Las Fuerzas Navales iraníes iniciarán el próximo miércoles una nueva serie de maniobras bélicas en el golfo Pérsico y el mar de Omán, en plena escalada de la tensión política con Estados Unidos.
Los nuevos ejercicios tendrán lugar apenas diez días después de que la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes, realizara unas prácticas similares en la misma zona. Durante las mismas, los denominados Pasdarán probaron una serie de misiles en una zona de alto valor estratégico, ya que por sus aguas transita cada año una quinta parte del comercio mundial de energía fósil.
El almirante de la fuerza naval iraní, Habibilah Sayari, avivó este martes la tensión al afirmar que durante aquellas maniobras, unidades de su país fotografiaron uno de los portaaviones del Ejército norteamericano.
Sayari, citado por la agencia de noticias local Fars, no precisó el día exacto en el que ocurrió el incidente, y se limitó a subrayar que aviones de su país tipo S-27 cumplieron con "su deber y su derecho a identificar embarcaciones extranjeras en la zona". "Pese a las objeciones de la embarcación, insistimos de forma firme que ejercimos nuestro derecho", afirmó. Sus declaraciones se producen apenas una semana después de que una fuente del Pentágono revelara que aviones iraníes habían volado en las cercanías del portaaviones USS Eisenhower, destacado en el Pérsico.
El lunes, el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, advirtió de que Irán trata de retar el poder naval de su país en Oriente Medio. En esta atmósfera de tensión, Sayari informó, asimismo, que la Fuerza naval iraní se ejercitará a partir del miércoles y durante una semana en el golfo Pérsico y el mar de Omán para probar su capacidad de defensa. "Los ejercicios, que mostrarán la capacidad de defensa y maniobra comenzarán en la parte este del estrecho de Ormuz y continuaran a través de aguas libres en dirección a la India y Pakistán", explicó. "Incluirán seis fases, y durante los mismos se probarán misiles, sistemas de defensa y otro tipo de armas", agregó Sayari, citado por la agencia sindical de noticias Isna.
El régimen iraní mantiene un enconado pulso con gran parte de la comunidad internacional, que le acusa de ocultar, bajo su programa nuclear civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, alegación que Teherán rechaza.
El conflicto se ha agravado en los últimos meses, tras la decisión de Irán de poner trabas a un acuerdo de intercambio de combustible atómico propuesto por Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido y su decisión de enriquecer por sus propios medios uranio al 20 por ciento. Desde entonces, Estados Unidos, secundado por otros países como Francia o el Reino Unido, intenta consensuar una nueva batería de sanciones.
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