoiner, segundo cabecilla de la columna Héroes de Marquetalia, compañero sentimental de Magaly Grannobles o Mayerly, han afectado profundamente a las Farc que han dado la orden de vengar esas muertes.
Según las autoridades, en represalia a esos golpes en la zona, las Farc han asesinado a 12 personas en las últimas tres semanas, que el grupo guerrillero considera sospechosos y que facilitaron información al Ejército para dar con su ubicación. También han iniciado un plan para intimidar a funcionarios del Estado o a familiares o conocidos de integrantes de las Fuerzas Militares. Así mismo, se conoció en las últimas horas que fueron declarados objetivo militar por las Farc los funcionarios de las instituciones del estado en Planadas y Rioblanco, entre ellas empleados de programas auspiciados por la embajada de Estados Unidos, la Presidencia de la República y otros como el ICA, el Sena, el ICBF y otros que se manejan a través de Acción Social.
Las Farc han dicho en la región que ‘todos aquellos funcionarios de las instituciones que pretendan entrar a implementar programas de gobierno, serán objeto de muerte’.
El pánico se ha apoderado de la región, pues ya se ha visto que las amenazas se han venido cumpliendo, inicialmente en la población civil
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