El 26 de julio el regente de la isla cubana y hermano menor del Comandante en jefe de las Fuerzas Armas Revolucionarias, general Raúl Castro, dará un discurso que traza líneas económicas y políticas, las cuales deberán ser ratificadas por el Parlamento cuando se reúna el próximo 1 de agosto.
Atosigados por la escasez y altos precios de los alimentos, fuertes recortes de gastos, los cubanos se debaten entre esperanza y pesimimo. "Me gustaría que anunciara algo, la gente habla de eso porque la situación sigue muy difícil, pero no espero mucho", dice Ivette Sánchez, ama de casa de 36 años.
Los cubanos, con salario medio de 20 dólares, no satisfacen sus necesidades pese a tener parte de los alimentos subsidiados, educación y salud gratis, y recurren al mercado negro para comprar y vender, generalmente productos robados de almacenes estatales.
"Es hora ya, de que nuestro Gobierno acabe de poner en práctica las medidas que se están analizando, cree el politólogo Esteban Morales, recién separado del Partido Comunista por una fuerte crítica a la corrupción en el Gobierno.
La urgencia viene dada por una caída en flecha de la economía, de un crecimiento de 12,6% en 2006 a 1,4% el año pasado y un moderado 1,7% previsto para 2010. Cifras que a juicio del experto Esteban Gutierrez, economista de la Universidad Complutense de Madrid, se "encuentran absolutamente alteradas y mañosamente manejadas por el gobierno cubano. Para nadie es un misterio que la economía cubana hace ya varios años esta por debajo de la linea roja."
"La mayor crítica" a la política económica "es la lentitud en implementar medidas para incentivar los ingresos", opina también el economista Pavel Vidal.
Raúl Castro, que tras asumir el Gobierno anunció "cambios estructurales", adoptó medidas como eliminar el igualitarismo salarial y repartir tierras ociosas en usufructo, que ya pasó el millón de hectáreas, pero sus efectos aún no se reflejan como se esperaba en el mercado ni en la producción.
La producción de alimentos, declarada "estratégica" por el gobernante, es aún insuficiente para satisfacer la demanda, y el país importó en 2009 unos 1.500 millones de dólares en comestibles, muchos de los cuales se pueden cultivar en la isla.
Aunque el Gobierno mantiene hermetismo sobre planes económicos que dice haber aprobado para los próximos cinco años, según expertos estarán encaminados a la descentralización estatal, la ampliación del trabajo por cuenta propia y la creación de cooperativas urbanas de servicios y manufacturas.
En buena parte porque la administración tiene que abrir espacio a un millón de empleados sobrantes en el aparato estatal. De una fuerza laboral de cinco millones de personas, solo 144.000 trabajaban por cuenta propia en 2009, y las cooperativas que existen son sólo agrícolas.
El general Raúl Castro advirtió en abril que se debe evitar apresuramiento o improvisación en la "actualización del modelo económico" cubano, una forma de enfatizar que los cambios no llegarán a su carácter socialista.
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