Ayer hubo una prueba más de la estrecha relación entre Venezuela y la banda terrorista ETA. Andoni Zengotitabengoa, uno de los miembros de la banda asesina que huyó el pasado mes de febrero de una casa rural en la localidad lusa de Óbidos donde montaba una auténtica fábrica de bombas, fue capturado en el aeropuerto de Lisboa cuando pretendía escapar a Venezuela.
El etarra Andoni Zengotitabengoa fue capturado cuando escapaba de las fuerzas de seguridad, su destino era Caracas, Venezuela
El detenido trataba de escapar en un vuelo con destino a Caracas, Venezuela, usando un pasaporte mexicano falso que levantó las sospechas de los agentes, informaron a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista. En concreto, estas mismas fuentes precisaron que fue detenido en torno a las 22. 00 horas cuando intentaba embarcar en el vuelo TP121 entre Lisboa y la capital venezolana. Además, apuntaron también a que el pasaporte podría estar a nombre del propio Andoni Zengotitabengoa.
El etarra capturado y su compinche Oier Gómez estaban montando la nueva fábrica de bombas de la organización terrorista ETA en Portugal, pero su cadena de errores permitió a las Fuerzas de Seguridad encontrar su escondite y aprehenderse de casi 1.500 kilos de explosivo.
El etarra de la tienda
Los dos terroristas abandonaron precipitadamente una furgoneta Citroen Berlingo blanca en un barrizal cercano a la casa rural donde tenían su guarida, en la localidad de Óbidos, al norte de Lisboa. Ante la imposibilidad de sacar el vehículo del barro, decidieron dejarlo abandonado. Pero, además, en su interior dejaron nada menos que cuatro juegos de matrículas portuguesas, cuatro detonadores y el recibo de una tienda. A través de este ticket, las Fuerzas de Seguridad acudieron al establecimiento y comprobaron la cinta de vídeo de la cámara de seguridad del día y hora exacta que marcaba el recibo (17 de enero de 2010) y de los instantes anteriores. Sin el menor problema, los agentes visionaron las imñagenes y comprobaron cómo el terrorista Zengotitabengoa miraba los artículos del supermercado con las manos en los bolsillos hasta que compró unas escarpias que, al final, acabaron delatándolo.
Tras abandonar la furgoneta, los etarras volvieron a la casa rural, donde tras entrar la volvieron a abandonar dejando la puerta abierta y las luces encendidas. En la casa, los agentes encontraron, además de todo el material para la fábrica de armas de ETA, una fotografía del otro de los etarras: Oier Gómez.
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