Analistas consultados por el semanario colombiano Semana.com coinciden en que el último rescate fue un duro golpe para esa guerrilla y en que la estrategia del secuestro ha terminado por sumarle más derrotas que dividendos. Sin embargo, advierten que poco cambiará en el seno de ese grupo armado ilegal.
Video del rescate de los cuatro militares secuestrados por las FARC duarnte 12 años, y liberados en la Operación Camaleón del Ejército de Colombia.
Para León Valencia, director de la corporación Nuevo Arco Iris, el rescate del general Luis Mendieta, los coroneles Enrique Murillo y William Donato Gómez y el sargento Arbey Delgado "es el golpe de gracia a las estructuras que comandaba el 'Mono Jojoy', los bloques Oriental y Sur, que han sido debilitados por el gobierno de Uribe". Según él, esas mismas estructuras eran las que tenían a Íngrid Betancourt, a los tres norteamericanos y a los nueve militares que fueron rescatados en la operación Jaque.
El analista Jairo Libreros hace tres lecturas del reciente golpe a las Farc. Primero, que 'Alfonso Cano' no ha logrado definir su conducción militar. “Desde la muerte de 'Raúl Reyes', ha existido falta de mando y control en las Farc. 'Reyes' lo tenía y el nuevo rescate lo que demuestra es que 'Cano' no ha logrado una cohesión estratégica de su mando”.
La segunda lectura que hace Libreros es que el rescate es un golpe moral para los guerrilleros. "El hecho de que el primer anillo de seguridad de los cautivos no haya confrontado a los militares muestra que no tienen entrenamiento y que hay desgaste de los guerrilleros que custodian a los secuestrados", dijo.
Y la tercera es que las Farc se están quedando sin acciones militares para sostener una acción política. "Las Farc sostenían en términos militares su propuesta política y hoy no pueden hacerlo", comentó el experto.
En opinión del ex asesor de Paz Carlos Eduardo Jaramillo, en el rescate del último fin de semana hubo notorios ganadores y perdedores. "Ganan el Gobierno, las Fuerzas Armadas y el país. Pierden los secuestrados que quedaron, las Farc y toda aquella línea de pensamiento que creía que la solución era la salida negociada en este Gobierno o en el siguiente. Eso prácticamente desaparece. El Gobierno mostró que es capaz de hacer una operación sin muertos y tener rescatados".
¿Fin del fin?
Así como los analistas coinciden en que el rescate constituyó un nuevo duro golpe para las Farc, también no ven probable un timonazo por parte de ese grupo armado ilegal.
León Valencia dice que "este rescate es un coletazo de los avances de la seguridad democrática sobre esas estructuras de las Farc que han sido golpeadas en los últimos años. Pero la reactivación de las Farc ha venido por otras estructuras en la cordillera central y en las fronteras con Venezuela y Ecuador. Esa es la nueva realidad de las Farc y en esos sitios siguen aumentando la actividad".
Valencia explica que hace algunos años, más de la mitad de las acciones de las Farc las ejecutaban los bloques Oriental y Sur, pero que en su reestructuración se han concentrado más en Nariño, Cauca, Tolima, Huila y parte de Caquetá, y en las fronteras con Ecuador y Venezuela por medio de nuevas estructuras".
Para este analista, lo que demuestra el reciente rescate es que los secuestros de civiles, policías y militares es "un acto de testarudez" de las Farc, que sólo les ha traído costos políticos y militares. Para Valencia, esa estrategia fracasó porque ha producido desgaste político y militar y ha deteriorado su imagen internacional. “Las Farc han dedicado buena parte de sus estructuras a cuidar secuestrados para terminar en esto. El mensaje es que por la racionalidad militar deberían dejar libres a los secuestrados que tienen. Esa estrategia de los bloques Oriental y Sur lo que hizo fue hundirlos en las derrotas”.
Libreros considera que las Farc, políticamente, no tienen más camino que la desmovilización, pero "en términos militares, no lo harán mientras exista la conducción de mandos medios que hacen parte de la antigua estructura de las Farc conformada por los más antiguos integrantes del secretariado. Se van a mantener en términos militares, pero en términos políticos no tienen fortaleza y no pueden sostener sus propuestas políticas militarmente".
Finalmente, el ex comisionado Jaramillo concluye que como pasó después de la operación ‘Jaque’, "que fue un golpe durísimo", las Farc siguieron en las mismas.
“Seguramente habrá pujas internas, exigirán más control en la custodia de los secuestrados, pero no creo que haya avances para la paz”, dice.
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