La denuncia obedece a dos testimonios de antiguos integrantes de las FARC que involucran al Ejército venezolano en los cursos de adiestramiento que ETA dictó a los guerrilleros colombianos en Venezuela
Intelligence, Defense and Security
Los relatos de los arrepentidos forman parte de un informe de la Comisaría General de Información de la Policía que el juez utiliza para denunciar "cooperación gubernamental venezolana" en los tratos que mantenían las dos organizaciones terroristas.
En el apartado del auto dedicado a los "hechos" se describe cómo en agosto de 2007 dos miembros de ETA impartieron en la selva venezolana dos cursos sobre manejo de explosivos a guerrilleros de las FARC. Los etarras completaron el trayecto entre el primer y el segundo campamento "con el conocimiento y la compañía de una persona que vestía chaleco con escudo de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) de Venezuela", así como escoltados por "militares venezolanos". A continuación, el auto del juez asegura que el curso fue organizado por Arturo Cubillas Fontán, en representación de ETA, y por Remedios García Albert, de parte de las FARC. El primero, alto cargo del Ministerio de Agricultura de Chávez, está considerado por la Policía española máximo responsable del colectivo de etarras en Venezuela, mientras que García Albert fue detenida en El Escorial en julio de 2008, acusada de pertenecer a la Comisión Internacional de las FARC. Ese arresto es parte de la investigación iniciada tras la incautación del computador de Raúl Reyes, el número dos de las FARC abatido el 1 de marzo de 2008 en una operación del Ejército colombiano. Información incluida en 25 correos electrónicos, alusivos a la relación entre las FARC y ETA, motivaron que la Fiscalía de la Audiencia Nacional abriera una investigación en junio de 2008.
Policía y Guardia Civil española comenzaron a aportar al juez toda la información con la que contaban de los vínculos históricos entre los grupos terroristas desde 1993. Además, agentes de la Comisaría General de Información viajaron a Colombia para recabar pruebas. Con ayuda del Ministerio de Defensa colombiano localizaron a los ex guerrilleros de las FARC, acogidos al Programa de Desmovilizados, que expusieron lo que recordaban de la visita de los etarras. Así se pudo identificar a Ignacio Domínguez Achalandabaso como uno de los que impartió el cursillo, mientras que del otro sólo se pudo conocer el alias bajo el que se escondía, Martín Capa.
Un ex guerrillero identificado con el alias de Camilo describió en primera persona cómo los dos etarras les enseñaron a manejar el explosivo tipo C4 y a utilizar teléfonos móviles como iniciadores en un campamento del estado venezolano de Apure. Camilo nombró por su alias a los 13 participantes de las FARC en el curso, mencionó la asistencia al mismo de siete miembros del Frente de Liberación Bolivariana (FLB), considerado por informes de inteligencia como el brazo de las Farc en Venezuela, y detalló su duración: seis jornadas de dos horas cada una.
Segundo curso
El mismo curso se repitió en el Bloque Caribe de las FARC. En el trayecto, los etarras fueron escoltados por el Ejército y el espía venezolanos, vía Maracaibo.
El relato de Camilo fue ratificado por otro guerrillero con el sobrenombre de Patxo. El testimonio de otros dos ex miembros de las FARC, con los alias de Rubén y César, permitió identificar a José María Zaldúa Corta como el adiestrador en materia de explosivo que visitó los campos venezolanos de las FARC en 2006 y 2008.
Zaldúa Corta y Achalandabaso, ambos en paradero desconocido, han sido procesados por el juez Velasco junto a Arturo Cubillas y otros tres etarras, ésos últimos miembros de la colonia de ETA que reside en Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario