Más de 5 millones de bolivianos están llamados hoy a las urnas para decidir si aprueban o no la continuidad del proyecto de gobierno socialista e indígena de Evo Morales, quien se presenta a la primera reelección en la historia de un presidente de Bolivia.
Las encuestas anticipan una aplastante victoria de Morales sin necesidad de una segunda vuelta, con porcentajes de entre el 52 y 54 por ciento, aunque no por ello el oficialismo termina de sentirse ganador.
Morales, quien promovió el cambio de la Constitución para optar a esta reelección, pidió hasta el último minuto de la campaña electoral, finalizada el pasado jueves, el apoyo popular para «garantizar el proceso de cambio» y «no permitir que regresen los neoliberales, los que robaron a este país», tal y como refrendó en su mitin más multitudinario del departamento de La Paz, el que ostenta mayor número de electores (1.4 millones) y con mayor respaldo a Morales (68%).
La importancia del 75%
El oficialismo considera que si no logra el respaldo del 75% de la población, y en consecuencia el control absoluto del Congreso, estará nuevamente sometido a la obligación de negociar con la oposición, que en los últimos cuatro años ha trabado los proyectos políticos de Morales.
Pero además esta vez el Poder Legislativo tendrá en sus manos la responsabilidad de construir el armazón legal que pondrá en marcha el nuevo Estado plurinacional autonómico, comunitario y de economía mixta, definido en el nuevo texto constitucional.
Consciente de ello y confiado en su victoria, el Jefe de Estado convocó para el 12 de diciembre la primera reunión de gabinete de su nuevo gobierno, con una agenda que incluye el análisis de dos de las cien leyes necesarias para aplicar la nueva Constitución: la Ley Marco de Autonomías y la de reformas al Poder Judicial.
Según Morales, su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), se encuentra a dos escaños de lograr el control pleno del Congreso, que es posible con 24 de los 36 senadores y 87 de los 130 diputados.
No obstante, su principal contrincante, Manfred Reyes Villa, del Plan Progreso para Bolivia-Concertación Nacional (PPB-CN), asegura que este domingo los bolivianos le darán la opción de asistir a una segunda vuelta electoral, que es posible en caso de que Morales no logre distanciarse en más de 10 puntos de su inmediato seguidor.
Según las encuestas, Reyes Villa tiene un respaldo de entre el 20 y 21%, lo que significa que no podrá forzar una segunda vuelta.
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