Correos electrónicos y audios de conversaciones telefónicas realizadas por miembros de las fuerzas armadas chilenas y ecuatorianas son parte del material hallado hasta el momento por la jueza María Martínez Gutiérrez en los dos discos duros del gerente general de Business Track (BTR), Elías Ponce Feijóo, procesado por violación del secreto de las comunicaciones junto a otros cuatro oficiales y suboficiales en servicio activo en la Marina de Guerra del Perú.
Según cita el semanario peruano
Caretas, durante el hallanamiento realizado el pasado 15 de julio, del material incautado al ex jefe de inteligencia naval, se visualizaron varios correos electrónicos de los oficiales de la
Fuerza Aérea Chilena, el coronel
Felipe Valenzuela (fvalenzuela@fach.cl), Fernando Santander (fsantander@fach.cl), Rodrigo Vargas (intranet@fach.cl) y Rodolfo Calderón de la Fuente (rcalderon@fach.cl).Los oficiales mencionados habrían realizado labor diplomática en Perú. El semanario también menciona que se encontró e-mails del
cónsul de Ecuador en Santiago de Chile (consulsantiago@consuladoecuador.tie.cl) con la asistenta del Consulado, Teresa Bejarano Trujillo.Igualmente, se habría encontrado en el disco duro de Ponce imágenes de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y el escaneo de un documento firmado entre el Instituto Oceanográfico de la Armada de Ecuador y el “Institut de Recherche pour le Développemment”, de Francia.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas, se ha determinado que además de interceptar llamadas a empresarios y políticos peruanos, BTR habría realizado labores de contrainteligencia para la Marina de Guerra, especificamente a las comunicaciones telefonicas y de correo electrónico de militares chilenos y ecuatorianos.
Según Walter Chinchay Carbajal, abogado de uno de los acusados, el oficial de Mar de Segunda Martín Fernández Virhuez, oficiales en actividad destacados en inteligencia sí realizaban contrainteligencia para BTR.
“Es conocido que oficiales en actividad trabajaban allí para tener un ingreso adicional. La Marina tenía conocimiento de que BTR hacía estos trabajos (de interceptación telefónica), pero no dijeron nada hasta que se supo públicamente por la investigación policial”, señaló el abogado a este diario.
LA VIEJA HISTORIA DE ESPIONAJE PERUANO CHILENO
Ya en Junio de 1988 la investigacion por el asesinato del subteniente del Ejército del Perú Marco Barrantes, revelo que quienes lo ejecutaron, lo hicieron con la convicción de que eliminaban a un espía que había vendido valiosos secretos militares a Chile y Ecuador, y que la información en manos de Ecuador sería usada para supuestamente atacar al Perú, información que efectivamente sirvio de mucho a Ecuador en la Guerra del Condor en 1995. Según detalles de la investigación de la epoca, Barrantes murió sin que el Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) –que lo detectó, y supuestamente secuestró y asesinó– consiguiera identificar a sus contactos de Chile, con los que también comerció documentos clasificados, según el propio testimonio judicial de los oficiales que lo interrogaron y sus compañeros de aventura. Es la sordida y triste historia no contada de cómo Marco Barrantes, fue supuestamente asesinado en los sótanos del SIE. ¿La razón? Barrantes montó una intrincada red entre sus compañeros del Ejército del Perú para capturar documentación sobre el orden de batalla de sus propias FFAA en las fronteras con Ecuador y Chile. Una red que le abastecía de datos sensibles sobre el número de efectivos, armamento, desplazamiento e inteligencia militar. El espionaje de Barrantes, según los testimonios obtenidos, tuvo efectos letales para la seguridad del país. Era necesario capturarlo y someterlo a juicio, pero los altos mandos de ese entonces, supuestamente decidieron matarlo a él y a su contacto ecuatoriano, el agregado aéreo ecuatoriano Enrique Duchicela, después de tres meses de detención en el SIE. Cancelando así la oportunidad de conocer a toda la red. El caso del subteniente Marco Barrantes se encuentra a la fecha en el 13º Juzgado Penal de Lima. Se trata de un proceso abierto a instancias de su familia contra el ex jefe del SIE, el general ya retirado Osvaldo Hanke Velasco, y otros cuatro efectivos del Ejército, denunciados por haber arrestado, torturado y asesinado al ex militar. Durante el proceso, después de más de veinte años de silencio, comenzó a perfilarse esta historia de traiciones y de aprendices de espías que traicionaron a su propio país. Es importante que se juzgue y sancione a quienes eliminaron extrajudicialmente a Marco Barrantes, como también es necesario reconocer que este subteniente y su red durante aproximadamente al menos durante dos años, entre 1987 y 1988, revelaron valiosísimos secretos militares para vendérselos a la inteligencia del Ecuador y Chile.
