Venezuela está interesada en suministrar a Uruguay equipamiento militar que permitiría a las Fuerzas Armadas adquirir sistemas, equipos y pertrechos que la próxima Ley de Presupuesto no incluye.
El ministro de Defensa, Luis Rosadilla, un ex-guerrillero izquierdista tupamaro, ha anunciado que viajará próximamente a Caracas donde recibiría ofertas para la incorporación de equipamiento militar, particularmente para la Fuerza Aérea y la Armada, de parte de al parecer, el benefactor del gobierno de Mujica, Hugo Chávez. Lo que es visto con buenos ojos por las Fuerzas Armadas uruguayas, dadas las restricciones presupuestarias que se avecinan y que el propio ministro expuso ante los jefes militares.
Según publica el diario local El País, Rosadilla se refirió a la crítica situación presupuestaria al afirmar que las necesidades de las Fuerzas Militares "son más extensas que las capacidades que el Estado puede tener". El ministro reconoció ante representantes de los partidos políticos que, además, hay una indefinición política sobre los recursos que se asignarán a los militares.
Fuentes militares uruguayas explicaron que una de las prioridades actuales de Venezuela es colocar el armamento de origen estadounidense que va a desechar en un país perteneciente al eje bolivariano, tras la voluminosa incorporación de equipamiento ligero y pesado de todo tipo que realizó recientemente, y las dificultades que tiene para obtener repuestos.
Este hecho no confirma que Uruguay vaya a ser el destino de dicho material estadounidense, pero sin duda se trata de un aspecto a negociar eventualmente con el Gobierno venezolano, precisaron las mencionadas fuentes.
Venezuela acaba de cerrar un acuerdo comercial con Rusia por el cual recibirá equipamiento militar por 5.000 millones de dólares, y va a tener material excedente. Desde 2005, Venezuela ha adquirido armas rusas por 4.400 millones de dólares, situándose como un importante cliente de la industria militar rusa y el mayor de América Latina. En concreto, Caracas ha comprado 100.000 fusiles Kaláshnikov AK-103, 24 aviones cazas polivalentes Su-30MK2, 38 helicópteros Mi-17B-5, diez aviones Mi-35M y otros tres aparatos Mi-26T.
El director de Secretaría de Defensa, Jorge Delgado, confirmó que Rosadilla fue invitado a viajar a Caracas por su colega venezolano Carlos José Mata Figueroa.
Rosadilla acudirá acompañado por el ex embajador uruguayo en Venezuela Gerónimo Cardozo, actual responsable de relaciones internacionales de Defensa, cargo creado bajo esta administración. Cardozo tiene muy buena relación con el presidente venezolano, Hugo Chávez, y con otras autoridades de su Gobierno.
Las prioridades del Ministerio de Defensa de Uruguay están centradas en la mejora del equipamiento de la Armada Nacional y la Fuerza Aérea; por lo que ante la perspectiva de la escasez de recursos, y a pesar de que Delgado ha declarado que "por el momento" el gobierno uruguayo no tiene previsto adquirir armamento a ningún país, no descartó que Venezuela realice algún tipo de ofrecimiento.
"En la actualidad, estamos tratando de recomponer la flota de la Fuerza Aérea y analizar la posibilidad de construir lanchas patrulleras oceánicas a partir de la Ley de Presupuesto", afirmó Delgado. Según fuentes oficiales del ámbito aeronáutico, la realidad de la Fuerza Aérea paraguaya es crítica, ya que de sus 92 aeronaves, apenas 24 están en condiciones de volar, lo cual representa aproximadamente el 25 % de la flota. Por otra parte, de los 12 millones de dólares que necesita cada año la aviación militar uruguaya para operar con normalidad, apenas cuenta con 3 millones.
En distintas instancias, los jefes de las Fuerzas Armadas han pedido más material y mayor presupuesto al Gobierno con el objetivo de poder cumplir con las nuevas misiones que les van a ser asignadas por parte de esta administración.
Rosadilla ha dicho en este sentido que para definir un presupuesto es necesario tener en claro "qué se está obligado a saber qué se quiere hacer" y después, según los recursos, hacer una distribución equitativa de los mismos.
A nivel político, no hay definición respecto a lo que se pretende asignar a Defensa para el próximo quinquenio. El anterior gobierno había destinado el 1,2 % del Producto Interno Bruto al área, pero ahora dentro de la bancada de senadores del Frente Amplio se han levantado voces contrarias a mantener los recursos de defensa a este nivel. El presidente del Frente Amplio, Jorge Brovetto, le ha recordado al ministro que en la coalición de izquierda el presupuesto a asignar a los militares aún está de discusión.
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