EL TERMOMETRO SOCIALISTA

Desde hace unos años este instrumento ha sido el favorito de los dirigentes chavistas. Hacen uso del mismo cuando se les ocurre cualquier disparate, mientras más absurda es su idea más importante es el termómetro. Este mide por lo general la reacción de los venezolanos ante los nuevos proyectos de los “iluminados”. El mismo casi estalla con la famosa Ley Sapo y recientemente se está calentando con la posible regulación de Internet.

Tomas Horácio Hernández

Censurar Internet no solo viola la libertad de pensamiento y la libertad de expresión sino que también es un paso firme hacia la semejanza con Corea del Norte, Cuba e Irán, que también controlan el uso de este medio de comunicación en sus respectivos países. Una de las grandes ventajas de este medio de comunicación es la libertad que tienen los usuarios de elegir qué tipo de información quieren leer y poder opinar al respecto. Que la defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez afirme que: “Los portales web que se generen para la libre opinión deben estar plenamente apegados a la Constitución y la ley, a fin garantizar que no atenten contra la paz y el Estado de Derecho” es tan absurdo y tan contradictorio como decir que uno como ser humano es libre ser, siempre y cuando el Estado te lo permita. ¿Por qué alguien me tiene que obligar a leer algo, imponerme lo que debo pensar al respecto y responsabilizar al medio si uno dice lo contrario al libreto?

Sin duda, las declaraciones de la defensora del Pueblo, de un futuro pueblo ignorante si se deja imponer semejante barbaridad, es uno de los hechos más descerebrados que he presenciado. Es insólito y hasta triste que en Venezuela existan dirigentes políticos que posean el síndrome de flojera mental, y por ende repiten, cual repetidoras, ideas irracionales que no tienen sentido alguno en la cabeza de un ser coherente. Las sociedades evolucionan con la tecnología y tienden a relacionar sus derechos y sus deberes con la realidad en la cual viven. Hoy por hoy Internet es necesario a nivel mundial y muy importante para Venezuela. Existen más de ocho millones de venezolanos que lo utilizamos diariamente para trabajar, recrearnos y para aprender. Regular su uso sería despertar a un monstruo que todavía no se ha levantado. Los estudiantes salimos en el 2007 y recordemos cuál fue el resultado. Para esta nueva pelea existen muchos más factores de la sociedad que estarían afectados directamente y se sumarian a la defensa del medio. De tal manera, mis estimados iluminados, no es sano estar repitiendo ideas sin antes haber reflexionado al respecto. Cuando Japón decidió despertar el monstruo en la II Guerra Mundial, terminó perdiendo la guerra. Venezuela está bien lejos de estar en una guerra, pero sí les recuerdo que tenemos una batalla el 26 de septiembre, la cual los demócratas vamos a ganar. Despertar al monstruo sólo aceleraría el proceso.