Después de que el ministro de Defensa Luis Rosadilla decidiera cerrar proximamente más de la mitad de las representaciones militares uruguayas en el exterior (inclusive en países con los que hay una fluida relación académica y de material), además de anunciar que, en pocos años habrá agregados de defensa civiles, Uruguay montará una agregaduría en Caracas.
Venezuela, país con el cual, más allá de la presencia de sus técnicos en la Estación Antártica Artigas y viajes de marinos recién formados en su buque escuela, no hay mayores nexos técnicos, designó, llamativamente, a un General en la embajada en Montevideo y una Agregada Adjunta, con el grado de Teniente. Rosadilla aduce "reciprocidad" para designar la misión uruguaya, que, de manera aún más llamativa -dados los constantes roces entre ambos países-será concurrente en Colombia.
La distribución de los agregados mayormente la decide el Director de Relaciones Internacionales y ex embajador en Venezuela, Gerónimo Cardozo, un ex mayor, apartado en los 70 de la FAU por connivencia con la guerrilla, y ascendido a Brigadier luego que el Frente Amplio asumiera el gobierno en 2005
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