En cuba la crisis económica llega al punto de que los gobernantes admitan públicamente sobre la mal situación y la necesidad de tomar medidas para superar la escasez
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Los mercados agropecuarios estatales de La Habana recibieron en enero solo el 60 por ciento de los alimentos esperados y en febrero 50 por ciento, revela este miércoles el diario oficial Granma, y añade que las reformas del campo que impulsa el general Raúl Castro aún no han dado resultado.
Granma, órgano portavoz del gobernante Partido Comunista, asegura que la escasez de plaguicidas y combustibles "originó costosos daños", y que hubo problemas de suministros y comercialización, pero que los campesinos opinan, además, que los cambios en el sector "no son aún todo lo beneficiosos que se esperaba". "A veces el exceso de trabas y prohibiciones constituyen fuentes para el delito y el soborno", afirma el periódico, y detalla excesos de burocracia, descoordinación y rigidez en la producción y distribución de alimentos.
Según Granma, "hay un planteamiento casi general de los productores: concurrir, sin escalones intermedios, a los mercados de Ciudad de La Habana".
Acepta que "es difícil entender" el desabastecimiento cuando ha habido medidas estratégicas, de reorganización y de control del sector agropecuario adoptadas en los últimos años por el Gobierno del general Castro, quien ha dicho que la producción de alimentos es asunto de "seguridad nacional".
"Muchos (...) esperaban en enero y febrero un escenario diferente dado que el aumento de precios beneficia a los productores, junto a otros factores como la explotación de tierras ociosas entregadas en usufructo, la creación masiva de fincas y el uso más racional y disciplinado de las fuerzas y medios técnicos", añade el informe.
Entre las causas del desabastecimiento, señala que los sectores cooperativo y campesino, responsables del 70 por ciento de los alimentos que llegan a los mercados agropecuarios estatales, "no recibieron en el último trimestre del 2009 fertilizantes y productos químicos para proteger sus plantíos".
La actual crisis cubana, la mayor desde que hace dos décadas se hundió la Unión Soviética y se acabaron sus subsidios, ha forzado al Gobierno del general Castro a mermar en un tercio las importaciones, sobre todo las de alimentos, que cubrieron el 80 por ciento de lo que llegaba a las mesas de los cubanos.
Las autoridades culpan al bloqueo económico estadounidense, en vigor desde 1962, a los huracanes que azotaron la isla hace dos años y a la crisis financiera global, entre otros factores, mientras la oposición acusa de ineficacia crónica al único Gobierno de América que se declara comunista.
Según el economista Oscar Espinosa Chepe, "las medidas económicas tomadas aisladamente y llenas de contradicciones, en un contexto que hacen imposible su funcionamiento, han sido más que insuficientes".
"Los problemas siguen aumentando y la crisis no sólo tiene tintes económicos y sociales, sino que se acrecienta la desesperación de la población por el impactante empeoramiento del nivel de vida", dice Espinosa, uno de los 75 opositores apresados en 2003, ahora excarcelado.
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