Las montañas y las selvas de América del Sur no son un terreno ideal para la guerra de tanques. Así que es difícil prever lo que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene en mente para las decenas de tanques rusos en su última lista de sus compras militares. El objetivo estratégico de una reciente gira que lo llevó a algunos de los regímenes menos saludables del mundo es, sin embargo, más fácil de discernir. Además, encabezó este mes el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos (DoD) para dar aviso el lunes 14 de septiembre de "un desafío grave a la estabilidad" en la región.
El líder supremo cada vez más autocrático de Venezuela regresó de un viaje que le llevó a Libia, Irán, Argelia, Siria, Turkmenistán, Bielorrusia y Rusia, aunque también encontró tiempo para visitar España y el Festival de Cine de Venecia. En su paseo fue condecorado por el líder de Libia, Muammar Gadafi, y abrazado por Aleksandr Lukashenko, Presidente de Bielorusia.
Además de examinar las armas y el petróleo con los rusos, también cortejaba invitando al condenado presidente paria de Sudán, Omar al-Bashir, a Caracas, y despreocupadamente anunció un acuerdo de cooperación nuclear con Mahmoud Ahmadinejad, presidente de Irán.
Desde la revelación de ésto último hecha primicia por Le Figaro, un periódico francés, cayó sobre el tema el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia para emitir un recordatorio brusco a Hugo Chávez de la Resolución 1737 del Consejo de Seguridad de la ONU. Esta prohíbe explícitamente la exportación por parte de Irán de material de su controvertido programa nuclear, que el señor Chávez apoya.
El viaje hizo mucho para reforzar a Chávez su bien ganada reputación de declaraciones escandalosas. Pero hay un método "logico" a su locura. La sección de política extranjera del "Primer Plan Socialista de Venezuela 2007-2013" (apodado el "Proyecto Nacional Simón Bolívar") el que le asigna a la "alianza política integral" con Irán, Siria, Bielorusia y Rusia, la más alta prioridad fuera de América Latina y la región del Caribe. La razón de esta mezcolanza curiosa de alianzas es el "interés común anti-imperialista" de esos cinco países contra "los imperialistas en Estados Unidos".
Entre los objetivos del plan esta el fortalecimiento de la defensal nacional y la soberanía. No sólo los tanques, tambien la lucha contra sofisticados sistemas de los aviones constituyen el fin de Rusia. Chávez, un ex teniente coronel del ejército de Venezuela, dice que estas armas hacen "muy difícil para las aeronaves extranjeras, venir y que nos bombardean".
Habiendo ya gastado por lo menos $4.400 millones de dólares en armas rusas, se ha asegurado un crédito por $2.200 mil millones dólares adicionales en línea de credito de ese país a prodigar más en el hardware militar. Tres submarinos estan, entre otras posibles compras, según informes de prensa.
En la búsqueda de su objetivo de "romper la hegemonía imperialista de América del Norte", el presidente venezolano ha desplegado el primer activo total de sus reservas de petróleo del país. Así, a Irán había prometido 20.000 barriles de gasolina, por día, desafiando posibles sanciones defendidas por Estados Unidos y pese a los problemas actuales de Venezuela. El suministro de combustible a sus propios mercados.
Al Consorcio Nacional de Petróleo de Rusia también se le asignó un pedazo de la Faja del Orinoco de petróleo pesado.
Más cerca de casa, los planes estratégicos de Chávez han recorrido un poco sin destino. Hasta el momento ha fracasado en su búsqueda de admisión en el bloque comercial Mercosur.
El ALBA, la alianza de gobiernos afines, perdió un miembro después del golpe de Estado en Honduras. Y él, Chávez, ha logrado llevar a la condena regional la decisión de Colombia de permitir que las tropas estadounidenses se desplieguen en siete bases militares en el país. Sin desanimarse, él continúa adelante con "un mayor liderazgo mundial". Si es la atención lo que está buscando, por fin parece haberla conseguido. La semana pasada, Robert Morgenthau, un veterano abogado de distrito de Nueva York, advirtió que la alianza de Venezuela con Irán es una amenaza para los intereses norteamericanos y los demas Estados democraticos de Sud America. Las cuentas bancarias en Andorra que pertenecen a individuos cercanos a Chávez, su circulo familiar más proximo, se han congelado a causa de las pruebas del Departamento del Tesoro de EEUU de estar vinculadas con el financiamiento a grupos terroristas, en diferentes países.
Chávez está decidido a jugar en las grandes ligas. Su cálculo declarado es que al ayudar a crear problemas para los Estados Unidos en muchos lugares al mismo tiempo, puede provocar el colapso del "imperio".
Los regímenes que tan asiduamente cultiva, son, por esta cuenta, el núcleo de un nuevo orden mundial. Aunque esto parece exagerado el mundo debe comenzar a llevarlo más en serio.
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