Airbus pierde la oportunidad de cerrar el "negocio del siglo" con la Fuerza Aérea estadounidense por 179 aviones de transporte militar por un valor de 35 millones de dólares. El socio estadounidense Northrop Grumman ha retirado la oferta argumentando que las condiciones de competencia eran injustas, ya que la licitación se hizo totalmente en función de la empresa rival Boeing.
"Tras un amplio análisis, Northrop Grumman ha determinado que no enviará su oferta al Departamento de Defensa para el programa KC-X", anunció la empresa en un comunicado. "Hemos llegado a esta conclusión en base a la metodología de selección (...) que claramente favorece a los aviones nodriza más pequeños de Boeing y no provee el reconocimiento adecuado a la capacidad añadida de un avión nodriza mayor, apartándonos de antemano de toda posibilidad de competencia".
La empresa aclaró que respeta plenamente la "responsabilidad del Departamento de Estado para determinar los requerimientos militares de un nuevo avión nodriza", aunque se mostró "muy decepcionada" por el favoritismo hacia Boeing.
El jefe de Airbus, Thomas Enders, acusó al gobierno de Estados Unidos de incurrir en "prejuicios". "La actual convocatoria está hecha claramente a medida de los aviones pequeños y con menor autonomía de la competencia", comenta Enders.
"Las conclusiones están a la vista: no se trata del mejor avión nodriza ni de una competencia justa", remató. Según sus palabras, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, ya había dejado en claro en 2009 que era partidario de una oferta de Boeing. Northrop Grumman está convencido "de que no tenemos ninguna oportunidad de ganar en este escenario, más allá de lo buena sea nuestra oferta", afirmó Enders. La Fuerza Aérea estadounidense sabe que los aviones nodriza de Airbus "han ganado las cinco convocatorias que tuvieron lugar a nivel internacional en el último año". "Las apreciaciones políticas se las dejo a otros. Para mí está claro que en las actuales circunstancias no tiene sentido económicamente ingresar" para nosotros en este negocio, dijo Enders, según el cual el perdedor es la Fuerza Aérea que tuvo que optar por la segunda opción.
La Fuerza Aérea tiene que reemplazar 534 aviones nodriza. Esto implica a largo plazo un negocio por 100.000 millones de dólares. En una primera etapa, está prevista la incorporación de 68 aeronaves por 12.000 millones de dólares y encargos sin fecha fija para 111 aviones más.
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