Venezuela está «a media luz» como diría el tango argentino o en «la penumbra y oscuridad» como los boleros. La fuerte sequía sumada a la falta de inversión, planificación y absurdas compras de turbinas a Cuba, ha obligado al gobierno de Hugo Chávez a imponer un severo racionamiento de electricidad a los centros comerciales, restaurantes, sitios de diversión nocturna y avisos de neón. Y los que no cumplan con el decreto serán castigados con fuertes sanciones.
Chávez usa 2 aires acondicionados portátiles en su Aló Presidente ¿racionamiento energético y sacrificio?
Por si fuera poco, la administración chavista planea cerrar las industrias del aluminio y el acero, controladas en su totalidad por el Estado, como parte de las medidas de ahorro de electricidad, anunció el ministro de Energía Eléctrica, Angel Rodríguez, a la prensa local.
«Si tenemos que cerrar las empresas básicas de Guayana -sur de Venezuela- porque se está secando el Guri –la represa hidroeléctrica que genera el 70 % de la demanda- pues habrá que cerrarlas», dijo Rodríguez en una entrevista al diario económico venezolano «El Mundo» publicada hoy lunes.
Desde el 1 de enero y como parte de un duro programa de racionamiento de electricidad en todo el país, las empresas del aluminio y el acero venezolanas apagaron parte de sus líneas de producción para reducir su consumo en una media de 560 megavatios (MW) por día.
El ministro Rodríguez añadió que «si nosotros, por la situación de emergencia, tenemos que cerrar industrias, ministerios y cambiar el horario laboral del país en función de ese ahorro, tendrá que hacerse para evitar que el embalse se seque».
En la última semana navideña el consumo nacional aumentó a 16.713 MW, cifra aún superior a los 15.189 MW generados. Chávez ha dicho que la generación diaria de electricidad era de 16.235 MW como media y la demanda potencial llegaba a los 16.579 MW.
La crisis energética y de agua ha provocado mayores restricciones a la ya desmedrada calidad de vida de las capas mas postergadas en Venezuela
A partir del primero de enero, el gobierno de Chávez restringió el suministro eléctrico a las industrias, centros comerciales, salas de bingo, vallas de publicidad y avisos publicitarios de neón. El horario es desde las 11 de la mañana hasta las 03 de la mañana y los casinos y bingos hasta la medianoche.
Pero el mayor impacto de la medida restrictiva lo sufren los cines, restaurantes y locales de entretenimiento, que se encuentran dentro de los centros comerciales, que son los espacios sociales predilectos de los venezolanos por su confort, comodidad y seguridad, dado el alto nivel de criminalidad en las calles de Caracas.
Según el decreto oficial, la restricción se justificaría porque el consumo de energía eléctrica del país sería «14 % más alto que toda América Latina y el Caribe. Además la demanda nacional habría crecido un 7%». Pero no habla de la falta de inversiones y previsiones en los últimos once años ni de las donaciones eléctricas a otros países que han caracterizado a la revolución bolivariana de Chávez
Si algún local comercial no acata las medidas del horario entonces será penalizado con el corte de luz las 24 horas siguientes o la suspensión de la energía por 72 horas si se reincide en el incumplimiento. Un ejército de inspectores se desplegará en todo el país para vigilar el cumplimiento de las normas o en caso contrario imponer sanciones.
La alternativa para seguir abiertos después de las 9 de la noche o los casinos después de la medianoche es alumbrarse con velas, linternas o una planta generadora de electricidad propia.
El ministro Rodríguez aseguró que «el racionamiento eléctrico regirá hasta mayo» cuando se espera que se inicie la temporada de lluvias. La prolongada sequía también ha causado desde hace dos meses largos cortes de agua. Los fines de semana las residencias de las urbanizaciones de clase media no reciben el suministro de agua y los caraqueños deben usar baldes para lavarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario