Siguiendo los criterios establecidos en 1982 en la Convención de la ONU sobre Derechos del Mar, el gobierno brasileño ha decidido- a pocos días de abrir la 24a. Conferencia Marítima Interamericana en Río de Janeiro el lunes 13 de setiembre- extender su jurisdicción más allá de las 200 millas náuticas, apuntando a las 350 y hasta las 370, en ciertos casos.
Portaviones A12 clase Clemencau, Sao Paulo, Marina de Brasil
Brasil ya había presentado su aspiración a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas en 2004, y el organismo devolvió el expediente con observaciones de Estados Unidos y otras naciones, mayoritariamente de la Otan. El organismo internacional objeto, sin éxito, incluir alrededor de una quinta parte, en una superficie planteada por el documento inicial, de casi un millón de kilómetros cuadrados.
"En defensa de las potestades brasileñas sobre promisores y crecientes yacimientos de hidrocarburos y voluminosos bancos de pesca", localmente, la Comisión Interministerial para los Recursos del Mar, coordinada por la Marina de Brasil decidió, el pasado viernes, reconociendo que los límites oceánicos no habían aún sido establecidos internacionalmente, remitirse a la carta de 2004 a la ONU para evaluar los pedidos de autorización para diversas prospecciones entre las 200 y las 350 Millas, como forma de asegurarse que cualquier interesado solicite permiso a las autoridades de Brasil para hacerlo de aquí en adelante.
Además de ser anfitrión, del 13 al 17 de setiembre, de la citada Conferencia Marítima Interamericana, que reúne, además de a todos los cuerpos navales americanos, desde Alaska a Tierra del Fuego,y, algunas de cuyas temáticas serán-justamente- el empleo del poder naval en la protección de recursos naturales u ordenamientos jurídicos (a ese respecto), el gobierno de Brasil acaba de determinar una gigantesca capitalización de la estatal petrolera Petrobrás, que encabeza la explotación de hidrocarburos en el Atlántico brasileño. La misma podría alcanzar el hasta ahora inédito monto de 75.000 millones de dólares.
Próximos a realizar pesquisas en esta materia, Uruguay y Argentina también pretenden ampliar su soberanía marítima, superando las actuales 200 millas náuticas.
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