SECRETOS REVELADOS
Uno de los documentos reveladores es la acusación del fiscal del Consejo Supremo de Justicia Militar (CSJM), que en 1989 sometió a juicio a ocho miembros de la red de Barrantes, ofrece una idea de la dimensión y grado de penetración de la red de espionaje. El que no robaba burdamente los documentos de los escritorios de desprevenidos oficiales sino los obtenía de las propias instalaciones del Pentagonito (nombre coloquial peruano para referirse a la sede central del Comando Conjunto de las FFAA de ese país), de acuerdo con la acusación: "Durante los meses no bien determinados del año 1987, y los primeros meses de 1988, el subteniente Marco Barrantes, posiblemente perteneciente a un partido político, o a un grupo terrorista, comenzó a convencer a miembros del Ejército y empleados civiles de la Comandancia General del Ejército, ofreciendoles dinero y dólares para integrarles como colaboradores e informantes, para que le proporcionaran documentos e información de carácter ‘Estrictamente Secreto’, ‘Secreto’ y ‘Reservado’, logrando su propósito". Entre los documentos que lograron vender a Barrantes no solo había material de inteligencia sobre Ecuador sino también de Chile:
• El ‘Plan de Operaciones Chispazo’, relacionado con actividades de inteligencia sobre Ecuador y Chile.
• El ‘Plan de Operaciones Escoba’, una evaluación de la situación defensiva de las tropas del Perú en la frontera chilena.
• Documentación de analisís de la Primera Reunión Tripartita Perú-Chile-Bolivia.
En Perú aun se preguntan dónde fue a parar la documentación sobre Chile. La investigación interna señala que Barrantes pudo haber vendido los documentos a militares chilenos.
SERVICIO COMPLETO
Que Barrantes presionaba por información no solo sobre Ecuador sino también respecto de Chile, lo revela el testigo de uno de los miembros de su red, el suboficial de primera, auxiliar de Inteligencia Operativo (AIO), Raúl Gamonal Yaranga, quien laboraba en el Departamento de Contrainteligencia del SIE, en el Pentagonito. Yaranga se encargaba del Frente Externo, en la oficina dedicada exclusivamente a producir inteligencia tanto de la embajada, consulados, FFAA y empresas chilenas.
El 27 de mayo de 2003, así declaró Yaranga ante la jueza María Gutarra: "Él (Barrantes) se abocaba más a pedirme información y documentación de los países limítrofes de Ecuador y sobre todo de Chile, por lo que presumía que él tenía contacto con alguna embajada de esos países. Recuerdo que le entregué documentación relativa a dichos países". Cuando le tocó el turno de declarar al ex jefe del SIE, el general retirado Osvaldo Hanke, si bien negó haber ordenado la captura y desaparición de Marco Barrantes, reconoció que ejecutó el ‘Plan Lucero’ para desbaratar a la organización del subteniente a quien en 1985 el Ejército le dio de baja por deserción mientras cumplía funciones como agente del Departamento de Inteligencia de la Cuarta División del Ejército con sede en Puno. Se estima que una vez fuera de la institución, aprovechó sus contactos en el SIE para dedicarse al espionaje. Según declaraciones judiciales de los involucrados en la red, Barrantes siempre disponía de grandes cantidades de moneda local y dólares a su disposición.
Hanke en su declaración judicial confirmó que Barrantes además de capturar documentos sobre Ecuador también lo hacía con los concernientes a Chile. Y aclaró que la información que Raúl Gamonal Yaranga le suministraba a Barrantes incluía informes sobre los seguimientos a espías ecuatorianos y chilenos en el Perú. Así lo dijo Osvaldo Hanke: "Vendieron informacion que nos permitían realizar investigaciones con respecto al personal extranjero de países vecinos que realizaban actividades de espionaje en provecho de sus países. Debo señalar que con esa información altamente clasificada que toda esa gente ha vendido, se ha puesto en riesgo la seguridad del país... Se ha verificado que han vendido planes de operaciones elaborados para hacer frente a países vecinos, listas de las unidades, ubicación de las tropas en las zonas de conflicto, principalmente en las línea de frontera... Han vendido información sobre las redes de comunicaciones, en particular las que corresponden a las unidades (militares) del sur del país.
Como vemos el nuevo caso de espionaje, es solo un episodio más de una larga historia de desconfianzas mutuas.