El diario «Haaretz» de Tel Aviv desvelaba que el Parlamento israelí, la Knesset, incurrió hace algunas semanas en el error de publicar en su web las identidades de altos oficiales del Mossad y del Shin Bet, lo que las leyes del país obligan a mantener en “top secret”.
Intelligence, Defence and Security
Meir Dagan, Director del Mossad
La dosis de suerte que evitó el desastre es que, hasta donde se sabe, nadie vio a tiempo el memorándum sobre la reunión parlamentaria en la que habían participado esos oficiales, y en la que figuraban sus nombres. Lo que, sin embargo, convierte a este en un incidente preocupante para la seguridad nacional es que no es la primera vez que ocurre: el pasado año, otro lapso de la Knesset dejó al descubierto información confidencial sobre el desarrollo tecnológico de un nuevo sistema de defensivo. Tras el fallo, los operadores del sitio parlamentario en Internet fueron sometidos a un entrenamiento específico sobre el manejo de las informaciones reservadas, aunque a la luz de lo sucedido, parece que el curso no tuvo demasiado éxito.
La fugaz revelación de identidades de oficiales del Shin Bet y del Mossad se produce en un momento especialmente delicado para esta última institución, -el Servicio de espionaje israelí en el exterior-, que desde febrero se ha visto envuelto en un escándalo por el presunto asesinato en Dubai de un jefe de Hamás.
La torpeza de exponer al acceso público tan comprometedores datos ha coincidido, además, con la crisis de inquietud desatada desde principios de abril entre las autoridades israelíes a raíz del caso de la ex militar Anat Kam. La joven filtró a un periodista 2.000 documentos del Comando Central del Ejército, -700 de ellos clasificados de “máxima seguridad”-, después de copiarlos en un CD, que el Shin Bet no encuentra.
Anat Kam.
En diciembre de 2009, Kamm fue puesto bajo arresto domiciliario por el Shin Bet acusada por, presuntamente, haber filtrado documentos de Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) a un periodista mientras ella era soldado. La información de la fuga de seguridad sugirió que el ejército había desafiado una sentencia contra el asesinato de militantes buscados en Cisjordania, los que pudieran haber sido detenidos de forma segura. Los hechos que rodean el caso fueron sometidos a muchas críticas y publicidad en Israel. El Shin Bet afirma que Kamm copio más de 2.000 documentos clasificados durante su servicio militar en las FDI y filtro algunos de ellos al periodista del periodico Haaretz, Uri Blau.
Uri Blau
Los documentos incluyen "información operativa militar, de seguridad y evaluaciones de la situación, actas de reuniones y protocolos, información de inteligencia altamente sensible, órdenes de despliegue y combate y doctrinas de guerra para la Ribera Occidental". El Jefe del Shin Bet, Yuval Diskin, dijo que el caso "tenía el potencial para causar un daño grave a la seguridad del Estado" y define los documentos como "del tipo que cualquier agencia de inteligencia estaría encantado de poner sus manos sobre el tema".
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