Es bien sabido que Argentina consiguió la ayuda de los soviéticos durante la Guerra de las Malvinas / Falklands. Pero ahora comienzan a emerger más detalles sobre esta historia.
El HMS Sheffield fue alcanzado por un misil de anti-buque Exocet disparado por un Dassault Super Étendard de la Armada Argentina el 4 de mayo de 1982
Recientemente, el escritor ruso Sergey Brilev, hijo de un diplomático soviético que vivió en varios países de América del Sur, publicó el libro "Fidel, el fútbol y las Malvinas." A los 10 años de edad Brilev vivió en Uruguay cuando los argentinos desembarcaron en las Malvinas. Esta historia y la participación de su país en el conflicto, siempre lo intrigaba.
Brilev ha buscado en los archivos de Moscú, pero fue detenido por ser "información clasificada". Entonces intentó ponerse en contacto con algunos oficiales soviéticos que sirvieron en la década de 1980. El general Nikolai Leonov, KGB, y el general Valentín Varennikov, un miembro de las fuerzas soviéticas en Moscú. Los dos confirmarón el envío de información a los argentinos durante el conflicto.
En su libro, Brilev dice que los argentinos fueron capaces de localizar el destructor británico HMS Sheffield, gracias a la información obtenida por satélites espía soviéticos en órbita sobre el Atlántico Sur.
Foto del Lockheed P2V Neptuno de FAA. notese el estado del soporte hidraulico de la rueda delantera. La falta de mantenimiento hacia imposible su servicio.
La versión oficial de los hechos ha sido siempre que un Lockheed P2V Neptuno había detectado al Sheffield. La edad avanzada y problemas de mantenimiento del Neptuno siempre pusieron en jaque esta versión de los hechos. El autor del libro también dice que el hundimiento del Atlantic Conveyor RFA se debió directamente a la información obtenida vía el satélite espía Kosmos-1365.
Según el autor, la ayuda a los soviéticos fue más allá. Un avión soviético de vigilancia marítima Tu-95 'Bear' siguió a la flota británica en la costa francesa y el ecuador. En algunas ocasiones, la aeronave voló a 30 y 40 metros de altitud. Esta información fue confirmada por el coronel Georguiy Bulbenkov entonces piloto de la aeronave.
Pero la decisión de ayudar a los argentinos al parecer, no provino de las altas esferas del poder central de Moscú. Brilev entrevistó nada menos que a Mijail Gorbachov, jefe del Partido Comunista Soviético en la época. Gorbachov estaba claro que nunca hubo una decisión del Comité Central para ayudar a la junta militar en Argentina. El autor concluye que se trataba de una decisión de los propios generales.
Brilev recuerda que Uruguay y Argentina fueron los dos únicos países sudamericanos que no se sumaron al embargo comercial, encabezado por los EE.UU. contra los soviéticos en 1979, cuando Afganistán fue invadida. Los soldados estaban muy agradecidos de la alineación de estos dos países.
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