Los Emiratos Árabes Unidos han inaugurado una nueva base naval en el emirato de Fujairah, en la orilla del golfo de Omán y cerca del estrecho de Ormuz, que separa la península Arábica e Irán. El enclave es una posición estratégica, más de la mitad del petróleo de los países de la zona transita por este paso, que Irán ha amenazado con bloquear en caso de ser agredido por Estados Unidos. Los Emiratos Árabes pretende garantizar desde esta nueva base la salida al mar Arábico y de ahí al océano Índico.
La inaguración del enclave naval viene de la mano con el anuncio oficial de EEUU sobre su intención de vender a un plazo de 15 a 20 años a su vecino, Arabia Saudita, un paquete de platafromas aéreas de ala fija y rotatoria por US$60 billones.
Ambas medidas reafirman la presencia de influencia de EEUU y Occidente en la zona frente a un desafiante plan nuclear iraní
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