Porfirio Lobo triunfó en las elecciones democráticas de noviembre pasado, convocadas por el entonces gobernante Roberto Micheletti, quien había asumido el control del país tras la destitución ordenada por el Congreso y la Corte Suprema de Justicia de Honduras, en junio de 2009 contra el ex presidente Manuel Zelaya, por graves faltas a la Constitución.
El eje bolivariano se ha negado a reconocer dichas elecciones y a su presidente constitucional. El ex presidente Zelaya pretendía degenerar a Honduras en un nuevo país satélite de Caracas.
A pesar de la oposición del ese mismo núcleo ideológico comandado por Hugo Chávez, Chile envío una fuerte señal de su posición frente al equipo de Hugo Chávez. Finalmente procedió a reconocer oficialmente al gobierno del presidente constitucional Porfirio Lobo.
La decisión fue comunicada por el canciller chileno Alfredo Moreno sólo algunas horas después de recibir desde Washington el informe de una comisión de alto nivel de la OEA que debía hacer una evaluación de las condiciones políticas y de DD.HH. en Tegucigalpa. Dicho texto, según argumentó ayer Moreno, "refleja claramente los avances que ha habido en materia de institucionalidad democrática y defensa de los DD.HH. en Honduras".
Escenario esperado
El anuncio chileno, en todo caso, no fue sorpresivo. Moreno había dicho en varias ocasiones que Santiago esperaría ver el trabajo de la comisión de la OEA. Pero en privado, fuentes diplomáticas reconocían que este informe daría pie para tomar una postura definitiva y dejar atrás una complicación para La Moneda. Esto pues la asunción de Lobo había dividido con fuerza a la región. Por una parte, países como EE.UU., Colombia y Perú -con fuerte afinidad ideológica con Chile- lo reconocieron inmediatamente, apelando a la transparencia de las elecciones. Pero otros como Venezuela, Brasil, Argentina y Ecuador encabezaron la facción más dura de rechazo, pidiendo el regreso de Zelaya a Tegucigalpa.
El ex-presidente de Honduras Manuel Zelaya, condujo la crisis institucional de su país en base a los dictámenes del eje bolivariano de Hugo Chávez, situación que lo hizo faltar gravemente a la Constitución y provoco finalmente su destitución ordenada por su propio partido político en el Congreso y la Corte Suprema de Justicia.
En este escenario, durante la administración de la socialista y cuestionada Michelle Bachelet, Chile se plegó con el grupo de Lula da Silva y Hugo Chávez. Con Piñera, La Moneda asumió una postura intermedia: reconocía la validez de las elecciones, pero no al gobierno de Lobo.
Ahora, dicen en círculos diplomáticos, tomando distancia de las posturas de Brasilia, La Moneda habría sostenido contactos con México, uno de los referentes de Piñera en la región y que disputa la influencia regional con Brasil. Así, el gobierno de Felipe Calderón también anunciaría en las próximas horas su reconocimiento de la administración hondureña. En todo caso, esta versión fue negada en el edificio Carrera.
De todas formas, además de las divisiones en Sudamérica, Piñera había comenzado a enfrentar presiones externas e internas por el reconocimiento al gobierno de Honduras.
Craig Kelly
El subsecretario adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental del departamento de Estado norteamericano, Craig Kelly, abordó el tema hace dos semanas en Santiago con el tercer hombre de RR.EE., Alfonso Silva.
También hubo presiones del oficialismo. El senador Jovino Novoa (UDI) incluso criticó abiertamente a la Cancillería por su postura. Y su par Hernan Larraín (UDI), presidente de la comisión de RR.EE., promovió un proyecto de acuerdo instando al Gobierno a reconocer a Lobo.
Según fuentes chilenas, La Moneda respaldará el regreso de Honduras a la OEA, cuando la Asamblea General del organismo se reúna en un mes más para analizar el informe conocido ayer sobre ese país.
Canciller de Honduras, Mario Canahuati
En junio pasado, el canciller hondureño, Mario Canahuati, afirmó que hasta esa fecha 86 países habían restablecido relaciones con Honduras, de los 103 con los que mantenía vínculos diplomáticos y consulares.
Entre los estados que han recompuesto los lazos con el nuevo gobierno de Porfirio Lobo están Estados Unidos, gran parte de Centroamérica y la mayoría de los países de la Unión Europea, incluido España; y Perú y Colombia, de América del Sur.
Por su parte, los países que se resisten a reconocer a Honduras son principalmente los del bloque del ALBA bajo la directa influencia del mismo Chávez (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Cuba); además de Brasil y Argentina.
Canahuati valoró ayer la decisión chilena: "Esperemos que sea el comienzo para seguir normalizando las relaciones con otros países definitivamente", sostuvo el ministro, quien informó que la próxima semana volverá el embajador hondureño a Santiago de Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario