“Juro por Dios y por esta bandera servir fielmente a mi Patria, ya sea en mar, en tierra o en cualquier lugar, hasta rendir la vida si fuese necesario...” Con estas palabras juraron a la bandera casi 14 mil efectivos del Ejército, en diferentes ceremonias realizadas en todo el país, comprometiéndose a defender la Patria, entregando su vida si fuese necesario, tal como lo hicieron, hace 128 años, los 77 jóvenes que protegieron el pabellón nacional, en el Combate de La Concepción.
La ceremonia principal de Juramento a la Bandera, realizada en la ciudad de Antofagasta, contó con la asistencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique, acompañado por el Ministro de Defensa Nacional, Jaime Ravinet de la Fuente y el Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, parlamentarios, subsecretarios, entre otras altas autoridades civiles y militares.
El acto también contó con la presencia de destacamentos de honor de la Armada, Fuerza Aérea y Carabineros de Chile, quienes acompañaron a los camaradas de Ejército en este solemne compromiso.
Durante la ceremonia hizo uso de la palabra el Comandante en Jefe de la I División de Ejército, General de Brigada Guillermo Del Castillo Pantoja, dando con ello paso al juramento de los soldados del Cuartel General de la 3ª Brigada Acorazada “La Concepción”, Regimiento Reforzado Nº 1 “Topáter”, Regimiento Logístico Nº 1 “Tocopilla” y Hospital Militar del Norte, unidades pertenecientes a las guarniciones militares de Antofagasta y Calama.
El General Del Castillo se refirió al sentido de este juramento, “como la oportunidad en que quienes se incorporan a las filas del Ejército juran a la Bandera, pues representa la evocación del ejemplo y sublime acto de servicio a la Patria, que un grupo de 77 jóvenes, al mando del Capitán Ignacio Carrera Pinto, en aquel lejano pueblo de La Concepción, nos legaron”.
Acto seguido, más de 400 hombres y mujeres -31 oficiales de los Servicios y de Armas, 139 integrantes del cuadro permanente y 248 soldados conscriptos- sellaron su compromiso de servicio a la Patria frente a su familia, amigos y comunidad antofagastina en general, en un Juramento a la Bandera que rememora la acción más heroica de las armas de la República y que se une con los destinos de los jóvenes que anualmente asumen este compromiso de honor.
A continuación, en la segunda parte de su discurso, el Comandante en Jefe de la I División se dirigió a los soldados ya juramentados: “Desde hoy, sois soldados ante Dios y ante nuestra invicta Bandera. Aquí al frente están vuestros padres y seres queridos, nuestras autoridades, vuestros comandantes y líderes que les han formado. Ellos, al igual que ustedes están emocionados por verlos como hombres y mujeres soldados de verdad”.
De igual forma, los invitó a que “cuando desfilen ante el Estandarte de Combate, lo miren fijamente y recuerden que este mismo paño sacrosanto, con esta maravillosa combinación de colores, fue el que acompañó a tantos valientes jóvenes, soldados como ustedes, que sacrificaron sus vidas por defender a la Patria. Eso es el verdadero sentido ético de nuestra profesión militar, servir a los demás, desprenderse de lo propio por nuestros semejantes”.
Finalmente, el General recordó que el Juramento a la Bandera “representa para los soldados valor, hasta entregar la vida; tradición, forjada por nuestros antepasados; compromiso, con Chile y su gente; entrega, por los ideales, y sacrificio de cada uno en su quehacer”.
También hizo uso de la palabra el Presidente de la República, quien destacó el compromiso de vida adquirido por los soldados y recalcó que “en este día solemne, emocionante y heroico en que ustedes han jurado ante Dios y ante nuestra bandera, quiero pedirle a esa bandera y a nuestro Dios que los bendiga a todos, que Dios bendiga a nuestra patria y que Dios bendiga al Ejército de Chile”.
Asimismo, hizo un reconocimiento al rol cumplido por el Ejército tras el terremoto y maremoto del 27 de febrero, resaltando “la labor de esos 5 mil hombres de sus filas, pertenecientes a la fuerza de apoyo humanitario y al Cuerpo Militar del Trabajo, que han realizado, están realizando y seguirán aportando, principalmente en las regiones más afectadas”.
En la oportunidad, el General Fuente-Alba saludó a los recién juramentados y les agradeció el compromiso reflejado en el apoyo a la reconstrucción del país, señalando que para la institución son muy importantes las palabras expresadas por el Presidente, “en primer lugar, las personas que han participado en el despliegue que hizo el Ejército en todas las zonas afectadas por el terremoto y el posterior maremoto. Son importantes y muy alentadoras las palabras de reconocimiento que ha hecho al respecto de este esfuerzo”, indicó.
Posteriormente, la unidad de formación al mando del Jefe de las Fuerzas, Coronel Roberto Siéguele Kerber, materializó el desfile de honor frente a los Estandartes de Combate ante los cuales juraron los jóvenes oficiales, clases y soldados, sirviéndoles como testigos las autoridades y sus propios familiares.
Para culminar este juramento realizado en el año del Bicentenario de Chile, autoridades, invitados y familiares participaron de un vino de honor, en el patio principal de la 3a Brigada Acorazada “La Concepción”.
El brindis fue realizado por el Presidente Sebastián Piñera, quien felicitó a los oficiales, cabos y soldados conscriptos que en todo el país juraron a la Bandera, honrando la memoria de los 77 héroes “Chacabucanos” que dieron su vida por Chile.
Vigilia de Armas
El día anterior -viernes 9- se llevó a cabo la Vigilia de Armas en la Catedral de Antofagasta. Esta ceremonia ecuménica tiene como propósito que los soldados reflexionen sobre el alcance del compromiso ante “Dios y la Bandera” para poder cumplir con alegría y generosidad el llamado a servir a la Patria, el que asumieron al día siguiente.
Juramento en Maipú
Por otra parte, en Santiago, frente a más de 4 mil asistentes, 215 Cadetes de la Escuela Militar y 809 Soldados Dragoneantes de la Escuela de Suboficiales, también adquirieron el solemne compromiso, en un acto desarrollado en el histórico escenario donde tuvo lugar la Batalla de Maipú, hecho de armas que consolidó la independencia de Chile.
En la oportunidad el Director de la Escuela de Suboficiales, Coronel Ricardo Martínez, Recordó a los alumnos que "Jurar es el hito más importante de sus vidas, siendo depositarios de la noble tradición guerrera de nuestra nación, para servir fielmente a Chile. No olvidar que un soldado chileno jamás se rinde, entregándose por completo a la Patria"
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