LOS MINISTROS DE DEFENSA DE CHILE, ARGENTINA Y BRASIL PROPONEN A SUS CANCILLERES REFORZAR LOS ESFUERZOS EN HAITÍ

El  ministro de Defensa de Chile, Jaime Ravinet  y sus homólogos de Argentina,  Nilda Garré, y Brasil, Nelson Jobim, entregaron a sus cancilleres, el pasado 28 de julio, un documento conjunto en el que se recomienda que se refuerce la acción de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), en dicha nación caribeña.

El proyecto surgió de una reunión especial de trabajo que los tres países firmantes sostuvieron el pasado 6 de mayo durante la II Reunión de Ministros del Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR. En la misma se propuso tratar la situación de Haití luego del terremoto de enero de 2010, y elaborar un reporte con el objetivo de “explorar una acción coordinada de los tres países ante las Naciones Unidas”.

Para ello, los Estados Mayores Conjuntos de los tres países, conformada por el  brigadier Jorge Chevalier, de Argentina; del general José Elito Carvahlo, de Brasil; y del general Cristián Le Dantec, de Chile, elaboraron un diagnóstico sobre la situación en el terreno, “con especial énfasis en materia de seguridad, las obras mínimas necesarias para mitigar o evitar estallidos sociales, acciones inmediatas recomendadas, necesidades y medios para lograrlo”.

De esta manera, los ministros proponen incrementar de inmediato y ampliar el empleo de las unidades militares de ingenieros de los países integrantes de la MINUSTAH para que participen en tareas de reconstrucción del país.

Finalmente, respecto a la recuperación posterremoto, los ministros promueven la incorporación a la MINUSTAH de mayores capacidades para proporcionar apoyos técnicos básicos al proceso de reconstrucción (vialidad, potabilización del agua, movimiento de escombros, obras de infraestructura). Impulsar la reconstrucción de la economía haitiana aportando las experiencias productivas a baja escala (familiar) para recuperación de la tarea agrícola, en conjunto con el incentivo a la acción de empresas estatales y privadas en los proyectos de infraestructura básica, la participación de las comunidades universitarias en el desarrollo de opciones para el manejo sustentable de las aguas de lluvias (consumo, riego y recuperación de áreas improductivas), y el desarrollo de un plan de reforestación.